jueves, septiembre 18, 2008

América

El hombre, el que tiene luces y el mas fundidito, ha sostenido sus días mas tristes, mas oscuros, gracias a la mera posibilidad de satisfacer una busqueda. Historicamente, el paradigma de ese ansia ha encontrado su casa original en América. Si, ya. Tierra de oportunidades. Pero se trata de un trozo de tierra como otro cualquiera, que puede comprar alguien cualquiera con dinero, que oculta bajo las entrañas sus evacuaciones, donde el hierro se oxida y los huesos se quiebran, como los bancos. Hoy, como Kafka en su día, busco como quedarme en América, dejando atras un pasado vergonzante. Pero luego viene el cabrón genial de Constantino y te dice que la ciudad, el continente, el barrio, irá en ti siempre. Volverás a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez; en la misma casa encanecerás. Pues la ciudad es siempre la misma. Otra no busques -no la hay-ni caminos ni barco para ti. La vida que aquí perdiste la has destruido en toda la tierra.

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