Heidi Klum habria dado grandes satisfacciones al Fuhrer. Sus muslos reivindican a gritos la diversidad del genero y la irrefutable existencia de genes mas consistentes que otros, de seres superiores, de historias de superioridad evolutiva. Su belleza sobrevive a toda coyuntura psicosomatica, hasta cuando el padre del primero era un playboy anciano y gordo y el del que viene un negro lleno de cicatrices. La evolucion tambien puede devenir involucion. Y es que esto de la perfeccion es cosa de cada dia. No te puedes descuidar nunca.
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