"Once you begin to understand that prices are an instrument of communication and guidance which embody more information than we directly have, the whole idea that you can bring about the same order based on the division of labor by simple direction falls to the ground." El asco que nos produce el colectivismo socialista que capitanea como nadie Zapatero me pone mas enfermo cuando leo en su 60° ANIVERSARIO DE “CAMINO DE SERVIDUMBRE” a Hayek.
FA Hayek Friedrich August von Hayek (1899 - 1992), premio Nobel de Economía en 1974, ha sido posiblemente el pensador liberal más importante del siglo. Hayek no sólo anunció el fracaso de la planificación centralizada, sino que nos dejó ver que esa misma planificación es el camino a la esclavitud, el camino del Gosplan (la planificación soviética) al Gulag (los campos de concentración en Siberia). Además, al Gran Hermano no sólo hay que obedecerle sino también adorarlo (pensemos en Castro, Aristide, Chávez, etc.) Hayek tituló el capítulo 10: “Por qué los peores se colocan arriba” y sostiene que la barbarie es la consecuencia no intencional pero sí inevitable del intento socialista de reorganizar nuestra civilización comercial. La conclusión del libro es que la barbarie es la consecuencia no intencional del fascismo, del comunismo y de la socialdemocracia. Explica la conexión entre el socialismo y la tiranía gubernamental y mantiene que la sociedad libre no puede existir en ausencia de un sistema económico capitalista.
- TAKING HAYEK SERIOUSLYTres son las razones por las que celebrar “Camino de servidumbre”. La primera y más importante es que Hayek juzga todas las instituciones por su contribución a la libertad humana. El mercado tiene que ser apreciado no solamente porque es un motor de prosperidad (que es lo que la mayoría de los economistas han destacado), sino sobre todo porque fomenta y garantiza la libertad individual. La segunda razón del elogio es que Hayek no rechaza de raíz el Estado de Bienestar. Acepta que las democracias creen una red de salvamento para quienes no tengan las capacidades necesarias para funcionar en el mercado, versión mínima aceptable si la apoyan todos los ciudadanos. La tercera es una razón que se denomina “psicológica”: se trata del peligro de conceder poderes administrativos ilimitados a los planificadores socialistas porque necesariamente caerán en la corrupción política y económica. En palabras de Hayek, “el socialismo sólo puede ponerse en práctica con métodos que la mayoría de los socialistas desaprueban”. Con todos sus defectos y en la medida en que es competitivo, el mercado limita automáticamente el albedrío de los poderosos. Hayek acierta, en suma, al pedir que se tome en consideración la psicología administrativa y la tendencia a la corrupción antes de decidir qué debe o no debe hacer el Estado. Quedaría yo muy contento si políticos y ciudadanos aprendiesen esta sencilla lección.
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