Debo preparar la llegada de todos al mundo vasco español/frances. Estoy cansado de 28 horas de pié, comiendo mal y durmiendo a pastillazos. Leo los reproches de Jonas a la veracidad de Spielberg por la traslación de su novela en Munich. No acabamos de entender que el cine es mentira siempre, siempre. Mientras yo conduzco, los demás rodaran en esta llanura toledana. Aspera, tejana, a tomar por culo. Lo que pedía el director. Ese niño insatisfecho. El cuerpo me pesa como una losa. Estoy gordo. Mi coche está malito y todo lo que gane con este filmete acabará en un concesionario de segunda mano. Rodar en Madrid es una condena. Nos odia el ciudadano. Ayer pude ver Brokeback mountain (En Terreno vedado, horrible titulo) y me recordó mucho Segunda piel. Es una bonita historia de amor que no tendría tanto ruido y furia alrededor si no fueran dos hombres los que cabalgan. Las imágenes de los campos y las reses me paralizaron.
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