viernes, febrero 08, 2008

Salutación del optimista, Ruben Dario

  • Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda,
  • espíritus fratemos, luminosas almas, ¡salve!
  • Porque llega el momento en que habrán de cantar nuevos himnos
  • lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los ámbitos;
  • mágicas ondas de vida van renaciendo de pronto;
  • retrocede el olvido, retrocede engañada la muerte;
  • se anuncia un reino nuevo, feliz sibila sueña
  • y en la caja pandórica, de que tantas desgracias surgieron
  • encontramos de súbito, talismánica, pura, rïente,
  • cual pudiera decirla en su verso Virgilio divino,
  • la divina reina de luz, ¡la celeste Esperanza!
  • Pálidas indolencias, desconfianzas fatales que a tumba
  • o a perpetuo presidio condenasteis al noble entusiasmo,
  • ya veréis al salir del sol en un triunfo de liras,
  • mientras dos continentes, abonados de huesos gloriosos,
  • del Hércules antiguo la gran sombra soberbia evocando,
  • digan al orbe: la alta virtud resucita
  • que a la hispana progenie hizo dueña de siglos.
  • Abominad la boca que predice desgracias eternas,
  • abominad los ojos que ven sólo zodíacos funestos,
  • abominad las manos que apedrean las ruinas ilustres,
  • o que la tea empuñan o la daga suicida.
  • Siéntense sordos ímpetus en las entrañas del mundo,
  • la inminencia de algo fatal hoy conmueve la Tierra;
  • fuertes colosos caen, se desbandan bicéfalas águilas,
  • y algo se inicia como vasto social cataclismo
  • sobre la faz del orbe. ¿Quién dirá que las savias dormidas
  • no despiertan entonces en el tronco del roble gigante
  • bajo el cual se exprimió la ubre de la loba romana?
  • ¿Quién será el pusilánime que al vigor español niegue músculos
  • y que el alma española juzgase áptera y ciega y tullida?
  • No es Babilonia ni Nínive enterrada en olvido y en polvo,
  • ni entre momias y piedras reina que habita el sepulcro,
  • la nación generosa, coronada de orgullo inmarchito,
  • que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas,
  • ni la que tras los mares en que yace sepultada la Atlántida,
  • tiene su coro de vástagos altos, robustos y fuertes.
  • Únanse, brillen, secúndense tantos vigores dispersos;
  • formen todos un solo haz de energía ecuménica.
  • Sangre de Hispania fecunda, sólidas, ínclitas razas,
  • muestren los dones pretéritos que fueron antaño su triunfo.
  • Vuelva el antiguo entusiasmo, vuelva el espíritu ardiente
  • que regará lenguas de fuego en esa epifanía.
  • Juntas las testas ancianas ceñidas de líricos lauros
  • y las cabezas jóvenes que la alta Minerva decora,
  • así los manes heroicos de los primitivos abuelos,
  • de los egregios padres que abrieron el surco pristino,
  • sientan los soplos agrarios de primaverales retornos
  • y el amor de espigas que inició la labor triptolémica.
  • Un continente y otro renovando las viejas prosapias,
  • en espíritu unidos, en espíritu y ansias y lengua,
  • ven llegar el momento en que habrán de cantar nuevos himnos.

  • La latina estirpe verá la gran alba futura:
  • en un trueno de música gloriosa, millones de labios
  • saludarán la espléndida luz que vendrá del Oriente,
  • Oriente augusto, en donde todo lo cambia y renueva
  • la eternidad de Dios, la actividad infinita.
  • Y así sea Esperanza la visión permanente en nosotros.
  • ¡Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda!

Rubén Darío, marzo 1905

miércoles, febrero 06, 2008

Marias resucita gracias a un yankee

ABC./ Julián Marías Aguilera (1914-2005) fue un maestro de energía: escribiendo, pensando, leyendo... Infatigable, sabio, siempre regresaba al verso de Cervantes: «Tú mismo te has forjado la ventura». Se fue un invierno de hace dos años, entre el frío de una España oficial que fue bastante cicatera y tacaña con él: un «bien cultural». Sufrió represalias por parte del franquismo, y luego por los gobiernos de uno u otro signo, pero nunca le importó. A Julián Marías, casi toda su vida ligado a ABC, le importaban sus lectores, que eran legión, dentro y fuera de España. Su lema «Que por mí no quede» lo fue hasta su final, «pese a las muchas traiciones que alguien con tal carácter inevitablemente padece, como cuando paró en la cárcel al terminar la guerra denunciado por quien había sido hasta entonces su mejor amigo, y eso no le impidió seguir creyendo en la gente...», escribió en ABC Javier Marías, que le debe «mucho como escritor» a un padre al que siempre recuerda trabajando.
Don Julián era «un pozo de sabiduría, de inteligencia, de sagacidad, de patriotismo, de religiosidad, un hombre con una ternura emocionante, con una bondad de niño, con unas ingenuidades increíbles», lo esculpió Santiago Castelo. Y ese hombre de la «visión responsable» es vindicado a partir de mañana en un Congreso Internacional organizado por la Asociación Española de Personalismo, la Complutense -que concederá a Julián Marías a título póstumo su medalla de oro- y CEU-San Pablo. El Colegio de Doctores y Licenciados le nombrará Colegiado de Honor, y Páginas de Espuma reedita las memorias de Marías, «Una vida presente».
El hispanista Harold C. Raley, de la Universidad de Texas, amigo personal del pensador, que clausurará el Congreso, define a Julián Marías como un dechado de rectitud intelectual, y moral; una persona superior: «Hubiera sido un excelente americano», matiza. Raley considera que «sin Marías la filosofía de Ortega queda manca. Inexplicable sin él, irreductible sin él. Don Julián dio unos pasos más allá de Ortega, y más acá. Él es previo a Ortega, cuyo pensamiento sitúa en un contexto amplio, universal, en la tradición occidental. Te ayuda el sentido cristiano que mantiene, del que hay mucho en Ortega. Y está el impacto de Unamuno. Los escritos de Marías son esenciales para comprender a Ortega».
Para Raley, la manera de pensar de Marías «hace mucha falta en EE. UU: su filosofía de la persona, porque se tiende a interpretar las cosas desde un plano secundario, en términos políticos, sociológicos, económicos. Y falta lo fundamental: la antropología de la persona. Me interesan sus ideas sobre la persona como objetivo estético, su interpretación de la persona, y su manera de filosofar dentro de un un contexto religioso, de una fe personal. Marías me enseñó cómo ser intelectual, y me sirvió de maestro de lengua inglesa. Mis dos maestros de inglés han sido españoles: Ortega y Marías».
Juan Manuel Burgos, presidente de la Asociación Española de Personalismo, señala la plena vigencia del pensamiento de Marías, «muy leído, pero poco estudiado, muy vital y actual». Francisco Javier Jiménez, responsable de la reedición de las Memorias, sostiene que Marías es «un filósofo con el que España tiene una deuda importante. Él nos invita a un ejercicio coherente y responsable de preguntarnos por el sentido de la persona».

domingo, febrero 03, 2008

Adicto al dolor

Acabo de confirmar mi dolencia.
Y soy hipertenso. Y soy obeso. Y soy indolente.

sábado, febrero 02, 2008

viernes, febrero 01, 2008

Sin que sirva de precedente, gran video

'Vidas al límite', por Juan José Millás
Daniel Álvarez: sordo desde los 4 años y ciego desde los 30. Ver documental

Leyenda Negra

El creador del término Leyenda negra española, Julián Juderías, lo describe en 1914 en su libro La Leyenda Negra como:[1]

  • ...el ambiente creado por los relatos fantásticos que acerca de nuestra patria han visto la luz pública en todos los países, las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y colectividad, la negación o por lo menos la ignorancia sistemática de cuanto es favorable y hermoso en las diversas manifestaciones de la cultura y del arte, las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado sobre España...

    Julián Juderías[1]

    En opinión del historiador e hispanista Henry Kamen, el concepto de «Leyenda Negra» dejó de existir en el mundo anglosajón hace ya muchos años, aunque se mantiene por cuestiones políticas internas españolas.
  • Título: Leyendas negras.Vida y obra de Julián Juderías Autor: Español Bouché, Luis Editor: Junta de Castilla y Leon Lugar: Valladolid País: España Fecha: 2007

lunes, enero 28, 2008

El amor... oh, el amor

¿Puede una alteración de la química del cerebro ser la columna vertebral de un modus vivendi y operandi aceptado por millones de personas, durante cientos de miles de años? ¿Puedo estar equivocándome yo? ¿Como puedo sostener mi proyecto de vida en torno a algo falible, efimero, refutable y puramente biológico? Cuando me vienen estas pajas mentales, acudo a certezas inmediatas como Sara e inundo de alimento virtual la parte de mi vida menos atendida.

The Bucket List - trailer

ARTOLA. HISTORIA DE EUROPA

La Historia de Europa de Miguel Artola es una obra amplia y ambiciosa que recorre casi tres milenios para ofrecer un panorama comprensivo del viejo continente.

Construida a partir del terreno compartido de la cultura y de las complicidades y semejanzas de las instituciones, Europa, aunque no fue nunca Estado, contempla una posibilidad sui generis de ser una forma de radio mayor, según el autor/director de Historia de Europa, publicada por Espasa.

Miguel Artola, uno de los historiadores españoles más prestigiosos, ha dirigido un buen equipo de autores para llevar a cabo esta magna obra en dos tomos, entre los que se encuentran Martín Almagro Gorbea, Victor Alonso, Troncoso, Fernando Checa Cremades, Juan Pablo Fusi, José Ángel García de Cortázar, Miguel Ángel Ladero, Fernando Quesada, Álvaro Soto, y J.M. Sánchez Ron. El coordinador es Julio Antonio Pardos.

La presentación, llevada a cabo por Juan Torres Piñón, presidente del Colegio Libre de Eméritos y de Rodolfo Martín Villa, explica que "la orientación esencial de la obra consiste en narrar, más allá de la cronología, la evolución a largo plazo y a grandes rasgos de las principales instituciones, ideas, técnicas y sistemas de organización política, social y económica que sucesivamente han constituido el entramado de nuestra civilización a lo largo de más de tres milenios".

"La obra no olvida la decisiva influencia de los individuos más eminentes", señala. "Hay una historia más extensa que la local y la que pivota sobre Estados-naciones, la que se construye sobre grandes contraposiciones conceptuales (Cristiandad y paganismo, Occidente y Oriente, capitalismo y socialismo) y también la Historia Universal", se subraya en la obra."Europa tiene hoy el gran reto de su redefinición, al compás de la reorganización de las instituciones de la Comunidad creada hace justo cincuenta años con el fin de evitar nuevas guerras y conflictos entre los países del continente. La continuación de este gran proyecto histórico, basado en los mejores valores de nuestra civilización, exige una vez más, mirar al pasado, pero con la voluntad puesta en el futuro, para proponer a los europeos de hoy una visión renovada de lo que Europa ha sido, lo que no debería volver a ser y lo que habría que seguir conservando", indican Torres Piñón y Martín Villa.

Adios Fago cruel.

domingo, enero 27, 2008

No lo sabes, niña

Los buenos restos de Fago

Asi me gusta

Los días frágiles

Novela centrada en los últimos días de Rimbaud. Carácter destructivo que perfila un destino. Nada vio duradero, y por eso rastreó cientos de caminos. Nunca agotó ninguno de ellos, porque a cada paso veía otros nuevos. Hombre siempre fronterizo. Arthur Rimbaud, el poeta maldito entre los malditos. La poesía cambia la vida o no es poesía. Fue tan cruelmente coherente con su idea que dejó de escribir. Después de Rimbaud, el arte ya nunca será la celebración o la condenación de la vida humana. La poesía de Rimbaud es de aniquiladora coherencia: su poesía cambia tanto la vida que deja de escribir. El fracaso revolucionario se plasma en su vida. Se enfrenta a todos, amigos, familias, paisanos y compatriotas… No quiere pertenecer a esa cultura. Se larga a los antípodas de Francia, de Europa, y vive casi como un tratante de esclavos en África. Su forma de vida, casi bárbara y salvaje, en África, es el resultado de un programa estético. Y también político. El grandioso poeta francés, cuyos versos tenían la voluntad de destruir la cultura, termina viviendo como había previsto. Es difícil hallar un programa sistemático de destrucción de la cultura comparable al trazado y desarrollado por Rimbaud. Esa voluntad de destrucción la plasma en su obra y en su vida. Fiel a su voluntad de transgresión constante, termina transgrediendo su propia escritura. No hay peor agresión a la escritura que abandonarla. Negarla. Dejar de escribir. Ése fue el gran exceso de este hombre excesivo. Ésa fue, obviamente, la tragedia de sus lectores. Ésa fue, seguramente, su tragedia. Eso fue, exactamente, lo que hizo el poeta, que nos enseñó a ver con los ojos del espíritu. El poema no se ve con los ojos de la carne sino con los del espíritu, sencillamente porque la poesía es fusión de ver y creer: "Et j'a vu quelquefois ce que l'homme a cru voir". En esta novela aparece algo de ese espíritu de Rimbaud, grandioso poeta en la adolescencia que dejó súbitamente las letras, los versos, para sobrevivirse a sí mismo y que vivió gran parte de su vida como si siempre hubiese sido un vulgar y hosco traficante del trópico africano. Algo, en fin, de todo eso aparece en esta novela, pero siempre en grado menor, porque se centra en los últimos días del poeta, cuando regresa a Francia muy enfermo. En forma de diario, la narradora, su hermana, que es el polo opuesto de Rimbaud, va contando el regreso a Francia de Arthur, gravemente enfermo. Vuelve para morir. El retrato de los sentimientos de Rimbaud ante su trágico final, los recuerdos de la hermana y de algunos pasajes de la vida de Rimbaud y, sobre todo, la reflexión moral permanente sobre dos formas de vida radicalmente distintas, una transgresora y desasosegante y otra conservadora y sosegada, ocupan gran parte del relato. La frase breve, a veces cortante, se agradece, en una novela que tiene tanto de pensamiento como de ficción. Obstinación, perseverancia y esfuerzo serían rasgos del hombre Rimbaud, que han sido perfectamente trazados aquí por Besson. Sin embargo, esos mismos rasgos ocultan el principal gesto del poeta: el odio a la cultura existente, o sea, su afán revolucionario. Su exceso. Rimbaud es metáfora de la crítica radical a la cultura occidental. Es la metáfora de la autodestrucción. Tengo la sensación de que esta por otro lado buena novela no se ha enterado de la importancia de ese asunto, crucial en la obra de Rimbaud y decisivo en la propia cultura crítica de Occidente. PHILIPPE BESSON: LOS DÍAS FRÁGILES. Alianza (Madrid), 2007, 223 páginas.
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Cosas que podrán salvar mi vida

lunes, enero 21, 2008

Test Windows Video maker

Retrato de un desastre o como encontrar justificación instantanea para el suicidio.