domingo, noviembre 13, 2005

Karen Mulder´s dementia

Karen Mulder vive un ocaso anónimo. Hace unos años, el periodista estrella Thierry Ardisson, le invitó para hablar de un tema que estaba ocupando espacio en los medios en las últimas semanas: las acusaciones de acoso sexual de las que era objeto nuevamente la agencia de modelos Elite. Karen Mulder habló y no calló ante Ardisson, las cámaras y el habitual público presente, pero el programa nunca llegó a emitirse. Es más: la cinta en que fue grabada la entrevista fue borrada y al público se le pidió que entregaran sus cámaras caseras de video o fotográficas para hacer desaparecer todo vestigio del encuentro. Ardisson se negó a dar explicaciones a la prensa por medidas tan abruptas, Mulder desapareció de los lugares que solía frecuentar y fueron pocos los medios que se hicieron eco de lo que había ocurrido en los estudios de France 2. Pero lo dicho en la entrevista no tardó en trascender: Mulder acusó de violación no sólo a integrantes de la agencia Elite sino a otras personas entre las que se encuentran su propio padre y el príncipe Alberto de Mónaco. ¿La modelo decía la verdad o fue víctima de un brote psicótico en pleno grabación? ¿Por qué un programa que en otras ocasiones no tuvo problemas de caer en el sensacionalismo decidió hacer desaparecer un material tan explosivo? En pleno furor del mundo de las modelos, cuando reinaba la santísima trinidad Cindy/Claudia/Naomi, Karen Mulder fue considerada la modelo top del año. Era 1995 y la holandesa nacida en 1970 vivía sus largos quince minutos de fama. Y fueron mucho más de quince: había comenzado a destacarse unos años antes cuando salió segunda en la competencia anual de Elite para aspirantes a modelos, y desde entonces no paró de trabajar, siempre bajo el control de la agencia que ya había hecho famosas a Cindy Crawford, Andie Mac Dowell, Iman, Linda Evangelista, entre otras. Una jornada de fotos o de desfile le reportaba entre 10 y 30 mil dólares. Por menos no salía de su cama. Participó en las campañas más prestigiosas, fue tapa de todas las revistas de moda, lució la ropa interior de Victoria Secret’s y en Holanda se convirtió en una heroína nacional al punto de ponerle su nombre a una clase de tulipanes.Hoy sus acciones no cotizan tanto como en los noventa. Es lógico. El surgimiento de nuevas modelos top y el haber cumplido treinta años relegó no sólo a Karen Mulder sino a toda su generación de supermodelos. Mantienen el prestigio, engalanan las fiestas, pero las grandes marcas y las revistas de moda las prefieren más jóvenes.Mulder es el típico producto de Elite, la agencia que fundaron en 1971 John Casablancas y Alain Kittler y que casi enseguida se convirtió en la principal competidora de la agencia Ford, un emporio construido sobre el arte de representar chicas bellas (incluidas actrices como Drew Barrymore y Cameron Diaz). En 1983, Casablancas y Kittler crearon Elite Model Look, el concurso del que surgieron las modelos que dominaron la escena fashion de los ochenta y los noventa. Su última top model surgida en este concurso fue la brasileña Giselle Bundchen, que lo ganó en 1994.En 1999 estalló el escándalo cuando un informe de la BBC, realizado con el sistema de cámara oculta, puso en evidencia que los directivos de Elite maltrataban a sus chicas, la mayoría quinceañeras. Abusos sexuales, comentarios racistas, utilización de drogas y otras actitudes poco edificantes para adolescentes, recorrieron el mundo.Pero Elite no perdió el prestigio y cerca de 800 mil padres firman anualmente la autorización para que sus hijas participen del concurso Elite Model Look.
De las 400 mil chicas de entre 14 y 18 años que participan en más de cincuenta países, sólo quedan catorce en la final.Este año la ganadora y la segunda finalista fueron holandesas, como Karen Mulder.La revista mensual Capital surgió en Francia en 1991 y vende cerca de medio millón de ejemplares por número. Su punto fuerte son las investigaciones económicas, pero también realizan otro tipo de trabajos. En agosto de este año entrevistaron a Omar Hafourch, un libanés instalado en Ucrania, dueño de una radio y responsable en 1999 de la edición local del concurso de modelos de Elite. Hafourch salió a contar con pelos y señales cómo los responsables de la agencia le pidieron “probar” a las participantes antes de dar su veredicto, aportó pruebas de cómo se manipulan este tipo de concursos y de cómo se utilizan las modelos para realizar “favores” a gente poderosa.Elite volvía a ser el centro de acusaciones de acoso sexual. Pero, antes de que estallara el nuevo escándalo, John Casablancas se retiró del negocio: “Uno de mis mayores pesares es que creé a la supermodelo. La agencia Elite elevó los salarios de las modelos hasta cotas que nadie podía imaginar, pero las chicas nunca me lo agradecieron. Estoy harto”, confesó en una entrevista al diario español El Mundo. A caballo de este nuevo escándalo, Mulder fue invitada al programa de Thierry Ardisson. El periodista es una mezcla de Mauro Viale y Andy Kusnetzoff, pero a la francesa: es decir, también escribe novelas. No le molesta hacer llorar a sus entrevistados en sus célebres reportajes, pero su cultura le ha granjeado la fama de ser el nuevo Bernard Pivot, el célebre conductor de “Bouillon de Culture”.Mulder habría llamado a Ardisson unos días antes de la entrevista para decirle que tenía datos sobre la agencia Elite referidos a las acusaciones de la revista Capital. Lo ocurrido durante la grabación llegó a los medios gracias al testimonio del público que habitualmente hace de decorado. Extrañamente, los medios no corrieron tras el escándalo y el propio Ardisson hizo borrar la grabación de la entrevista. La razón: el riesgo de ser querellados por algunos de los acusados.Uno de los pocos medios, junto al diario Le Monde, que se hizo eco de lo ocurrido fue la revista Technikart, que en su sitio de Internet (http://www.technikart.com/une/141101/droite.html)
reconstruye lo ocurrido a partir del testimonio (incluido en formato video) de un integrante del público.Karen Mulder llegó muy nerviosa al estudio, donde también esperaba para ser entrevistada la cantante sexy Ophélie Winter. Ardisson le preguntó por la agencia Elite y ella contó que había sido violada por integrantes de la agencia. Pero cuando parecía que todo iba encaminado a convertirse en una mancha más para Elite, Mulder decidió dar más datos de su vida. Dijo haber sido violada también por su padre y por otras personas cuyos nombres los testigos no llegaron a registrar, salvo uno: el príncipe Alberto de Mónaco. Mulder dijo haber estado bajo hipnosis gran parte del tiempo por lo que no habría sido consciente de las violaciones a las que era sometida sino hasta hace poco tiempo. También agregó que todo era una conspiración de su entorno y que iba a demandar a aquellos que habían abusado de ella.Ardisson no sabía cómo encaminar una entrevista que desde el dato de la hipnosis en adelante parecía arrancado de una película clase B. El periodista fue detrás de cámara para consultar con sus productores y volvió para tratar de cerrar de la mejor manera el diálogo, pero la modelo estaba llorando. Decía que las violaciones eran moneda común en el negocio del espectáculo y agregó que Ophélie Winter sabía muy bien del tema por experiencia propia. Mulder le pidió que testimoniara, pero la cantante se negó a salir en ese momento ante las cámaras. Entonces la modelo no soportó más, se levantó y se retiró casi corriendo del estudio dejando a Ardisson por primera
vez en su carrera sin saber bien qué hacer. La producción de su programa, en cambio, reaccionó rápido: un integrante del público tenía una videocámara y amablemente le borraron la cinta. Los que tenían cámaras fotográficas fueron invitados a dejar el rollo antes de retirarse. Ophélie Winter se sentó en el sillón que había dejado vacío Karen Mulder y las virtudes del montaje hizo que en la emisión del programa no se notara la presencia fugaz pero tempestuosa de la modelo.La opinión off the record de los testigos y hasta del propio Ardisson es que Mulder fue víctima de un ataque paranoico de persecución. Eso no es suficiente para explicar o para negar de plano las fuertes acusaciones que pesan sobre Elite, sobre el entorno de la modelo y hasta sobre el príncipe heredero de Mónaco, país en el que se encuentra instalada Mulder desde hace más de un lustro. ¿Se volvió loca Karen Mulder? O lo que sería realmente grave: ¿fue víctima de abusos sexuales que la llevaron a tratar de esconderlos detrás de la historia de la hipnosis y generalizándolos a todos aquellos que tuvieron algún contacto con ella? La verdad tal vez esté ahí afuera, pero el escándalo y las sombras sobre el mundo de las modelos están muy pero muy cerca.

No hay comentarios: