Jodie Foster (Los Ángeles, 1962) anunció ayer en Sitges, que dirigirá Sugarland (según adelantó, "tendrá el estilo de Traffic", cruzará tres tramas: la historia de un rico terrateniente cubano inmigrante, Robert de Niro en la ficción; la de su propio personaje, una abogada, y la de unos jornaleros que pleitean contra el propietario de la plantación). La noticia del reencuentro convoca el espíritu morboso én torno a la genial pareja que concibieron la pequeña puta y el solitario taxista desquiciado, en 1976, gracias a Taxi driver. Foster coproducirá y dará vida a una abogada experta en derechos civiles que defiende a cosechadores de caña de azúcar del sur de Florida. Ahora tiene en pantalla Flightplan.
Pocos creemos que este nuevo encuentro pueda generar aquella peste que desprendía el trozo de negativo filmado por Martin Scorsese. Ella es ahora rica y brillante madre licenciada en Harvard, él es una leyenda millonaria y aburrida. Ambos tienen todos los premios y reconocimientos del mundo. También se cumplen los 30 años del estreno de Tiburón. Que tiempos aquellos. Esperamos un milagro...
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