En la noche en la que los Reyes Magos visitan a escondidas una sociedad laica y light, sin otro dolor que el tránsito de la Visa por la bacaladera, no puedo sino regalar al mundo mi rigor, mi mano seca y castellana, que desea romper el cacas de Beyoncé sin piedad y echar de mi casa a toda esta mala gente que escamotea un breve responso de un desgraciado en un aeropuerto con tan poco encanto como el de Torrejón. Si ese es el precio del billete gratis, pueden metérselo por el culo. Eso si, bien lubricado. Es un culo progre, buenista, pacífico, burguesón. Llamad a Barenboim y así me pone música y no os mareais.
No hay comentarios:
Publicar un comentario