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domingo, junio 14, 2015

El dolor de la risa. Cómicos con depresión



El suicida gracioso

Rufufu

Un director español de comedias de gran éxito (en míticas series de televisión y en tres películas, rara vez falla), me dijo que el mejor humor surgía de situaciones muy trágicas. Las grandes comedias se gestan al alterar, casi pervertir, nuestra mirada. Nos introducimos en la terrible vida de un verdugo, de gente luchando por un piso, de un suicida, de una delincuente, de un drogadicto, una puta o un par de parados y nacen historias de Berlanga, o Little Miss Sunshine, Marnie la Ladrona, Aida, Trainspotting, Rufufú ...





El cómico tiene que poner otra lente. Y eso lo hace poca gente. Si se es un ser atormentado, con tendencia a observar esas situaciones, el creador puede quedarse ahí abajo, rumiando doliente. Tiene que poseer una mirada educada hacia lo insólito, lo grotesco e inesperado. Es un humor que nace tras llorar un poco, tras sentirse solo, aislado en el drama. Dicen los expertos que la comedia motiva a estos observadores por el poder sanador de las risas del espectador. Cuando muere un padre, al salir a la calle, choca la sensación de que el mundo sigue sin reparar en el dolor propio. ¿Cómo pueden sonreír, comprar, pasear? Y se continua con la paulatina inmersión en la multitud, el unirse a la pulsión del mundo, que hace que el duelo sea mas leve, incorporándonos a esa corriente eterna que es la vida. Para eso existen los funerales, los pésames. Son ritos. La comedia es el pasaporte de estos delicados seres ante la devastación que el mundo les proporciona con cada paso en la vida. Es su gran rito. Es su modo de retornar a "lo normal", de encontrar la salvación, aunque ellos saben que la vida es la mayor ficción (la comedia es un truco tras otro) y que lo mas verdadero que sienten es innombrable, es lo oscuro.

Robin Williams se suicidó el 11 de Agosto de 2014

"Robin Williams had been on and off meds his whole life. I could sense in him as we spoke at length on the phone that this was a subject that he wanted to talk about; the brain of the comedian and the ego and the sensitivity of that performer. Talking in length to me about it – and it's startling that it's a subject that for the most part has gone undiscussed in the public forum – he seemed excited for this opportunity for fans to peel back the curtain and find out just what the hell is under there."

El suicidio de Robin Williams, un hombre cuyo humor siempre se movió en el terreno de la más afable honestidad, que educó a una generación completa de niños estadounidenses, devastó el corazón del mundo entero. La revisión de su humor más afilado no ofrecía ningún indicio de su tormento interior. Su trabajo podía gustar o no, pero estimulaba a vivir. Surge entonces la gran pregunta. ¿Cómo no pudimos jamás sospecharlo? Pero muchos saben bien el porqué. Como lo supieron en marzo, cuando los detalles clínicos del piloto de un vuelo de Germanwings, siniestrado en marzo en los Alpes franceses, mostraban que trataba su enfermedad de forma oculta. Es el estigma. La mácula. La cruz.

Kenneth Williams: "I certainly wouldn't call myself a happy human being. All the comedians I've ever known have been deeply depressive people, manic depressive. They keep it at bay with this façade."

Tras la muerte de Williams muchos cómicos se han sincerado. Y muchos desenlaces ya olvidados han cobrado actualidad, como el suicidio de Tony Hancock, el de Freddie Prinze Sr en 1977, el terrible final de Lenny Bruce o las vida extremas de John Belushi, de Fatty Arbuckle, de Chris Farley. Incluso Stephen Fry ha dado detalles de su enfermedad bipolar. Pero en el caso del cómico no se puede caer en la generalidad del vínculo entre creatividad y desorden. Porque lo supera. 

Rodney Dangerfield It’s Not Easy Bein’ Me: A Lifetime Of No Respect But Plenty Of Sex And Drugs
Rodney Dangerfield

“My life is nothing but pressure. All pressure. This pressure is like a heaviness. It’s always on top of me, this heaviness. It’s always there since I’m a kid. Other people wake up in the morning, ‘A new day! Ah, up and at ’em!’ I wake up, the heaviness is waiting for me nice. Sometimes I even talk to it. I say [adopts cheerful voice] ‘Hi, heaviness!’ and the heaviness looks back at me, [in an ominous growl] ‘Today you’re gonna get it good. You’ll be drinking early today.’”—Rodney DangerfieldNo Respect


Existen muchos otros casos de cómicos cuya maltrecha psique contrasta extraordinariamente con la percepción que el público tiene de ellos. Las memorias de 2004 del gran Rodney Dangerfield  (It’s Not Easy Bein’ Me: A Lifetime Of No Respect But Plenty Of Sex And Drugs) sorprendieron por su tremenda carga de tristeza. Cuenta que en una ocasión rechazó una invitación para cenar con su ídolo máximo, el gendario Jack Benny: “La verdad es que no fui porque sabia que no podía ser yo mismo con  Jack Benny. Tenía que interpretar. ¿Puedes imaginarme diciendo a Jack Benny, ‘Tio, estoy tan jodidamente deprimido. Estoy tan superado por esta mierda?’”


You were seventeen yesterday. You’ll be fifty tomorrow. Life is tough, are you kiddin’? What do you think life is? Moonlight and canoes? That’s not life. That’s in the movies. 
Life is fear and tension and worry and disappointments.
Life. I’ll tell ya what life is. Life is having a mother-in-law who sucks and a wife who don’t. That’s what life is. 


Sarah Silverman es otro caso de cómica muy sorprendente. Una mujer famosa por sus celebradas intervenciones en SNL, de sangre judía, inteligente, irreverente y hasta zafia (obscena la llama afectuosamente la reina DeGeneres) que se maltrata grotescamente (con un rostro precioso y un físico espectacular) como si no fuera mas que un marimacho. Para ella es mas fácil querer a un perro que a una persona porque en los ojos de un animal "no ve todo lo que odia de si misma".

Owen Wilson intentó hace unos años suicidarse. Woody Allen acuñó la expresión “tears of clowns” aunque con su distancia habitual tomada hasta el extremo no ve epculiaridades en los cómicos. David Letterman, ya en retirada, confirma que los antidepresivos le salvaron la vida ("it's the world with 20/20 vision."). Larry David, Steve Coogan y otros cómicos compartieron sus historias de depresión en un documental dirigido por Kevin Pollak (Misery Loves Comedy) en el que desarrollan un tópico como es la necesidad de aceptación, de consuelo. El actual rey de la comedia, Judd Apatow, productor de Knocked Up, Bridesmaids y la serie de  HBO Girls, admite en el metraje que se metíó piedras en la nariz para hacerse pasar por una maquina tragaperras solo para recibir atención. 

"I'm paraphrasing, but Friends actor Matthew Perry told me during filming, 'Comedians don't have a franchise on misery and loneliness.' But they do have a pretty good corner on the market." Kevin Pollack

Sarah Silverman's autobiography
La cómica más bonita, Sarah Silverman

La necesidad enfermiza de acceder a esa fuerza sanadora, redentora, que es la carcajada del público, su favor afectuoso, tiene su otro lado. Es la ineludible obligación de estar siempre despierto, más despierto que nadie en la sala, sutilmente conectado a la respuesta precisa que en cada actuación requiere una audiencia distinta, aunque esté compuesta de las mismas personas. En una gran actuación el cómico se expone. Representa sus dramas y sus fobias, desnudas. Puede ser un perfecto acto de psicoanálisis o una demencial exhibición de cada genuino dolor.


Jim Carrey, el mago de la cara de goma, el imitador hiperactivo de humor físico (hace comedia con las rodillas, las caderas...), lleva actuando desde los 16 años. Padece depresión. En el año 2004, durante el programa 60 minutes, al ser preguntado por el origen de semejante despliegue de diversión pura, contestó: "La desesperación". Ha transitado del Prozac a la espiritualidad. 


Poca gente puede presumir de una carrera tan llena de éxito en la comedia como Conan O’Brien. En la promoción de Conan special from Cuba, Conan O’Brien se detuvo en The Howard Stern Show y repasó toda su carrera, desde que escribía en la facultad hasta SNL y The Simpsons y el rediseño de su TBS show. O’Brien sacó a la palestra sus problemas con la depresión, la ira y la ansiedad desde su primera etapa en el NBC late night, y de cómo la pérdida del Tonight Show fue devastadora

Cuenta que siempre envidió la capacidad del legendario Johnny Carson de pasar desapercibido fuera de su show. No tenía conciencia de si mismo lejos del estudio, en una fiesta, en un evento ajeno a su show. Algo que siempre desgasta a los cómicos en su afán de satisfacer las expectativas de su audiencia. Uno de sus mejores amigos (se conocen desde que compartían casa en Harvard con Jeff Zucker) es el cura católico Paul O’Brien (no son familia), parroco en St. Patrick's Parish en Lawrence, Massachu­setts. Tal vez eso le ayude...




"Socially, he doesn't exist. The reason is that there are no television cam­eras in living rooms. If human beings had little red lights in the middle of their fore­heads, Carson would be the greatest conversationalist on Earth." 
Kenneth Tynan sobre Johnny Carson.

Maria Bamford, depression - Self deprecating
Maria Bamford

Otras celebres depresivas son Maria Bamford y la gran estrella Ellen DeGeneres. María tiene 43 años y es una (stand-up) cómica que centra gran parte de sus actuaciones en lo que los americanos llaman el self deprecating. Es decir, en la autocrítica, en tirarse por tierra. Su humor es inteligente, raro y asusta, como dice el New York Times. Se ríe de su ansiedad, de la depresión. Sufre un tipo de desorden vinculado al Trastorno obsesivo compulsivo (OCD) llamado "unwanted thoughts syndorme". Hace chistes. Parece que sufre mucho.




Ellen es una megastar. En 1997 DeGeneres salió del armario junto a su personaje. Supuso, por un tiempo, su hundimiento. Y todo fue a peor con su noviazgo con la extraña Anne Heche. Durante tres años anduvo desorientada, enfadada, sin trabajar. Deprimida. Pero su caso se aleja del resto. No está tan unido a la condición de cómica como a sus conflictos con la opinión pública, su sexualidad, etc.


“Nothing happened: I had no traumas in the family, nobody died. I never missed a meal. Everything was fine. I think the trauma was that I realised: my God, this ends! It comes to a point where one day you vanish. You totally vanish for ever. You’re gone. Period.” Woody Allen.


El maestro de la comedia italiana Mario Monicelli
El maestro de la comedia italiana Mario Monicelli


El director de la obra maestra de la comedia de 1958, citada al inicio, Rufufú (Il soli ignoti en Italia y Big Deal on Madonna Street en USA) el cineasta italiano Mario Monicelli, gran maestro de la comedia italiana (curiosamente el protagonista, Vittorio Gassman era otro genio sumido en tremendos periodos de depresión ), decidió en noviembre del 2010 al llegar a los 95 años, enfermo de cáncer terminal de próstata, que ya no existía sitio para la comedia en este mundo tumultuoso, que había que buscar nuevos escenarios, nuevos textos, y se tiró por una ventana del quinto piso del Hospital San Juan de Roma donde le estaban tratando. Una muerte elegante. De gran cómico. 

Gracias por tanto. Gracias a todos. 

domingo, mayo 24, 2015

Documentales españoles

Lopez Linares Mapa

Hoy gustan mucho los documentales. Es el genero más vivo y audaz. El más libre. Al tiempo es el género más peligroso. Exige una técnica precisa,  pero además un sentido de la honestidad muy desarrollado. España se encuentra en una situación que favorece la exhibición de todos los extremos. Desde el minimalismo naturalista hasta la propaganda politizada mas vergonzante.

Asaltar los cielos, de José Luis López Linares y Javier Rioyo, sobre el asesinato de Trotski,  supuso un descubrimiento de un paisaje audiovisual lleno de giros, de posibilidades, aproximando al formato español a las peripecias de otras industrias mucho mas desarrolladas. Era aproximar a nuestra historia aquellos hallazgos de Dziga Vértov y Robert Flaherty, que hoy continuan autores como Errol Morris.

La aparición de José Luis Guerín (En construcción), que se alzó con el Premio Especial del Jurado en 2001 de San Sebastian, sirvió para identificar un espacio nuevo para el cine de autor, y una salida hacia un territorio de un mayor pulso narrativo para el nuevo documental, fuera del circuito del cineclub o La 2 de TVE.

Los grandes hitos hasta entonces eran los documentales de gran carga política de Basilio Martín Patino, las joyas con mirada enigmática de Víctor Erice, y ciertas partes del formato musical de Saura. José Luis López Linares, fotógrafo de Saura, ha capitaneado diversos proyectos que aportan un paso de indudable modernidad en el género en España.

“Nunca se sabe cómo se va a empezar y cómo acabará. Es un descubrimiento continuo."

A veces se percibe desde el primer fotograma como el autor ha estado "esperando" meses para encontrar la mirada que "buscaba". Ajeno completamente a la aparición de cualquier atisbo mínimo de verdad o decencia. Iniciativas como el curso de la Universidad Carlos III junto a la plataforma de EDX ( UC3Mx: PCA.1x DOCUMENTAL! Nuevas tendencias, nuevos formatos) fortalecen la salud  del sector aunque sigan depositando las mismas semillas de índole político a un perverso debate,  acreditando como dueños de una especial y respetable autoría a elementos propagandísticos propios del agit-prop, concediendo la calificación de género al CIBERACTIVISMO Y DOCUMENTAL POLÍTICO EN EL ECOSISTEMA VIRAL, y el título de director independiente a vulgares émulos del doctor Lynch (interesante el perfil de Stéphane M. Grueso).

Los documentales realizados en 2014 en España alcanzaron la cifra de 98 de un total de 217 películas, un 45% frente al 39% de 2013 (92 documentales de un total de 232 películas) y el 36% de 2012 (67 de 182). La influencia del gran momento creativo del género en todo el mundo, la crisis económica del audiovisual en España y el periodo de gran efervescencia política que vive el país favorece el acudir a un modelo más barato de producción, y que recibe distintas formas de remuneración. 

domingo, mayo 03, 2015

Tema del traidor y del héroe. Boyero, Borges y Philby



Hace unos días, con motivo de la reseña del libro Un espía entre amigos que escribió Carlos Boyero, salió a colación en su título "¿Tema del traidor o del héroe?" la creación de Jorge Luis Borges, mi adorado antepasado.

El número 112 de la revista Sur, de 1944,  dio a conocer el cuento del que nace la expresión, el ya célebre argumento. Con su deambular típico, lleno de juego hermético y falsario, el mítico ciego recuerda que ha sido imaginado 



«bajo el notorio influjo de Chesterton (discurridor y exornador de elegantes misterios) y del consejero áulico Leibniz (que inventó la armonía preestablecida)» y que faltan «pormenores, rectificaciones, ajustes; hay zonas de la historia que no me fueron reveladas aún».

El cuento narra la historia del imaginario héroe revolucionario irlandés Fergus Kilpatrick. Ryan, uno de sus descendientes, descubre que su pariente fue condenado como traidor, pero que, para que la causa de la rebelión no quedara mancillada, muere interpretando como héroe La tragedia de Julio César de William Shakespeare, "a manos de un asesino desconocido, en circunstancias deliberadamente dramáticas, que se grabarán en la imaginación popular y que apresurarán la rebelión".

Según el crítico, "Antes de la revolución" es una suerte de adaptación al cine dirigida por Bernardo Bertolucci. Según otros expertos, en 1970, Bernardo Bertolucci llevó al cine la adaptación del cuento de Borges en La estrategia de la arañaBoyero tiene estas cosas...


Trasladó la historia de Irlanda a Tara, un enigmático pueblo de Italia, adonde llega Athos Magnani, hijo de un héroe de la resistencia antifascista asesinado en 1936, cuyo nombre es recordado en la estatua que se levanta en la plaza del lugar.

Carlos sigue narrando su opinión y glosa asilvestrada de Un espía entre amigos y pude percibirse el enamoramiento del crítico con la figura perversa, inteligente, elegante, del gran espía bebedor Kim PhilBy.  Británico hasta el tuétano y como típico homosexual de la aristocracia intelectual, topo de la KGB. Ben Macintyre, como Boyero, querrían ser hijos de Eton, espectadores de regatas en Oxford, lacónicos perdedores de criquet, catadores de esos Scotch.

jueves, abril 23, 2015

El fin del cine



El teatro lleva falleciendo como un leño, viejo y saludable, desde hace mas de un siglo. El cine se ha unido a ese lacónico ateneo. La gran diferencia reside en el elemento técnico. El teatro se sostiene en la carne del intérprete. En el cine ya no hay ni carne ni intérprete. Muestra de ello es que los videojuegos superan desde hace años la recaudación del carpetovetónico filmete.Es la tendencia. El fin de la narración humana como se conoció hasta hoy.

El cine sufre las mismas paradojas (junto al teatro) de la clase media. Es la que sostiene todo, pero camina ya herida de muerte. Las producciones (pasa ya en todo el mundo) son de presupuesto mínimo o estrafalario. Los proyectos elefantiásicos ya tienen reservadas las pantallas del mundo, cada vez menos. Los diminutos solo tienen futuro si los apoya internet, una virgen, un milagro como Magical Girl (Jonas Trueba transitaba como un menesteroso con las copias de su meritoria Los ilusos de salita en salita). 

Evolución producción cine español
Evolución cine español


En las listas del Ministerio aumentan los títulos producidos hasta el 2013. Pero ya se unen a esa estadística hasta películas "filmadas" con Iphone o Go-Pro, o las que no pagan a nadie. El coste medio de un filme cae por sexto año consecutivo y solo el 9% tiene un presupuesto "alto". No sé que entenderá Fapae por alto... Este año, a 15 de abril, el número de largometrajes españoles producidos ha descendido un 20%.

                                                            

Dice Colom que se han producido 55 largometrajes, de los que 12 son coproducciones con otros países, 27 documentales y una película de animación, y se han rodado 32 películas. El presupuesto medio actual se ha situado en los 1,2 millones de euros, mientras que en 2009 era de 3 millones. Solo el 9,4% de los rodajes iniciados en 2015 cuenta con un presupuesto alto -de entre 3 y 5 millones de euros- y un 3,1%, con uno muy alto -más de 5 millones-. Con esos cinco millones, para dos episodios de Boardwalk Empire, ni se sientan a charlar.  

La narrativa cinematográfica solo se sostendrá en la memoria de las nuevas generaciones a través de las series de televisión. La corta capacidad de concentración (o la cualidad de poder atender a varias materias simultaneamente) permite que el producto a la carta sea el apeadero de los nuevos watchers, que dicen los hipsters analistas. El cine ha envejecido tanto que ya solo llegará a las casas en promociones de fin de semana del periódico, o en pirateria. Solo servirá el productor capaz de emitir para medio mundo. El mercado local es la ruleta rusa. Recen todo lo que sepan. Ah, no. Que son ateos.

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Indignados

La vida se apropia de todo. Existen fuerzas feroces. El amor, la lealtad, el orgullo. El odio. Y la vida se compone de todas ellas. No somos seres con albedrío. Somos vulgares manifestaciones de ellas. Las plantas pueden hacerse con un edificio. Reventar Madison Sq Garden. Las fieras enseñorearse en Champs Elisees. El humano hace lo mismo. Pero no sigue un instinto único. Imita. El ser humano es un Zelig. Y hoy la codícia es la gran fuerza. Los grandes espejos de esas fuerzas que en otro tiempo eran la leyenda de Carlomagno, Cesar, Francisco de Asis, hoy no encuentran correlato. La vida está en manos de pocos.






Hace no mucho existía el mal con rostro. Nadie se reía de su presencia/existenca. Los enemigos competían por la primacía. Hoy vivimos la falacia pre/trans. La auténtica lucha la ejercían los mejores, los seres mas evolucionados de cada raza que alcanzaron los estados trans-racionales, de auténtica realización. Hoy ocupan las referencias sociales seres en plena involución, en estados regresivos pre-racionales que suelen tener naturaleza patológica. Ken Wilber relata esta confusión en la que el estado místico de Santa Teresa de Avila es confundido hoy con un ataque  de histeria de una folclórica. Hoy nadie conoce el mal. Y esas referencias grotescas se imitan. Como decía el psiquiatra Valter Cascioli de la gran jugada del mal,  “la astucia del diablo es hacernos creer que no existe”.





Recuerdo al gran Bill Cunninghan, cuando recorria las calles, desde las mas elitistas hasta las alternativas, cazando tendencias. Hoy a los 80 años, sigue paseando todos los días por Manhattan en bicicleta capturando en fotos la moda en las calles. Capturó el espíritu de los hippies, las high-society madames, de los ejecutivos más extravagantes, las modelos bohemias. Y el mundo imitó sus dictados. Las manifestaciones en Genova, en Davos, en Río, eran un preanuncio gratuito de la colección del año siguiente. Los shorts rotos con medias de las modelos desastradas serían la vestimenta de las adolescentes del próximo invierno. Hasta la fuerza de la serendipia era domesticada. Las naciones hoy son equipos de cualquier deporte, y se venden camisetas. La pasión se vende en El Corte Inglés. La igualdad es un negocio para lograr votos. El feminismo un ministerio. La tradición ya es ocultismo. Y el derecho un papelucho. Lynch dirige periodicos digitales.




Es tal la conquista de las fuerzas (hoy en manos del mal) que hasta las catástrofes, las tragedias, los mas descarnados dramas se convierten en marcas efimeras, en titulares, en opúsculos teatrales de locutores, directores de periódico, artistas ágrafos. Y la indignación. Ay la indignación. Pura falacia pre/trans. El capricho de lo inmediato sostenido en aforismos, pero sin la iluminada locura de Nietsche. Las entidades financieras personifican al anticristo. Pero en ellas se ha sostenido el progreso de occidente. 


El populacho quiere aranceles que defienda sus posiciones. Y al tiempo no desea fronteras. Se llama holocausto a cualquier suceso nefasto y genocidio a la muerte del toro. En el vaciamiento del lenguaje se encuentra una de las claves de la conquista de las fuerzas por parte de una inteligencia que no podemos localizar. Un locutor de radio en Sicilia se gustaba en la tragedia de unos cadáveres africanos, tratando de demostrar que él lo sufría mas que nadie, en esa teatralidad vacua que llena de fragilidad este mundo infantil. Al cerrar el programa se fue a un gran restaurante.




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lunes, abril 13, 2015

McEnroe/Borg: Fire & Ice- Wimbledon Tiebreaker (HBO)



Gracias, chiquillos.




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domingo, diciembre 06, 2009

Fedor documental








martes, noviembre 17, 2009

Vaya dos!!!

Las noches blancas. Mario Conde from ERNESTOBZ on Vimeo.

miércoles, mayo 06, 2009

"Nunca he creído en la verdad"

"FREDERICK WISEMAN. Director de documentales: Nunca he creído en la verdad"·










domingo, julio 08, 2007

Sicko: el doctor Moore contra el American Dream, según Santiago Navajas


Lawrence Kasdan filmó, con William Hurt y Geena Davis, El turista accidental. El protagonista recorría el mundo superficialmente, visitando los sitios típicos y tópicos, para llevarse a su casa un retrato amanerado y falso de los lugares pseudovisitados que mostrar a los amigos. Michael Moore, convertido en un turista accidental de la salud, ha realizado un nuevo documental de propaganda (docu-prop) sobre sus dos obsesiones: él mismo y el American way of life.
Sicko hace referencia a una conducta enferma, bizarra, obscena. Podría ser, pues, el título de una autobiografía de Moore. Pero no. Con el olfato que le caracteriza, Moore ha abordado en sus dos últimos documentales las preocupaciones más agudas del pueblo norteamericano: la guerra de Irak (Farenheit 9/11) y, en Sicko, el sistema de salud.
Moore colgó este aviso en internet: "Enviadme vuestra historia con el sistema de salud". Y, claro, recibió miles de casos sangrantes. Evidentemente, habría recibido las mismas protestas de cualquier sistema del mundo. Del español, uno de los estatalizados, habría recibido, en proporción, seguramente más: el último caso ha sido el de una mujer que ha ido de hospital público en hospital público con un feto muerto en su interior.
Este docu-prop consta de dos partes, que van alternándose de forma concéntrica alrededor de su director, el de la triste y oronda figura. En primer lugar, se exponen numerosos casos de estadounidenses que se quejan del mal funcionamiento de su seguro de salud. Mediante este método inductivo, el facultativo Moore nos ofrece su diagnóstico del sistema yanqui: muy deficiente. En la segunda parte se trata de ofrecer modelos alternativos. Es entonces cuando el doctor Moore nos ofrece su terapia de choque: sistemas estatalizados como los que rigen, por ejemplo, en Gran Bretaña, Francia y ¡Guantánamo! (EEUU y Cuba).
Música de violines: Adam, "uno de los casi cincuenta millones de americanos sin seguro de salud", se cose una fea herida en la pierna mientras lo observa impávido su gato. Rick se cortó dos dedos y, como no tenía seguro, tuvo que elegir que le implantaran sólo uno. Tampoco les va mejor a los asegurados: las compañías hacen lo imposible, en los límites de la legalidad pero mucho más allá de lo moralmente aceptable, para escamotearles los tratamientos. Por ejemplo, Larry y Donna llevaban una vida cómodamente asentada en la clase media hasta que él sufrió varios infartos y a ella le diagnosticaron un cáncer: el seguro los dejó tirados y ahora ambos pertenecen al lumpemproletariado.
A Jason no lo aseguran por ser demasiado delgado. A Stefanie, por gorda. Y así van discurriendo los casos de María, Diane, Lauren o Amy contra compañías privadas como Cigna, Blue Shield, Horizon Blue Cross, BCS o Mega Life.
¿Cómo no sentir compasión por todos estos damnificados? ¿Cómo no sentir indignación contra Michael Moore por la utilización torticera de tanto dolor para satisfacer su narcisismo patológico? Lo relevante es que en ningún momento se recoge la voz de los satisfechos con el sistema (alguno habrá entre los 250 millones que sí tienen seguro) ni la de los acusados: las compañías privadas, por conducta criminal, y los políticos, a los que sataniza e impone el sambenito de la prevaricación. Sin confrontar distintos puntos de vista, sin investigar las circunstancias de cada caso, ¿cómo sabemos que Moore no nos está dando gato por liebre?
Cuando toca hablar de los sistemas socializados, Dr. Moore arrumba el criticismo y nos pinta paraísos sanitarios en los que no hay masificación, ni listas de espera, ni imposición de médicos y tratamientos. Moore nos informa de que sólo el 17% de los estadounidenses está satisfecho con el sistema de su país, pero nos birla el dato –es un maestro de la ocultación– de que sólo el 25% de los británicos está conforme con el que les ha caído en suerte (o, por mejor decir, desgracia). No nos informa, por ejemplo, de que en Gran Bretaña es el National Institute for Clinical Excellence quien decide qué personas con problemas de visión tienen derecho a recibir tratamiento subvencionado. Y es que en todas partes cuecen habas, aunque Moore nos obligue a tragarnos su indigesta receta.
Lo que nunca dice Moore, porque no le interesa o porque considera que sus espectadores son tan estúpidos que no merece la pena explicitarlo, es que en EEUU la contratación de un seguro es voluntaria y las primas están conectadas al riesgo. En Canadá o Gran Bretaña (o España), los gastos los paga el Estado mediante los impuestos. En Francia es obligatorio contratar un seguro de vida (como en España contratar un seguro automovilístico), pero el coste del mismo está ligado a la renta y no al riesgo (de donde deriva otro problema patológico: el "riesgo moral", es decir, la proliferación de gorrones, lo que –inadvertidamente– muestra Moore con la colonia de norteamericanos residentes en París, que viven a costa del sistema de salud francés sin pagar un dólar por él y se preguntan maravillados, mientras descorchan botella tras botella de burdeos, cómo es posible que los euros crezcan de los árboles a la orilla del Sena).
Si siguiéramos el método inductivo de Moore, si recopiláramos casos de gente abandonada, mal asistida o directamente asesinada por el sistema, podríamos hacer decenas de documentales oportunistas y ventajistas sobre el sistema de salud británico, francés, canadiense o español (¿habrá oído hablar Moore de la gente que se muere en "lista de espera" en un sistema estatalista como el nuestro?). La cuestión es si para reformar los distintos sistemas hay que armarse de una visión de mercado o de una estatista. Para Tim Harford, autor del muy recomendable El economista camuflado, la orientación de mercado es necesaria... a menos que se quiera incurrir en la ineficiencia afrancesada. Por ello, el modelo que propone es el de Singapur, donde funciona una economía "mínimamente invasiva", siguiendo los criterios reformistas de mercado de Popper o Hayek.
El debate en EEUU sobre su sistema de salud es impresionante y de una gran complejidad, aunque ahora haya sido rebajado por la irrupción de Sicko. Todos están de acuerdo en calificarlo, como el profesor Nikolai Wenzel en una carta a The Economist, de "ineficiente, derrochador, excluyente e innecesariamente caro", pero el problema reside, tanto para Wenzel como para la harvardiana Regina Herzlinger (The Economist, 31 de mayo de 2007), en una mala aproximación al mercado, lo que provoca una colusión de intereses entre el Estado y el oligopolio de la industria de la salud, en perjuicio de los legítimos intereses de los consumidores. No es que el mercado no funcione y tenga que venir el Estado a sustituirlo, sino que hay que diseñar el mercado de manera que la competencia y la información fluyan sin interferencias.
El modelo de Herzlinger es Suiza. Por cierto, miente Michael Moore cuando dice que EEUU es el único país desarrollado que no tiene un sistema de salud universal y subvencionado a través de los impuestos (lo que vulgar y equivocadamente se suele denominar "gratuito"). A menos que Suiza, donde recientemente los ciudadanos han rechazado por referéndum el sistema de salud asistencial, subvencionado y mediocre que defiende Moore, haya sido expulsada de la OCDE en los últimos meses, pierde.
Michael Moore no es más que un niño grande y narcisista que ha descubierto un juguete tremendamente lucrativo: el negocio de la contracultura. Cree, y nos lo muestra a través de su práctica documental, que la verdad, la objetividad, en definitiva, los hechos, son estorbos para su destino mesiánico. A su alrededor se agitan satisfechos los golfos y los bobos, los que son incapaces de distinguir la realidad de la ficción, bien porque esperan sacar buena tajada de la confusión, bien porque no pueden alcanzar la madurez necesaria para encauzar sus vidas según el principio de realidad.
En su periplo como doctor accidental, tiene momentos hilarantes, en los que brillantemente hace el papel de estúpido benevolente, una mezcla pavorosa entre el idealismo pendenciero de Don Quijote y el rastrero sentido común de Sancho Panza. En Londres, en el cementerio de Highgate, se planta ante la tumba de Karl Marx para hacerle un homenaje, sin ser consciente de que el filósofo alemán lo retrató lúcidamente:
(...) la utopía (…) suplanta la producción colectiva, social, por la actividad cerebral de un pedante suelto (...) que, sobre todo, mediante pequeños trucos o grandes sentimentalismos (…) en el fondo no hace más que (…) imponer su propio ideal a despecho de la realidad social.
Por último, es sangrante la propaganda que hace Moore de la dictadura cubana, algo generalizado entre los radical-chic hollywoodienses, a costa de unos enfermos norteamericanos a los que usa torticeramente, para mayor gloria de Castro y de sí mismo. Así, acepta sin pestañear las estadísticas oficiales del régimen, cuando desde la caída de la Europa comunista sabemos cómo se confeccionan en las patrias del proletariado.
De la mortalidad infantil cubana, más baja que la registrada en EEUU, se puede objetar, como hace el profesor Carmelo Mesa-Lago, de la Universidad de Pittsburgh, que puede verse afectada por la altísima tasa de abortos habida en la Isla. En cuanto a la esperanza de vida, debe lo suyo a los exiliados, pues se computa su nacimiento pero no su defunción.
Si los americanos hacían turismo sexual durante la dictadura de Batista (por cierto, Castro ha convertido la Isla en el burdel de Europa, en dura pugna con Tailandia), con el dictador comunista lo que impera es lo que Juan José Sebreli denomina "turismo de la salud". Mientras los cubanos... pues eso, atendamos a Sebreli:
(...) faltan antibióticos, faltan los medicamentos importados, que no se consiguen o se dejan para turistas; (...) en las farmacias –cualquiera que haya ido a La Habana [las] ve (...) vacías– no se puede conseguir una aspirina. Además, no puede haber salud donde la alimentación es muy rudimentaria, es muy poco variada y (...) falta el jabón y la pasta dentífrica (...)
Explota hasta el paroxismo el mito de las dos Norteaméricas, la liberal-laica-culta-urbana-proeuropea-demócrata y la conservadora-ignorante-rural-religiosa-antieuropea. Y, claro, le aplauden en el Festival de Cannes, ese clímax de la con-fusión entre la farándula y la izquierda. Trujamanes de la "conciencia del pueblo", como los llama Gustavo Bueno, resentidos contra la economía de mercado, como decía Robert Nozick, han encontrado en el capitalismo, paradójicamente, un nicho de mercado semejante al de las prostitutas o los presentadores-estrella de televisión: el de la satisfacción de las necesidades más bajas.
Autoproclamado tribuno de la plebe, todavía en sus orígenes (v. el documental Roger and me) parecía tener una preocupación genuina por los mansos, los débiles y los pobres de espíritu. Pero, docu-prop a docu-prop, se ha ido convirtiendo en un pesado delirante, un mentiroso compulsivo y un demagogo recalcitrante, mitad teólogo de la liberación, mitad telepredicador.
En 1962 Juan Benet escribía: "El humor es una modalidad muy refinada del conocimiento crítico que necesita, para desarrollarse, el campo más fértil y valioso de la persona: la voluntad de conocer, la audacia, la sinceridad, la objetividad, el sentido de la elegancia y del ridículo, la rectitud de conciencia y la independencia moral deben estar siempre presentes para sazonar este fruto cuyas áreas de cultivo son cada día más escasas". Ahora, den la vuelta a esas ocho condiciones: obtendrán un fiel retrato del doctor accidental Michael Moore.
Sicko(EEUU; 123 minutos. Dirección, guión y producción: Michael Moore. Calificación: Patológica (4/10). Pinche aquí para acceder al blog de SANTIAGO NAVAJAS.

sábado, junio 30, 2007

Busco este DVD: Echos Of Enlightenment


Solo lo encuentro en DVD USA. Quiero región Europa. Echos Of Enlightenment de Dan Coplan; HAY QUIEN DICE QUE ES HORROROSA.
Everyday, somewhere in America, a middle aged man leaves his home, his family, and never returns. Daniel, who knows the meaning of dreams and visions, is one such man. 60 days after Daniel disappears, his wife Mary, is determined to find him. She retraces his path, meets all the people he touched before he vanished, and makes a startling discovery. The answer to what happened to Daniel is resolved in a remarkable life affirming ending.

jueves, diciembre 21, 2006

Siguiente misión. El Desastre de ANNUAL (17-Julio / 9-Agosto de 1921)

"El pueblo que no se siente ante sí mismo deshonrado por la incompetencia de su organismo guerrero es que se halla profundamente enfermo e incapaz de agarrarse al planeta." Ortega y Gasset. "Nación y Ejército" (El Sol, 1922). 

El Desastre de Annual tuvo lugar en el transcurso de la Guerra de Marruecos o Guerra del Rif, el 22 de julio de 1921, cerca de la localidad marroquí que da nombre a la derrota,  Annual. La dimensión de los sucesos fue tal que supuso un giro vertiginoso en la política colonial de España y el inicio del fin del reinado de Alfonso XIII (llamado «el Africano») con la ulterior instauración de la Dictadura de Primo de Rivera y la ominosa Segunda República. El deseo de dar satisfacción a la corona, en una época de una enorme pérdida de poder internacional, iniciada ya a finales del siglo XIX, fue el detonante de la tragedia. 


general Manuel Fernández Silvestre
Silvestre, retratado por Kaulak

En febrero de 1920 el general Manuel Fernández Silvestre toma posesión del cargo de Comandante General de Melilla. Pretende neutralizar a las tropas rifeñas de Alhucemas. Constituyen ese contingente la tribus más fieras y se pretende, siguiendo las ordenes del general, efectuar una serie de ataques intermitentes para ganar terreno a lo largo de todo el año al oeste de Melilla. El avance fue, hasta la primavera del 1921, sin violencia, pactando pagos con los líderes locales de cada zona ocupada. 

Se edificaron en las zonas mas elevadas pequeños fuertes o blocaos. Los emplazamientos se encontraban entre si a una distancia de 20 a 40 kilómetros. Las fuerzas se repartían de una forma no equitativa, no tenían suministros, las ratas eran algo corriente y los cambios de temperatura entre el día y la noche castigaron a los desasistidos soldados. Un gran error añadido fue la escasez de agua que obligaba a peregrinajes casi diarios con reatas de mulas.
Desde Melilla hasta el campamento principal en unas colinas cerca de Annual había tres blocaos con unos 30 km entre sí. Los otros pequeños fortines solo contaban de una tropa que variaba entre 100 y 200 soldados. Hasta mayo de 1921 solo tuvieron lugar pequeñas refriegas casi sin bajas. En contra de la estrategia establecida por el Alto Comisario de España en Marruecos, el general Berenguer, el día 29 de mayo el general Silvestre decidió avanzar por el monte Abarran, pereciendo todos los soldados. Silvestre se escudó en el apoyo indirecto del rey Alfonso XIII
Al efecto de proteger el flanco sur del campamento de Annual, el día 7 de junio se estableció otra posición en el monte Igueriben, defendida con 355 hombres al mando del comandante Mingo. Solo sobrevivieron 11 tras el ataque del 21 de julio. La falta de agua fue crucial en el largo asedio. 
Mohamed Ben Abdelkrim El Jatabi lideró a la tropa rifeña. Era un antiguo funcionario de la Administración española en la Oficina de Asuntos Indígenas en Melilla y uno de los dirigentes de la cábila rifeña de los Beniurriagel (Ait Waryagar), situada en las cercanías de la Bahía de Alhucemas.
La defensa del cerco de Annual fue un desastre total. El general Silvestre no puso de acuerdo a sus oficiales en como evacuar la plaza. Bajo fuego enemigo, se ordenó  retirada y las tropas huyeron en desbandada del recinto de Annual. Hubo militares que, conociendo los despiadados hábitos de los rifeños, acordaron dispararse mutuamente si llegase el momento de ser capturados. Algún oficial mantuvo la compostura y salvó su unidad con un relativo pequeño número de bajas; pero casi todos los soldados corrieron en completo desorden, produciéndose la carnicería en la huida hacia Melilla. El legendario Regimiento Alcántara cargó de forma heroica hasta la extenuación  en defensa de los soldados que regresaban, sufriendo el mayor número de bajas de un cuerpo de caballería contemporáneo. Nunca se recuperó el cuerpo del general Silvestre. 


Izquierda a derecha, Coronel Araujo, General Navarro, Tte. Coronel Manuel López Gómez, Tte. Coronel Eduardo Pérez Ortiz y Comandante de Caballería José Gómez Zaragoza, embarcados de vuelta a Melilla tras poner fin a su cautiverio.
Izquierda a derecha, Coronel Araujo, General Navarro, Tte. Coronel Manuel López Gómez, Tte. Coronel Eduardo Pérez Ortiz y Comandante de Caballería José Gómez Zaragoza, embarcados de vuelta a Melilla tras poner fin a su cautiverio.

El general Navarro, segundo jefe de la Comandancia de Melilla, logró llegar con las pocas fuerzas que pudo salvar hasta el campamento de Monte Arruit, donde fueron cercados sin suministros. El general Berenguer autorizó la rendición el 9 de agosto pero los rifeños no respetaron las condiciones. Degollaron a una multitud soldados. Hicieron prisioneros al general Navarro y a unos 600 efectivos de los 3000 sitiados.



A pesar de la heroica defensa de su tropa que efectuó el desafortunado general Navarro (sufrió la derrota de Filipinas, la de Annual, un juicio severísimo sin causa y fue fusilado en Paracuellos por los comunistas) solo regresaron a casa 60 militares. Mantuvieron con vida una pequeña parte para canjearlos por dinero, para servirse de sus habilidades (sanitarios o artilleros) y para evitar que España atacara con armas químicas ("bombas envenenadas" en la terminología utilizada por algunos rifeños), que dio la victoria final a España.

Murieron aproximadamente entre 10.000 y 20.000 españoles y unos 1.000 rifeños. Para Indalecio Prieto, en las Cortes: «Estamos en el periodo más agudo de la decadencia española. La campaña de África es el fracaso total, absoluto, sin atenuantes, del ejército español». El general Juan Picasso, por orden del ministro de la Guerra, creo una comisión de investigación y elaboró el informe conocido como Expediente Picasso. 

Se señalaron múltiples errores militares, pero por presiones no se llegó al fondo de las responsabilidades políticas e incluso del propio rey, que según algunos testimonios había animado la penetración irresponsable de Silvestre hasta puntos alejados de Melilla sin contar con una defensa adecuada en la retaguardia. Según esos testimonios, nunca probados ya que el documento en cuestión no se encontró, el rey envió un telegrama, animando a Silvestre en sus acciones, con el texto: "Ole los hombres".
Antes de que el informe Picasso se debatiera en las Cortes, el General Miguel Primo de Rivera dio un Golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923. Con la victoria de Alhucemas, se obtuvo una posición fuerte tras el desastre de Annual.

Referencias bibliográficas
  • Leguineche Bollar, Manuel (1996), Annual 1921 : el desastre de España en el Rif, Madrid: Ed. Alfaguara. ISBN 84-204-8235-8.
  • Palma Moreno, Juan T. (2001), Annual 1921 : 80 años del desastre, Madrid: Almena Ediciones. ISBN 84-930713-9-0.
  • Carrasco García, Antonio (1999), Annual 1921 Las imágenes del desastre, Madrid: Almena Ediciones. ISBN 84-96170-20-9.
  • Película:
  • El desastre de Annual- España 1970. Director: Ricardo Franco. Intérpretes: Tomás Aznar, María Bravo, Ricardo Franco, Francisco Llinas, Gabriel Ruiz, Franciso Vidal.

En Madrid, a 21 del 12 de 2006.