viernes, marzo 21, 2008

El tio mas listo del mundo.

Para tí es la vida, castor Lorenzo. El año que viene, tropa en los Scouts. Aquí el día 15 de marzo, partiendo de acampada.

jueves, marzo 20, 2008

Y Dios observa y Pessoa soy yo

Corre mi cuerpo y yo no estoy presente. Observo ficciones lejos de la cadera oxidada y el tendón ardiendo. Escucho a una lesbiana cantando country de forma impecable. La perfección de ese instante obvia las mundanas miserias de un trozo de carne castigado durante 55 minutos continuos, que de noche cuchichea con Marco Aurelio. Someto a una disciplina severísima al pobre amasijo de grasas, huesos huecos y fibras mediocres que solo conocen eso, la acción punitiva ambulatoria cada unos años. Mi cuerpo cambió a los 33 y ya superados los 40 necesita el dolor. La vida necesita dolor. Sin lo uno no acontece lo otro. En esa estoica sumisión, en plena fatiga rememoro los textos ad hoc de Pessoa, en los que uno se cuestiona la existencia de la idea de AUTOR. Solo existe un creador que ilumina a aquel que con mayor eficacia se ha aproximado a la esencia que trata de representar. Dios está en mi y mi vanidad es la que me aleja. Pessoa es un vehiculo triste pero afortunado. Yo soy Pessoa. Aquí mas que nunca. Y todo es vanidad.
"Recuerdo todavía (...) la tarde en que, meditando sobre estas cosas, decidí renunciar al amor como si renunciara a un problema irresoluble. (...) De repente se apoderó de mi un deseo de intensa abdicación, de clausura firme y última, una repugnancia por haber tenido tantos deseos, tantas esperanzas, con tanta facilidad externa para realizarlos, y tanta imposibilidad íntima para poder quererlo. Data de eso momento suave y triste el principio de mi suicidio"
Y otra reflexión brutal, cristalina:
¨la represión del amor ilumina sus propios fenómenos con mucha mas claridad que la experiencia misma".
El amor "es un concepto nuestro -es en suma a nosotros mismos- lo que amamos.

Pero esta teoría no deja de ser "un complejo ruido que hago llegar a los oídos de mi inteligencia, como para que no perciba que, en el fondo, no hay otra cosa que mi timidez y mi incompetencia para la vida".

La cadera me duele y corro en cámara lenta reflexionando mantras patéticos. Mi historia ya ha sido narrada. No me debe preocupar ese area de mi fracaso. Vanidad y dolor de cadera cabalgan juntos. Pessoa como instrumento de Dios. Yo en esos 55 minutos soy su sherpah mas voluntarioso.

miércoles, marzo 12, 2008

Depresión

El Porvenir para Zeta se inicia este pasado martes 11 de marzo. Ya tengo derecho a paro. Leo unas preciosas confesiones de Tolstoi. Leo las dietas de Montignac y Sears. Leo al padre Keating. Leo a Montaigne. Echo de menos correr. Y a Alario. Esto es un agujero. De cojones.

lunes, marzo 03, 2008

Stefany Hohnjec

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La tercera virgen de Fred Vargas

Fred Vargas. El fantasma de una monja del siglo XVIII que degollaba a sus víctimas, cadáveres de vírgenes profanados, pociones mágicas que aseguran la vida eterna, un rival del pasado más lejano que habla en verso... Con todo esto se encontrará el comisario Adamsberg en esta inquietante y negrísima novela de Fred Vargas. La resolución de este complicado puzzle podría volver loco a cualquiera, pero no a Adamsberg. El comisario conseguirá descubrir la verdad, aunque ello le cueste no la razón sino el corazón. Leer fragmento (101,00 Kb).
BIOGRAFÍA Fred (Frédérique) Vargas (París, 1957) estudió Historia y Arqueología y ha publicado una serie de novelas policiacas que ha obtenido un gran éxito de crítica y público. Ha recibido, entre otros, el Prix mystère de la critique (1996 y 2000), el Gran premio de novela negra del Festival de Cognac (1999), el Trofeo 813 y el Giallo Grinzane (2006).

La mística salvaje de Michel Hulin. En los antípodas del espíritu

Aunque sean abundantes los estudios consagrados a lo largo del último siglo a la mística religiosa, ha sido muy escasa la atención prestada a aquellas formas de experiencia que, sin adscribirse a ninguna tradición religiosa particular, parecen merecer indiscutiblemente la consideración de «místicas». Una mística, pues, de difícil definición, ajena a la ortodoxia, y que Michel Hulin califica de «salvaje». Se trata de experiencias con frecuencia súbitas, inesperadas, que aparecen incluso en personas ajenas a toda preocupación religiosa: una repentina sensación de comunión espiritual con la naturaleza, la entrada en una realidad atemporal provocada por un recuerdo de la infancia en principio tal vez intranscendente, la fugaz percepción de un olor o un sabor... modalidades diversas de enfrentamiento inesperado con una realidad numinosa que procura la vivencia de un «sentimiento oceánico» ajena al universo religioso y que nos sitúa fuera de las coordenadas habituales de la realidad cotidiana. Pueden ser también experiencias inducidas por el consumo de determinadas substancias, tema que es analizado aquí con rigor y lucidez implacables.

sábado, marzo 01, 2008

Las Redes Humanas, Una Historia Global del Mundo, de JR McNeill y William H McNeill, editorial Crítica.


Me embaulo esto.
La caratula dice:
¿Por qué, cuándo y dónde surgieron las primeras civilizaciones? ¿Cómo se convirtió el Islam en una fuerza unificadora allí donde nació? ¿Qué es lo que permitió a Occidente llevar sus mercancías, y su poder, a todo el mundo desde el siglo XV? ¿Por qué se inventó la agricultura siete veces y la máquina de vapor tan sólo una?A preguntas como éstas, y a otras muchas, responden aquí dos reconocidos historiadores, padre e hijo, que se han propuesto escribir una historia totalmente renovada de las sociedades humanas. Para ello han recurrido a una aproximación original e ingeniosa: explorar las redes que, desde la noche de los tiempos, han ido tejiendo los seres humanos para la interacción y el intercambio, para la cooperación y la competición. Grandes o pequeñas, densas o tenues, estas redes han proporcionado el medio para que dentro de las distintas culturas, sociedades y naciones, y a través de ellas, circularan las ideas, las mercancías, el poder y el dinero. Desde las tenues redes locales que, hace doce mil años, caracterizaron las comunidades agrícolas, pasando por las redes metropolitanas más tupidas que conocieron Sumer, Atenas o Tombuctú, hasta la red electrificada global que hoy sitúa virtualmente al mundo entero en una corriente de cooperación y competición, los profesores McNeill nos enseñan que las redes humanas son un componente fundamental de la historia del mundo, y una formidable herramienta de análisis. .Alejados de cualquier determinismo, medioambiental o cultural, los autores nos ofrecen en Las redes humanas un espléndido panorama de las grandes pautas de la historia universal que ha merecido el siguiente comentario del profesor Alfred W. Crosby: "Si tuvieran ustedes que leer un solo libro sobre la historia del mundo, éste es el que deben escoger".
Las redes humanas, de McNeill y McNeill no es de redes, ni se parece en nada a Smart Mobs o a Emergence. Es un libro de historia que hace énfasis en las conexiones que ha habido entre las culturas y civilizaciones a lo largo de la historia, o dentro de cada cultura, entre sus diferentes componentes: urbano-rural, dirigentes-dirigidos, ricos-pobres.
Es un libro de la historia del mundo mundial. No hay ni gráficos de leyes de potencia, ni habla de los 6 grados de Milgram, ni siquiera se menciona a Pareto. Establecido lo que no es, el libro resulta interesante, porque muestra los efectos que produce el pertenecer a la red humana (que es web, no network en el original), o el cortar los lazos con ella, como hicieron los chinos en el siglo XVI o Brasil y los paises comunistas en el siglo pasado con sus medidas proteccionistas. En ese sentido, el libro es, en general, un alegato a favor de la globalización, aunque también se mencionan sus efectos negativos: la pérdida de diversidad (que es, ni más ni menos, una condensación de Bose-Einstein, aunque no lo digan) en todos los sentidos: desaparición de lenguas, de religiones, de especies comestibles, y de formas de gobierno (p. 364); se menciona que, en el año 2000, se extingue una lengua cada dos semanas. Sin embargo, la difusión de información en esa misma red hace que caigan los imperios. Por otro lado, es curioso ver cómo los primeros órganos internacionales surgieron precisamente de la red: la Unión Telegráfica Internacional, (ITU, pero ahora es de Telecomunicaciones, y se pueden mandar telegramas por Internet) surgió en 1868, incluso antes que la Unión Postal Universal (1874).En resumen, un libro bastante interesante, con una visión original (y amplia) de la historia, que resultará bastante legible hasta a quien no le interesen nada los reyes godos.

Poder terrenal de MICHAEL BURLEIGH

En las últimas décadas, Europa se está transformando en una sociedad posreligiosa que ha llegado a excluir de su futura constitución las referencias al papel del cristianismo en la historia del continente. Paradójicamente, este fenómeno va acompañado de llamadas a una renovada «religión política» basada en los valores de la democracia liberal para mantener unidas nuestras diversas sociedades en una época de amenazas externas impredecibles.
Ante esta situación, Michael Burleigh se ha propuesto indagar cómo hemos llegado a este punto crucial desde el punto de vista de la Historia, pues para comprender la situación actual de nuestra sociedad resulta imprescindible un estudio a fondo de las intensas luchas en torno a las creencias, y de la tendencia paralela hacia la secularidad.
Con un estilo vívido y estimulante, este libro presenta un vasto panorama del inextricable vínculo que ha unido política y religión desde la Revolución Francesa hasta la Gran Guerra, así como de los diferentes credos que han intentado desplazar al cristianismo. Algunos fueron breves y violentos, como el experimento jacobino. Otros, como el liberalismo o el socialismo, forman parte de nuestra cultura política reciente. Por otra parte, para que también quede patente la contribución del arte, la cultura y la ciencia al «desencanto» de nuestro mundo, Burleigh examina la obra de pintores como Zoffany y Jacques-Louis David, repasa las hazañas de Mazzini y Garibaldi, y analiza las luchas épicas entre Iglesia y Estado a través de la literatura inglesa y rusa del siglo XIX.
Revelador y original, Burleigh maneja con absorbente maestría y seguridad un maremágnum de ideas y detalles históricos para profundizar en el funcionamiento de la Historia de una forma nunca vista hasta ahora y que le confirma como uno de los mejores historiadores actuales.
Colección: TAURUS HISTORIA. ISBN y EAN 8430605932. 9788430605934. 624 pages. 23,50 € Caroooooooooooooooooo.
    • Creía que vivíamos en una democracia en libertad, ¿es tan chocante oír hablar a un liberal? Algunos libros de historia hacen oídos sordos al tema de la religión, en parte porque creen que se trate de una fuerza social reaccionaria, y cuando la mencionan es para descalificarla. Son libros basados en ideas previas. Yo tengo relación con muchas personas en Europa –Alemania, Francia, Italia– que no parten de estos supuestos. También con el mundo polaco que presenta una cultura muy interesante.Mi intento de salir de la corriente principal de la historiografía hace patente el provincianismo de quien habla así de religión.
    • Cuando comencé a escribir mi libro sobre el Tercer Reich me interesaba escarbar en cuál era el origen de semejante barbarie. Y eran los jacobinos. Estudiando otros momentos de la historia moderna comencé a darme cuenta de que todas estas teorías, desde la revolución francesa hasta el nazismo, eran intentos de reemplazar a la religión. Avanzando en mi investigación comenzaron a surgir dudas sobre otros temas, dudas que en ocasiones llegaron a ser casi irresolubles. Este libro es el fruto de estas investigaciones y su tesis es que los poderes políticos en la Europa moderna se sitúan como intentos de suplantar al cristianismo. Así, por ejemplo, me pregunté si realmente existió una secularización en el siglo XIX. La secuela de este libro, que irá desde la Primera Guerra Mundial hasta nuestros días, se llamará “causas sagradas”.
    • ¿El lugar de la religión política lo ocupan los regímenes estatalistas? Si tomamos los dos principales regímenes políticos del siglo XX, nazismo y comunismo, vemos que tienen patologías similares. En los nazis no encontramos la necesidad de que los perseguidos confesaran su “fe” en la ideología nazista antes de matarles. No necesitaban meterles las piernas en agua hirviendo o torturarles para que confesaran su “fe” en el régimen antes de pegarles un tiro. Entre los comunistas, sí. Hermann Göring, ministro de aviación, era protestante; Bernhard Rust, el ministro de cultura nazi era, formalmente, un católico y el mismo Heinrich Himmler, en 1943 nombrado ministro del Interior creía que el mundo estaba cubierto por una capa de hielo y que del cosmos surgió un rayo que rompió esta capa y de ella salió el primer ario. Sus colegas pensaban que estaba un poco loco, pero lo cierto es que existía una cierta pluralidad de opiniones en el consejo de ministros.Si pretendías ser herético en un consejo de ministros con Stalin, de un momento a otro acabarían contigo y era como si nunca hubieras existido. Esto es lo que le pasó a Yesov, quien mató a 600.000 personas por fidelidad al régimen y después terminó siendo asesinado por orden de Stalin. Increíble ¿no? Eso no pasaba ni en la Alemania nazi. Una vez me enteré de la historia del jefe de una fábrica textil soviética que no hacía más que mirar a sus telas. En un momento se dio cuenta de que en las telas, por un error, se podía entrever algo que parecía una cruz gamada. Tenía que destruir toda la tela, pero decidió colgarse, ahorcarse. Lo hizo por miedo. ¿No es asombroso que esto pueda sucederle a alguien? El hombre tiene la necesidad de reconocer un significado para su vida y para la realidad.Hay muchísimos científicos interesados en esto en Gran Bretaña, genetistas y neurólogos que investigan la razón por la que necesitamos creer en algo. Parece que es algo constitutivo del hombre, como el hard disc de un ordenador. No sé mucho de esto, pero parece un área de la ciencia muy interesante.
    • ¿Se identifica esta exigencia racional de significado con la dimensión religiosa de los hombres?Sí, ciertamente. A lo largo de la historia moderna, ¿cómo se resistieron los hombres a la pretensión del poder de llenar su necesidad religiosa?En la mayoría de las democracias occidentales el número de afiliados a partidos políticos disminuye casi tan rápidamente como bajan las personas que frecuentan las iglesias. Se están descolectivizando tanto la religión como la política. El jefe de los rabinos de Inglaterra, que me parece el líder religioso más interesante de Gran Bretaña con diferencia, dijo el otro día que nuestra sociedad empieza a parecerse a un hotel barato para agentes comerciales y debería ser como una casa de campo aristocrática en la que tanto el anfitrión como el invitado se conociesen y el invitado pudiese apreciar los cuadros del anfitrión y hacer preguntas sobre ellos, en lugar de quedarse en hoteles baratos. Es una metáfora muy interesante. Probablemente no he contestado a tu pregunta…
    • En una reciente entrevista en La Razón usted dijo: «Si se elimina la religión no hay nada que limite el poder». Toda la Modernidad, sin embargo, sostiene lo contrario. Sitúa la fuente de la libertad en el Estado y no en la persona…La historia ha sido trono y altar. La religión normalmente siempre ha estado al lado del poder político, como sabemos bien en España. Pero cuando un rey hacía un juramento ante Dios tenía que responder dentro de unos límites y en ello se jugaba también su paso al cielo. La religión, además, distingue las características entre un rey y un tirano. Yo no soy católico practicante, pero soy cristiano de cultura y hay cosas de esa cultura que están en nuestra vida y que se las debemos al cristianismo.
    • Tradición cristiana, Europa…Si vas al Prado y no conoces la mitología clásica el cincuenta por ciento de los cuadros te pasan desapercibidos, y si no conoces el cristianismo el otro cincuenta tampoco lo entenderás… Llegará un día en el que tengamos una generación de personas a las que les gustarán estos cuadros pero les resultarán tan incomprensibles como lo son para nosotros los jeroglíficos egipcios. No les dirán nada, y esto es muy triste.
    • Y sobre el valor de la persona, ¿qué aportación ha hecho el cristianismo?El cristianismo ha hecho explícito el valor absoluto de la persona al margen de su condición social, política o económica. Ninguna persona agresiva o malvada en su vida privada dirige comedores para pobres…

Michael Burleigh ha sido investigador en las universidades de Oxford y Cardiff, y en la London School of Economics. También ha sido profesor en diversas universidades norteamericanas, como Rutgers, Washington & Lee, y Stanford. Ha escrito siete libros, entre ellos, El Tercer Reich (Taurus, 2002). Su séptimo libro publicado es Poder terrenal (Taurus, 2005). Escribe habitualmente para el Sunday Times y el Times Literary Supplement.

PODERES TERRENALES. BURGESS, ANTHONY

La acción comienza en Malta. Kenneth Marchal, escritor encumbrado de 82 años y ya improductivo, agnóstico, homosexual y declarado apóstata, es requerido para que confirme una supuesta curación milagrosa de la que fue testigo hace medio siglo. El autor del prodigio es su amigo Carlo Campanati, elegido Papa con el nombre de Gregorio XVII y en proceso de canonización tras su fallecimiento. "Una novela grande y agustiniana", según sus propias palabras, que retoma el camino de Tolstoi, tras el "intento de Joyce de destruir la novela".
Anthony Burgess (1917-1993), compositor, novelista, poeta, periodista y guionista, no publicó su primera novela, Trilogí­a malaya, hasta casi los cuarenta años.
Anthony Burgess nació en Manchester (Inglaterra), el 25 de febrero de 1927. Especialista en fonética y literatura inglesa, fue profesor de la Universidad de Birmingham. Posteriormente trabajó para el servicio británico de Educación, primero en Inglaterra y posteriormente en Malasia y Borneo, donde escribió su Trilogía malaya. Autor de un buen número de novelas, bajo el seudónimo de Anthony Burgess y Joseph Kell, utiliza su nombre completo, John Burgess Wilson, para los estudios de crítica literaria.