Aquí, tenemos su imagen. El dolor de la bursitis trocantérea se localiza lateralmente en la cadera (en rojo) y puede irradiarse incluso hasta la rodilla. El decúbito sobre el lado afecto es doloroso. Al valorar la rotación interna de la cadera con la rodilla y cadera flexionadas 90 grados, la mayoría de los pacientes con bursitis trocantérea tienen dolor en la cadera lateral.
Sin embargo, el hallazgo definitivo en la exploración es la sensibilidad sobre el trocánter mayor. El paciente debe echarse con el lado de la cadera afecta hacia arriba. Las piernas deben flexionarse unos 45 grados. Mientras se observa la cara del paciente buscando signos de dolor, palpar firmemente sobre el área del trocánter mayor. Si la palpación del trocánter mayor es dolorosa, palpar otras zonas de la cadera y muslo lateral para ver si también son sensibles.
Si lo son, esto es, si gran parte del muslo lateral es doloroso, no se puede hacer el diagnóstico de bursitis trocantérea, ahora bien, en el caso de serla, el tratamiento es: Reposo o disminución de la actividad. Alza en el calzado si hay una diferencia significativa en la longitud de los miembros (si la extremidad del lado afecto es más larga, esto tiende a aplicar una presión adicional sobre el trocánter). Antiinflamatorios. Por último, antes de acabar por hoy, conviene descartar otras afecciones de estructuras vecinas que pueden incordiar la citada zona, como es el caso de la compresión del nervio fémoro-cutáneo lateral cuando pasa por detrás del ligamento inguinal, y que puedes ver aquí. Observa en esta imagen la vecindad de estos nervios con la cintilla iliotibial y lo fácil que resulta la confusión. Se puede ver la bolsa sinovial en azul y aquí el jeringazo, al que hacía alusión. La parte más importante en el tratamiento para la bursitis, en el caso de que sea éste tu diagnóstico, es la quietud de la cadera mientras la bursa se recupera. Mantener la cadera quieta tanto como sea posible disminuye la inflamación y evita que la bursitis empeore. Siempre que sea posible, evita realizar actividades que empeoren el dolor, como subir escaleras. Cuando el dolor haya disminuido, comienza lentamente con tus movimientos normales.
El hielo constriñe (reduce o estrecha) los vasos sanguíneos, lo cual ayuda a disminuir la inflamación (hinchazón, enrojecimiento y dolor). Pon hielo picado en una bolsa plástica y envuelve dicha bolsa en una toalla. Luego, colócala sobre la cadera y déjala durante 15 o 20 minutos en cada hora y tantas veces como consideres necesario. No duermas sobre la bolsa porque puedes sufrir serias quemaduras.
Medicamentos: puedes tomar ibuprofeno y acetaminofen para aliviar tu dolor. Estas medicinas son fáciles de conseguir porque son de venta libre (sin receta médica). Si sufres de alergia a la aspirina, no tomes ibuprofeno. Pueden aplicarte unas inyecciones de una medicina conocida como esteroides para disminuir la inflamación. Los médicos pueden agregarte anestesia local a estos esteroides. Esta medicina anestésica sirve para aliviar el dolor producido por la bursitis. Como estas medicinas alivian el dolor y disminuyen la inflamación, puedes creer que la cadera ha sanado y que puedes volver a practicar ejercicios fuertes. Es muy importante no ejercitarse hasta que tu médico lo haya autorizado. Puedes empeorar tu bursitis si comienzas a ejercitarte antes de tiempo.
Es útil la fisioterapia. El fisio te someterá a unos tratamientos para que tu bursitis mejore con más rapidez. Los ejercicios para estirar los músculos de tu cadera comenzarán después que tu bursitis, haya mejorado. Se pueden utilizar ultrasonidos para aumentar el flujo de sangre hacia el área afectada. Esto ayuda a que tu bursitis mejore con más rapidez. Se pueden utilizar los masajes para estirar el tejido y darle calor a la lesión, lo cual, aumenta la circulación de la sangre. Esto ayuda a que tu cadera se cure más rápido y mejor. Cuando los médicos lo autoricen, puedes aumentar gradualmente el peso que recargas sobre tu cadera. Te dirán también, que a medida que aumentes el uso de la cadera, debes estar segura de no sentir ningún dolor. Debido a la bursitis, te ordenarán que evites dormir sobre el costado afectado por dicha bursitis. Puedes dormir más cómodamente si lo haces sobre tu espalda. O, duermas sobre el lado no afectado por la bursitis y colócate almohadas en medio de las piernas. A continuación, mencionaremos algunas cosas que puedes hacer para evitar que la bursitis reaparezca. Comienza a ejercitarte cuando tu médico lo autorice. Si sientes dolor, no corras. Antes de comenzar, haz siempre los ejercicios de estiramiento. Estos ejercicios sirven para aflojar tus músculos y tendones. Pero, no estires tus músculos y tendones en exceso porque puede ocasiona el regreso de la bursitis. Descansa en el intermedio de tus programas de ejercicios. Después de realizar tus ejercicios regulares, realiza ejercicios de enfriamiento. Consulta a tu médico si el dolor y la hinchazón han aumentado. Si presentas nuevos síntomas que no tienen ninguna explicación o si tuvieras fiebre. P.D. De todas formas, si se pueden evitar las infiltraciones, mejor.
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