Borges decia que un autor que no existe escribe una obra eterna de la que somos, como maximo, meros lectores. En la lectura se iniciaba la obra una y otra vez. La creacion se perpetuaba. Para ello, muchas veces, se debe inmolar un hombre, y esto lo digo yo, que interprete al padre de esa genesis creativa. Un hombre se esconde en un viaje que arrastrara sus horas, drogado por la obsesion. Si ese hombre se cree poseedor de un don, de un mensaje, de una mision, la derrota esta firmada. La entrega pura y sufriente, renegando del propio cuerpo, hace al guia desaparecer entre sus meros hijos, que cobraran alimento de tal obsesion. La criatura devorara al autor, libre de vanidad, que sera recordado como guru de ese teatro. Desaparece y crea. Tal como haces, Nachito Cerda.
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