Tomar el relevo a un suicida es algo complejo. Apenas si sabes que poner. Cuando alguien se muere, impregna de su sustancia muchos espacios. Hoy leí algo cuántico y me acordé de él. Cuantos esfuerzos baldíos, cuanta energía enviada al desastre. La enfermedad me es familiar. Resulta mas dificil ponerse su ropa, sus zapatillas, usar su coche, correr por sus rutas. Hoy no lo hice. Ayer si. Sentí la traición que lo mató durante 55:02, con cierta calidad. Llevo unos días sin machacarme porque me acuerdo de él, de su ilusión por el cine. Estúpido.
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