- Un hombre triste
- Aguililla, oscuro, meditabundo, imprevisible, intenso, observador, vampirico, sufridor. Jordi es muchas de esas cosas y, a la vez, no sabes quien es. Pinta y va, como un pringadillo, con sus lienzos pateando los autobuses y taxis de Atlanta o San Petersburgo, cuando podia vivir de la cara, de hacer el paripé como la mayoria. No le importa el dictamen del mundo y yo le digo que vaya guapo y que siga el juego a la gente. Mollá se niega a hacer las cosas para caer bien y permanece inmerso en su odisea anónima. Es un ser ajeno a lo que comporta en la sociedad ser actor. Jordi siempre parece triste. Creo que se da cuenta de cuanta gente desea verle abajo.
martes, enero 18, 2005
Mi amigo, Jordi
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