Impartiendo una clase de Psicología Integral/Transpersonal se me ocurrió la siguiente frase "La repetición sin conciencia es un hábito, la repetición consciente es Maestría. En un ensayo entraríamos a dilucidar ¿qué es conciencia?, para poder aseverar semejante afirmación. Sirvanos como entrada del tema de este mes para comprender los estadíos evolutivos de la conciencia según Wilber. En su visión integral, la evolución NO se trata del paso rígido por metafísicos niveles fijos pretedeterminados creados apriorísticamente por un Dios antropomorfo de larga barba y afable aspecto, sino de niveles de conciencia generados por la repetición consciente de un número suficiente de seres humanos (masa crítica). Wilber, al igual que Deepak Chopra en su recuperada "Ley de la Potencialidad Pura", opina que la Conciencia es un campo de potenciales infinitos en el que surgen los niveles evolutivos a partir de que un determinado estadío de conciencia emerge en la referida masa crítica. Este número de personas con su grado de conciencia crean literalmente un patrón kósmico que, entonces si, actúa como pretedeterminado para todos los que vengan detrás y deseen evolucionar e incluso trascender a sus antepasados.
El patrón kósmico ofrece estructuras fijas sobre las que sustentar el desarrollo posterior. Los que vienen detrás se habitúan más rápido, repitiendo menos veces lo que ya está ganado por los maestros. Sería algo así como los abridores de caminos en la selva. Ellos son maestros en el arte del machete abriendo paso y claridad. Los que vamos detrás pasamos por el mismo lugar, sólo que de una manera más cómoda e inconsciente. Así, la maestría requiere de la repetición consciente y atenta de algo que es positivo y útil para el bien propio y común. Metafóricamente hablando, el hábito sería el paso repetido por la apertura, ya existente, entre lianas y arbustos. Rupert Sheldrake demostró, en un experimento científico, que el tiempo y la dificultad empleada para resolver crucigramas ya resueltos, previamente, por un número determinado de personas, era mucho menor que el empleado la primera vez. Por todo lo anterior vemos que cada nivel evolutivo precisa de maestros (personas que repiten conscientemente actos relacionados con las cualidades del corazón espiritual) para marcarnos el rumbo. Cada uno de nosotros podemos ser el maestro necesario para formar la masa crítica que genere el peldaño siguiente. Sólo asumiendo esta responsabilidad podremos seguir ascendiendo en nuestra evolución hacia la Verdad de nuestra auténtica naturaleza, el Espíritu. El genetista Eduardo Boncinelli opinaba que hoy en día "podemos considerarnos desvinculados de los condicionamientos de nuestra biología, pero no debemos olvidar que esta libertad es una conquista y a la vez un poderoso regalo de nuestros propios genes". Podemos reconocer cada nuevo nivel de conciencia como una conquista de la existencia, no sólo humana sino global. Con respecto a la humana Wilber nos dice: " las estructuras (o patrónes kósmicos) de nivel inferior (vease hasta el verde, incluido, basándose en la Dinámica Espiral de Beck y Cowan) son tan antiguas que ya están pretederminadas y son fijas. Cada niño, adolescente y joven tendrá que pasar por ahí si quiere hacerse adulto. Son estadíos de conciencia que no se pueden obviar o saltar. Se han hecho reales, en el sentido estricto de la palabra, de una manera concreta y nada metafísica, existiendo como niveles verdaderos de desarrollo entre seres humanos reales en un mundo real. Cuanto más viejos son esos patrones más se convierten en hábitos kósmicos y por lo tanto más dificiles son de romper". Ahora, como humanidad, nos encontramos en el punto de formar los niveles superiores turquesa y coral. Puesto que cada nuevo nivel incluye a los anteriores, somos responsables de aprovechar lo positivo de lo anterior y generar, de manera creativa, nuevas estructuras sostenibles que representen unos hábitos kósmicos útiles. Raquel Torrent Asociación Integral Española conocimiento interdisciplinar aplicado Asociación Integral
No hay comentarios:
Publicar un comentario