domingo, diciembre 23, 2007

Piti o el bochorno de los jovenes españoles

Cuando Javier de Paz Mancho (Piti) era secretario general de las Juventudes Socialistas (esos del pañuelo palestino de terrorista), exigió a la dirección del PSOE que incorporara jóvenes en sus listas a las elecciones generales y que, como consecuencia de aquella petición, un joven leonés llamado José Luis Rodríguez Zapatero llegó a diputado. Gran cagada inicial. Normal si vemos que De Paz tiene un curriculum de mierda y ha recibido miles de oportunidades solo por ser un toca cojones sindical de juventudes trepas. La hoz y el martini, hombre con pedigrí 'rojo', que acaba de entrar en Telefónica por la patilla. Comparan la incorporación del proletario a la de los amigos de Aznar. Solo que este gordito no sabe de nada.
Su nombramiento suena a broma cuando se observa que se ve acompañado del de Manuel Pizarro. Dos hombres de empresa, pero con una fuerte y enfrentada adscripción política, dice EL PAIS. Uno es un coloso y el otro un conspirador. En un plato de la balanza, Pizarro, el ínclito ex presidente de Endesa, enemigo acérrimo del Gobierno durante meses. En el otro, Paz, un socialista de toda la vida, una persona muy cercana al presidente. Uno abogado del Estado. Del otro no se ven titulos ni meritos. Juega al basket con ZetaPeta.
Javier de Paz es más conocido por su faceta política que empresarial. Su padre, tornero de Agromán que fue concejal socialista dos legislaturas, y su tío, el histórico líder ugetista Jesús Mancho, le metieron desde pequeño la bicha en el cuerpo. Pronto se afiliaría a UGT y a las Juventudes Socialistas (JJ SS) y participaría en tareas organizativas con su tío, descargador del mercado central de la ciudad. Paradojas de la ética progre, el sobrino llegaría a presidir Mercasa, empresa que agrupó todos los mercados de España. La ascendencia de su tío fue total. Mancho murió en 2002 dejando por hacer un último tramo del Camino de Santiago. Iba en un grupo en que también estaba Cándido Méndez, secretario general de UGT. De Paz completó, por su tío, esa última etapa. Que romantico.
Piti no terminó Derecho por centrarse en las JJ SS; pobrecito proletario. Aunque tiene pocos enemigos, hay opiniones encontradas, desde los que dicen que era un maniobrero a los que le reconocen una profunda inteligencia y afanes constructivos.
Emigró a Madrid en 1978 para entrar un año después en la ejecutiva nacional, de la que asumiría la secretaría general en 1983. Se enfrentó al Gobierno de Felipe González al anunciar que las JJ SS harían campaña en contra de la entrada a la OTAN, aunque luego se abstuvieron de hacerla. Que cagón, el progre.
Ahora con Zapatero comparte la afición al fútbol (es del Barça menos cuando juega con el Valladolid) y al baloncesto, deporte que ha practicado con el presidente. Javier Gómez Navarro le enchufó hace siglos, sin estudios, en el cargo de director general de Comercio Interior. Allí cerró la venta de Galerías a El Corte Inglés y elaboró la Ley de Comercio Interior, que dejó abierta la polémica sobre los horarios comerciales. Por cierto, Galerias ¿de quien era?
Luego, Gómez Navarro, su padre profesional, le colocó entre los notables del Consejo Superior de Cámaras. Su nombre aparece prácticamente en todas las mesas en las que se cuecen acuerdos de alto rango, aunque en realidad él no intervenga. Ahora le toca aconsejar a Telefónica y mostrar sus competencias.
Critican en EL PAIS que Maximino Carpio, uno de los sustituidos ahora, llegó a consejero por ser profesor de Aznar. ¿Y este moñas de pañuelito palestino y cubierto de 15000 pelas de quien fue nada? Un cerullo de ese profesor no entra en su plato.

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