domingo, septiembre 18, 2005

Familias

Ayer, con motivo de la fiesta mejicana organizada en el predio de los Garrido-Garcia Alarilla sito en Valdetorres del Jarama, volvimos a vernos muchos. Guillermito, hijo de Piluca Garrido y el homónimo pater, ha crecido mucho y tiene los ojos dicharacheros de sus papitos.
Doña Maria Teresa, la faraona del Jarama, acogió nuevamente a los amigos de sus hijos, en ese afan tan castellano de perpetuar la unidar familiar y los valores que han edificado un modus vivendi. Chema Garrido y un servidor, aprovechando la fiesta local, nos metimos unas cuantas Coronitas entre pecho y espalda, postulando la holganza imposible, sin cesar de condenar el trabajo como ese cancer que no nos abandonará nunca.

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