Que esta sociedad española es absolutamente lanar, becerroide, no tiene que ser dicho por Jimenez Losantos para que yo lo suscriba y aplauda con los huevos al bies. Bono es un ejemplo de esa esquizofrenia aceptada de forma mansuna por todos. Un hipotético sociata que vive en un palacio, que se rodea de ricos y folcloricas, que se dice católico e hispanofilo, asiste a la infantiloide revolución ZP, chupando del bote como un chotillo y, ahora, cuando le dan la patada en el ojete, apela nuevamente (ya lo hizo en la falsa agresión y en el temita de la medalla y de forma cobarde como siempre) a sus churumbeles. Falso, sentimentaloide, baboso, chupoptero, incapaz de asumir el rol de un político sufriendo con hombria la critica y la toma de decisiones antipaticas, fundador del buenismo. El buen rollo tiene en este jeta a su padre ideólogo. Que te den.
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