Las nadadoras se situan en mi imaginario en un campo indefinido, entre la belleza salvaje y el músculo de macho. Seres que resultan en la mayoria de los casos finalmente engañosos. La francesita que me ocupa, Laure Manaudou, ganadora de tres medallas en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, es un ídolo en Francia (agárrate), ya que es la primera nadadora de este país que gana un oro olímpico desde hacía 52 años. Con solo 20 años soporta la presión de ser favorita del Campeonato del Mundo de Melbourne que la moza inicia este 25 de marzo. Lo que importa: ¿creen que es mona?
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