La fascinación por el mal siempre ha sido necesaria para engrandecer la nobleza del heroe. Un villano sin atractivo liquida la leyenda de Aquiles o Shane. La misteriosa respiración de Darth Vader o la mirada reptil de Lecter sobreviven en nuestro recuerdo. La visión pacata y provinciana del benéfico ecologista nacionalista no logra combatir a estas bestias. Mañana al cine. Mata a Carod, Darth.
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