Siempre ansioso de protagonismo y en su sempiterno estilo infantil, Etoo demostró de nuevo el buen uso que saca de aspavientos y lloreras pueriles. Nulo total en un partido de defensas duros, necesitó apelar por enesima vez a su condición de negrito insultado para sacar jugo de una patata vieja. Parece que un millonario no acepta los lances de un juego que se amaricona por momentos. Cañizares gemirá mañana cuando en San Mames se rian de su peinado. Guti pedirá la suspensión al escuchar ese grito de maricón que resuena a su paso por toda Expaña. No cabrá la mención de las madres, la esposa o los hijos en un deporte en el que la parte psicológica de la batalla tendrá lugar en clínicas dedicadas a afectados estarlettes cargados de cheques con los que solo sabrán tunear un coche. Por cierto, el Barcelona ganó. Etoo volvió a ser un cobarde. Espero que no le ofenda la foto en blanco y NEGRO.
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