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viernes, junio 19, 2015

Gabriel Albiac, Masa y Poder, Canetti, Carmena, exterminio judío, Freud y el humor



«Albiac, siempre fascista».

Esa pintada despedía (en realidad expulsaba) a un hombre peculiar, a un magnífico Catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. El valiente y diminuto Gabriel Albiac. Antiguo comunista (de los más intensos), admirador y voraz diseccionador de El Capital de Karl Marx, amante erudito (ha sido su vida) de la obra del judío maldito Baruch de Spinoza, venerador de Michel de Montaigne y de su amistad con Étienne de La Boétie, el profesor conoce muy bien a esa masa que le amenazaba en los pasillos por defender al pueblo judío o criticar a Hugo Chávez. Es lo que ha sentido la inocente política de nuevo cuño Beatriz Villacis al salir inocentemente del Ayuntamiento de Madrid por la maravillosa y otrora civilizada calle Montalban. Lo cuenta Albiac muy claramente en su artículo LAS CENIZAS.


La sinagoga vacía de Gabriel Albiac
La sinagoga vacía de Gabriel Albiac

Como Hannah Arendt, también Don Gabriel repitió todo este tiempo la misma letanía no atendida. Uno de los errores mayores del recuerdo del nazismo, del comunismo (de Eichmann a Stalin) ha sido su relato inmerso en la cosificación. Darle una apariencia monstruosa; como si fuera un episodio puntual del acopio de poder por parte de residentes en psiquiátricos, o en la gruta del Anticristo. Pero no hay monstruos. Hay tan solo hombres que matan. Y podemos ser cualquiera. Los llamaba insuficientemente Hannah Arendt "burócratas eficientes del homicidio". Un prominente líder de la nueva formación política Podemos, Luis Alegre (¿ese canalla?), pidió a Don Gabriel  que se suicidase en un artículo. Sólo por decir lo que pensaba. Cobardemente se amparó en que se trataba de un mero enfrentamiento académico. Pero era una diana sobre una nuca. Puesta en Rebelión.org y posteriormente, con la misma falta de valor de siempre, eliminada. Comenzaba la cacería en tablones de anuncios, en la cafetería, en notas de toda clase en las pizarras, en Gara, en webs. Aquel curso, acosado y amenazado, Albiac pidió amparo al rector y suspendió sus clases. Dejó la universidad tras décadas de entrega a la lucha ideológica contra los totalitarismos y la investigación filosófica.


"A Albiac le conviene no existir".

El dueño de rebelion.org, Santiago Alba Rico 

"Ésta es, pues, la verdadera respuesta al enigma: que no se haya suicidado todavía no se debe, como muchos sostienen, a una pertinaz torpeza en la elección de medios; tampoco se debe a impedimentos naturales como su levedad o su falta de sangre en las venas; y mucho menos a una falta de coherencia interna. Todo lo contrario. Es precisamente 
la implacable coherencia interna de un criminal eficaz lo que le impide eliminar de este mundo siquiera esos poquísimos centímetros de miseria en los que él consiste".

Albiac: la pataleta de un golpista
firmado por el millonario dueño de rebelion.org Santiago Alba Rico
Carlos Fernández Liria (profesor de filosofía y chavista) y 
Montserrat Galcerán (Catedrático de filosofía en la Universidad 
Complutense de Madrid, no es cachondeo)




Montserrat Galcerán feminazi podemos
Montserrat Galcerán 


Carlos Fernadez Liria y Luis Alegre Zahonero



Y este es el iter. Antes de matar civilmente (son así de cobardes) porque temen lo físico como individuos, enardecen a la horda, la tosca masa (de forma cenagosa y rudimentaria Montserrat Galcerán vincula la lucha contra el fascismo con algo tan ignoto y pánfilo como "la intelectualidad de masas") y amartillan el arma para que la empuñe cualquier yihadista del rencor, con menos luces que un féretro, mientras que la élite se sufraga con dinero (vil fiduciario papel capitalista) que no generan, que rapiñan de la función pública. No tienen ni the right stuff para empuñar un triste lápiz. Son simples funcionarios mediocres. Recuerden a Arendt y su  descripción del burócrata del campo de concentración. 
Código Penal explicado por Soto

Luego completan el dibujo de la diana con una buena dosis de humor. Lo conoce el sutil Guillermo Zapata, Pablo Iglesias y Pablo Soto «¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero». "En una broma se puede decir hasta la verdad", dijo Freud. En su breve escrito de 1927, “El humor”, Freud disecciona el chiste, que supone el afloramiento de elementos inconscientes en la realidad, y el humor, que supondría precisamente la negación de esa realidad. Cierto uso de ambas herramientas aflora profundas  patologías del rencor. El llamado “humor negro” es otro ejemplo de esta inclinación del yo de negar lo triste de la realidad. Es la enfermedad de lo que Sigmund Freud denominó "predadores hablantes".

 Elias Canetti (1905, Bulgaria–1994, Suiza)
 Elias Canetti (1905, Bulgaria–1994, Suiza)


Gabriel Albiac recomienda la lectura de Elias Canetti, de "Masa y poder (Masse und Macht): léanlo. Las masas disciplinadas, sobre las que se erige todo totalitarismo. «Populismo de izquierda» no fue un hallazgo peronista, como creen estos chicos. Fue la apuesta de Rohm y Strasser, hasta la noche en que el camarada Hitler se cobró sus cabezas". Hoy las cabezas pueden ser de cualquiera. Así como el ejecutor. Un chaval con una mochila llena de explosivos y metralla, un periodista con una columna, una catedrático con un artículo nada académico. La obra trata de los intercambios de energía del poder con la masa. Es difícil leerlo. Poca gente ha terminado hasta la última gota Masa y poder. Canetti, premio Nobel de literatura en 1981, lo escribió en 1960. Define complejamente como diversas formas de "masa" y las estrategias de control y poder mediante las cuales los gobernantes y líderes políticos pueden dirigir a dichas masas. Constituye una de las más importantes aportaciones de Canetti al ámbito de la sociología y de la antropología social.


Contiene definiciones de esa fuerza junguiana que vimos hace poco en el Ayuntamiento de Madrid, o en la detención de Alfons. La masa es igualitaria ya que no existe el individuo sino la fuerza común. La existencia de la masa siempre se verá presidida por una ausencia de límite; es un monstruo orgánico que siempre desea expandirse. La masa siempre "está en movimiento y se mueve hacia algo" pero precisa que alguien fije su dirección indiscutible. La masa es física y precisa de continuo contacto que genere una densidad corpórea hasta que todos son sus componentes sean recubiertos por una misma piel.

Canetti enumera cómo la horda puede ser pastoreada. Las Masas de acoso, las Masas de fuga, las Masas de prohibición, las Masas de inversión y las Masas festivas. Si vemos las manifestaciones de la radicalidad emotiva que transita los noticiarios españoles hoy, todos caminan sobandose mutuamente, entre cánticos asesinos del inicio del siglo XX. No existe fuerza racional que la domine ya que su esencia es animal, sentimental, sudorosa, resentida, devastadora. Solo ella misma puede aniquilarse, al depositar su fuerza aniquiladora en su némesis, en su antítesis, en sus antagonistas o damnificados, por puro roce, como si de una simbiosis bacteriana se tratara. Como ocurrió en los años 30 en toda Europa. Así lo recoge este catedrático en su último artículo. Hoy mas cerca que nunca de su querido Spinoza, lejos de su tierra de origen, expulsado de la fe de su pueblo, casi ciego: 

Renace ahora. En toda Europa. Pero incluso en Francia –(en donde su ascenso es tan fuerte como en Grecia y España)– la memoria de los años cuarenta frena ciertos excesos. Al fundador del Frente Nacional, lo expulsó su hija por hacer chistecitos antisemitas como el del señor Zapata. Aquí, eso garantiza una carrera esplendorosa. Con respaldo ceniciento de Carmena.


viernes, junio 12, 2015

Regreso al no tiempo/no lugar de Franz Kafka





La farsa investigada



«Two men were standing behind the grave and were holding a tombstone between them in the air; scarcely had K. arrived when they thrust the stone into the earth and it stood as if cemented there» 
(«A Dream»).


Los procesos

Este es un tiempo pesaroso para los escritores verdaderos. Es un tiempo para volver a Franz Kafka. Tiempo lleno de castillos tomados y procesos sin rostro. Una época de depuración. Nos convertirán en insecto y la enfermedad pronto despachará a muchos. Según Franz Kafka, un hombre con el que se emparejan muchos de los que lo hacen con Pessoa y Borges, un primer signo del comienzo del entendimiento es el deseo de morir. 

Decía Martin Walser del checo:

Ya no nos hará falta recurrir [...] al poeta mismo, puesto que la obra lo es todo en sí misma. En el caso de Kafka la vida debe ser esclarecida a la luz de la obra, mientras que la obra puede prescindir del esclarecimiento que surge de la realidad biográfica.  

Puede resultar una declaración excesiva. Solo el ciego argentino ha tenido, en este tiempo que vivimos, un tamaño suficiente de erudición, de vida íntima tan sucintamente literaria, que pueda dar a entender una experiencia vital desde el pensamiento que translucen sus esotéricos (por herméticos), sus inmateriales y sincréticos escritos. 
Doodle Google Franz Kafka La Metamorfosis
Doodle de Google en homenaje a La Metamorfosis

Pero inexorablemente siempre existe la obra previa. Jorge Luis no se enamoró muchas veces, pero la equivalencia en su psiquis pudo ser la lectura de Quevedo, de Oswald Spengler, de Samuel Taylor Coleridge, o William Wordsworth.  

Borges, vincula (como templo de la crítica que siempre consultaremos) la literatura del oficinista de Praga a que los escolásticos ya llamaron el "regregresus in infinitum", que no dejaba de ser una oda al absurdo de la lógica y por la lógica. Residía la locura matemática en el hecho de que si el tiempo se compone de instantes y el espacio está hecho de puntos, eternamente divisibles, resultaría que una cantidad cualquiera no puede agotarse JAMÁS. Según el genial coloso ciego, "la diferencia esencial con sus contemporáneos y hasta con los grandes escritores de otras épocas, Bernard Shaw o Chesterton, por ejemplo, es que con ellos uno está obligado a tomar la referencia ambiental, la connotación con el tiempo y el lugar... Kafka, en cambio, tiene textos, sobre todo en los cuentos, donde se establece algo eterno."

Se celebra el centenario de la edición de ‘La metamorfosis’ y el hombre occidental sigue viviendo la pesarosa sensación de transitar sometido a una fría máquina, a un estado sin rostro, a una logia implacable. Era una de las ideas de Kafka, también apuntada por el oráculo bonaerense. "Se puede pensar que se redactó en Persia o en China y ahí está su valor. Y cuando Kafka hace referencias es profético. El hombre que está aprisionado por un orden, el hombre contra el Estado, ese fue uno de sus temas preferidos."  
Franz Kafka

William James, en sus Elementos de Psicología, mencionó la misma paradoja con respecto a "un cuarto de hora..." , pero como el número de fracciones es infinito resulta que se saca como consecuencia que no puede pasar nunca un cuarto de hora. Lo planteó antes Zenón de Elea en Grecia, y cinco siglos antes de la era cristiana, un pensador chino, Lie Tsu la formulaba en China bajo la forma de leyenda, algo que hubiera complacido más a Kafka. 

Kafka fue el primero, o uno de los primeros, que lo aplicó a la literatura. Procede este planteamiento de la naturaleza de su sangre semita y lo críptico, hermético de la literatura de la kabbalah. Kafka se sentía cómodo en los acertijos y laberintos, propicios paisajes insondables en los que ocultarse con su enfermedad perpetua, como la soledad del gnosticismo, de los hijos del Zohar, de Dionisio Areopagita o Meister Eckhardt. Navegantes sin casa aquí.


Ese ser neurótico, débil, tremendamente acobardado por la presencia del padre, y básicamente obsesionado con la escritura, redactó en 21 días, entre el 17 de noviembre y el 7 de diciembre de 1912, La Metamorfosis, (¿o es La transformación?) una de las obras maestras de la literatura de todos los tiempos. Siempre existe en los estudiosos una idea que no se atreven a mostrar de frente pero que ante la infantil especie de sus cartas a Felice se refuerza. Kafka era tan asustadizo que escribía de forma oscura ante la amenaza de ser descubierto por su progenitor. Pidió quemar su obra a su muerte por pudor. Tal era la vergüenza que sentía por si mismo, por mostrarse. 

“Mi vida, en el fondo, consiste y ha consistido siempre en intentos de escribir, en su mayoría fracasados. Pero el no escribir me hacía estar por los suelos, para ser barrido”. Kafka, por la propia naturaleza de su terrible literatura, será siempre un autor sin hogar, espacio ni tiempo. Ha sido compartido por muchos y no se han visto el rostro. Robert Musil, De Quincey, Borges, Cervantes, Rimbaud...

viernes, junio 05, 2015

El olvido de Gonzalo Torrente Ballester


Gonzalo Torrente Ballester
Gonzalo Torrente Ballester




El domingo 13 de junio de 2010, Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999) habría cumplido cien años.


Novelista ferrolano, periodista, profesor de literatura, conferenciante de una densidad extraordinaria (la conferencia dictada en la Escuela Española de Middlebury-Vermont, en EE.UU en 1967, es extraordinaria), Gonzalo Torrente Ballester es uno de tantos talentos inevitables para comprender nuestra narrativa contemporánea y nuestra postguerra, que ya nadie recuerda, y cuyo centenario pasó totalmente desapercibido a todo lector de medio pelaje (como ocurre este año con Santa Teresa). La ausencia de esta casa en la Feria del Libro de Madrid de este año 2105, y un paseo por Salamanca hace unos días nos lo trae a la memoria, sabiendo que esta nota no la va a indexar el ágrafo robot de Google ni de broma, a pesar de la gigantesca dimensión de obras fundamentales como 'Los gozos y las sombras' o 'La saga/fuga de JB'.


Torrente Ballester, a pesar de su aspecto carpetovetónico con gafa de pasta falangista, era un personaje lleno de vivencias y modernísimo. Era muy común encontrárselo solo en el Novelty, la cafetería elegante y provinciana típica de la Plaza Mayor de Salamanca, allí sentadito. Hoy puede verse una estatua de bronce idéntica a su recogida figura  en torno a su habitual mesita de mármol.

Aunque siempre fue vinculado a Salamanca, tuvo una vida movida. Nace y cursa los primeros estudios en Ferrol, se examina en Coruña, prepara el acceso a la universidad en Santiago de Compostela,  se traslada a Oviedo (allí se matricula en Derecho, frecuenta el ambiente literario y publica sus primeros artículos), se vuelve a mudar a Vigo hasta 1931, comienza a visitar Madrid por estudios (conoce a Valle-Inclán y asiste a su tertulia) colavora con el diario anarquista La Tierra, vuelve a Bueu (Pontevedra), se matricular de nuevo en la universidad, pero esta vez  Filosofía y Letras en Santiago de Compostela...

En 1932 se casa con Josefina Malvido y tiene cuatro hijos con ella. Se licencia finalmente en Historia en Santiago. Sigue en sus devaneos anarquistas cuando estalla la guerra que le sorprende en Paris. Para no meterse en líos se hace falangista. Permanece en Galicia hasta que en  1947 se traslada a Madrid como profesor de Historia Universal en la Escuela de Guerra Naval. Escribe y se involucra en la vida literaria de la capital y en 1949 inicia la colaboración con el cineasta José Antonio Nieves Conde, para el que escribe el guión de la película Surcos.En enero de 1958 fallece su mujer, Josefina Malvido. En 1960 contrae matrimonio con Fernanda Sánchez-Guisande, con la que tendría siete hijos. En 1963 su obra Don Juan le causa problemas con la censura. Se recoge en Galicia en 1964, en un instituto de Pontevedra y escribe en el Faro de Vigo. Pero la reclusión gallega es corta. En agosto de 1966 se traslada con su mujer y los niños pequeños, invitado por la Universidad del Estado de Nueva York (SUNY) a enseñar Literatura Española en Albany. Allí permanece hasta 1970. Tras un breve paso por un Instituto de Orcasitas y otro de Vigo, en 1975 llega a su destino final, Salamanca.


Gonzalo Torrente Ballester
Iniciándose con una cámara


Su sinuosa destreza fue capaz de crear entramados complejos rodeado de copas  a medias con escritores melancólicos y desengañados del Movimiento (Rosales, Vivancos, Laín Entralgo, Tovar,  Ridruejo), algún joven comunista como Juan García Hortelano, 11 hijos (uno delincuente, fino estafador), un salario exiguo y mil novelas y artículos en una cabeza cada vez mas ciega. El inesperado éxito de La saga/fuga de J. B. en 1972, considerada como una de las obras maestras de la narrativa española (premio de la Crítica y el Ciudad de Barcelona) hace inevitable su ingreso en la Real Academia. Era la primera vez que Torrente Ballester conseguía un cierto reconocimiento público


Gonzalo Torrente Ballester
Uno de sus pocos vicios, fumar.

La leyenda en tono a las peculiaridades de la personalidad de Torrente es extensa. Practicó una suerte de dandismo galaico con gusto por el modelo de elegancia inglés con acentuadas manías de viejo (al llegar a un sitio buscaba siempre un asiento) como la de caminar con bastón, que había adquirido mucho antes de que sus piernas de verdad lo necesitaran. Le gustaban los objetos por su mera carga sentimental y el reflejo que daban de la pretendida propia personalidad. En palabras de su nieto acusaba de un "enfermizo escepticismo" y como "mitómano que era, se sentía atraído por el pasado". Al contrario que otros plumillas, no tomaba notas. Llevaba una grabadora. Seguramente se debía a sus problemas de vista. El programa de TVE Imprescindibles le dedicó un reportaje que nadie que disfrute de la limpia inteligencia debe dejar de ver. ¿Tiene vigencia su obra novelística? Su primera ovra, de 1943,  'Javier Mariño'. Terminó su carrera literaria medio siglo después con 'La boda de Chon Recalde' y 'Los años indecisos'.


En el año 2005 una encuesta de Sigma Dos encargada por la revista Leer sobre las mejores novelas españolas del Siglo XX recoge dos títulos de Torrente: la trilogía Los gozos y la sombras en el puesto décimo de las obras más sobresalientes por su argumento, y La saga/fuga de J. B. como la quinta más innovadora, la undécima por el estilo, y la octava en una valoración absoluta.


La acogida de La saga/fuga de J.B. da a Torrente un nutrido número de lectores y la atención tardía de la crítica, pero desvirtúa la carrera del escritor, casi treinta años después de la publicación de Javier Mariño. La novela de 1972 no es una sorpresa; es el desenlace natural de un experto en la teoría literaria. El esquema narrativo complejo continua en Fragmentos de Apocalipsis (1977), La isla de los jacintos cortados (1980), Quizá nos lleve el viento al infinito (1984) y La rosa de los vientos (1985). 

La saga/fuga de J.B. recoge el interés de aquellos lectores que desea una más intrincada lectura con diversos episodios y personajes en una quinta provincia mítica que no es reconocida por la centralidad. La retranca de la ironía de Torrente refleja lo que encontró en su Ferrol natal: “una ciudad lógica en un entorno mágico”. Es la reivindicación  del magisterio de Cervantes, de su universalidad y  modernidad. Al contrario que Don Cervantes su valentía nunca lo llevó al dinamismo. Una mala salud de hierro parece ser la culpable.

sábado, mayo 30, 2015

Prada vs el Nuevo Orden Mundial

Juan Manuel de Prada
Juan Manuel de Prada


Twitter es una gilipollez


Juan Manuel de Prada representa, con tres o cuatro columnistas más, a una raza de pensadores ya casi extinta en España. La del pensador libre y asincrónico, que combate la amenaza del discurso impuesto por este tiempo nuestro de certezas por unanimidad con verdades milenarias, desconocidas por la multitud. Su apariencia lo aproxima a un hibrido de plumilla de Mundo Obrero con un misionero de Mundo Cristiano. 

Juan Manuel disputa a la propia Iglesia Oficial el discurso cristiano. Se apoya en rocas gastadas pero muy firmes. Castellani, Chesterton, Camilleri, Pemán, Foxá, Donoso Cortés o Pio XI. Se remonta a una inocencia previa al paraíso ya fallecida y muchas veces parece un Don Quijote desnortado, que no pisa la calle. Fustiga el sistema financiero que ha dado la era de mayor prosperidad al mundo pero apela a los argumentos del peligro del dinero fiduciario («Mammona iniquitatis» lo llaman) de los mismos liberales que tanto le molestan y desean regresar al patrón oro. Su veneración por Cristo y la Iglesia Católica no impide que tenga entre los católicos a sus enemigos. Muchas veces nos recuerda al Jose Antonio mas falangista, más patriota, más obrero. Y no está mal. Es muy peligroso ser libre y desprendido de ataduras mundanas. Y bajo su apariencia de empollón gordito (a lo Charles Laughton en Esta tierra es mía" -This land is mine-) se percibe una insensata heroicidad.

A veces Juan Manuel acude a un argumentario que niega la autentica naturaleza del hombre y parece descubrir inocentemente en el siglo XXI que la usura tiene cientos de años, que (aunque él deteste Juego de Tronos) hemos vivido hasta hace poco en un mundo primitivo que negaba siempre lo que hoy damos por hecho. Juan Manuel criticaba duramente la película de película Shame por el existencialismo acerado que vomitaba la carnalidad huera de un adicto al sexo. Pero esa era la historia. No es un desideratum. Existe esa clase de hombre. Es el mas habitual en este mundo de solterías, pornografía y soledad. Por abominar del producto no detendrás la realidad. Juan Manuel ve el mal en una obra. Pero no nace en ésta. El autor no gesta el mal al elegir el tema. El mal está ahí fuera. Y la mejor forma de ser un disidente es conocerlo. No disfrazarlo con ideas.

A todo este cúmulo de devastaciones morales nos ha llevado una construcción del hombre nuevo que lleva en proceso desde hace un par de siglos y que alcanzó su apogeo con la llegada anunciada por el genio Nietszche. Pero Juan Manuel no cree que surge en virtud de la tendencia del hombre a hacer lo mas sencillo, lo más cómodo. La navaja de Occam es el principio metodológico (lex parsimoniae) mas certero que ha dado la mente humana. Juan Manuel percibe, sin embargo, un constructo oculto, luciferino. El Nuevo Orden Mundial. Prada reconoce nuestra teoría de que la tiranía siempre ha perseguido al hombre. Pero cree que en ese otro tiempo solo sentíamos el sometimiento a Estados pequeños, no existía una amenaza global, invisible e insuperable. Lo que Prada no cuenta era que no había juicio ni derecho a recurso alguno. El Señor te ejecutaba a capricho. Hoy, ese mundo que tanto detesta lleno de canales de comunicación, de Twitter de gilipollas y Youtube permite que tu demanda, tu queja, reciba el amparo o el consuelo de cualquier rincón del orbe. Es la defensa de lo público.

Prada es aceptable en su argumentario sobre la persona. Pero habla de masas cretinizadas, desde una atalaya, cuando la iniquidad, la miseria moral, el amor al dinero y el «cuerno pequeño» del que contaba el profeta Daniel se encuentra en el corazón del individuo. Y esa es la fortaleza del liberalismo que tanto detesta. La reforma precisa es la del individuo y su libertad, de su mente y su corazón.

Los Estados debilitados existen porque su tiempo de cambio ha llegado. La grandes corporaciones han tomado el camino que el Estado no ha querido. La soberanía se conquista y los estados son lacayos por su masa funcionarial, por una ciudadanía hedonista que cede su espacio a otro desistiendo de sus responsabilidades políticas, eligiendo a los mas mediocres mientras dedican su tiempo a los viajes, al consumo, a lo tangible, y al gran enemigo del espíritu: la televisión.


David Rockefeller tras su 6º trasplante de corazón en 38 años.
David Rockefeller tras su 6º transpante 

Prada identifica una fuerza oscura, a la bestia que te da una tarjeta de crédito y otra sanitaria. Pero el individuo no cesa en su interés por el consumo y prolongar su vida. Y la fuerza que devora al hombre es otra y es milenaria. La ONU ayuda a divulgar un credo acomodaticio pero hay algo mucho mas pernicioso que esa corrupta institución, Rockefeller, la banca, la summa masónica o el recuerdo de Lutero. Nos ponemos en las manos pías de Tolstoi o Dostoievski, dos seres terriblemente imperfectos, y apelamos a un sentimentalismo para sostener el patriotismo. Pero Juan Manuel sabe que todo nace con la muerte de Dios. Con el gran vacío. Creerse que el "nuevo Orden Mundial odia a Rusia con todas sus fuerzas [...] y trata de asfixiarla económicamente, de orquestar burdas campañas de intoxicación mediática y operaciones de falsa bandera" es como encargar la salvación de alma de una ursulina a Rocco, a Don Juan, a Casanova. 

Prada es un hombre bueno y valiente. Pero la reforma precisa es la de cada uno de los hijos de Dios. Unamuno y Chesterton lo sabian. Y nuestro escritor debe dirigir su fiereza achuchable de algodón hacia la necesidad de llenar el corazón del individuo de algo distinto a la nada, la ideología, lo sencillo y lo coral. Porque no existe la masa. Existe un hijo.

viernes, mayo 29, 2015

Félix de Azúa termina con 'Génesis'








Felix Azua Genesis
La 'Torre de babel', de Lukas von Volkenborth

Félix de Azúa ya vende en las librerias el  tercer volumen de una obra inclasificable.


Este tomo final se llama Génesis. El autor, filósofo y catedrático de Estética, es todo un personaje. Un luchador frente al nacionalismo catalánMe he ido de Cataluña para que mi hija no sea escolarizada en el odio a los españoles´), la burocracia universitaria (Un partido de profesores) y con la manía de ir por libre (“España está enferma de autoodio”). Algún crítico describe este tiempo de Azúa como "apocalíptico y sardónico, inteligente y brillante sobre toda ponderación". Y puede ser cierto..



Esta autobiografía ficticia persigue ser una voz generacional, la de los románticos burguesitos de “quienes empezaron a escribir entre 1960 y 1980". En 2010 se dio a conocer Autobiografía sin vida que versa sobre el fin del arte. Autobiografía de papel, de 2013, trata sobre el mundo literario. En Génesis narra dos relatos que se alternan: el mito grecolatino (personajes vascos que se van tras la guerra civil a una Venezuela petrolera, excesiva y primitiva) y del mito biblico de Adán y Eva. Azúa vuelve a donde empezó todo en una labor de antropología de las formas artísticas. Perfila la "esquizofrenia” de un universo en el que la condena del pecado original es la locura del conocimiento, el afán por emular al creador en la edificación de un paraíso propio y la facultad de privar de vida al semejante, al otro.


"El paraíso es esta niña que nos ha obligado, a mi mujer y a mí, a irnos con un esfuerzo enorme. Es mi paraíso por una razón poco sentimental: yo no había conocido la inocencia. 
Me he movido siempre en círculos críticos, combativos, con pretensión de ser muy lúcido, y no había conocido ni vivido la inocencia. Y es el paraíso”

Los dos primeros libros tratan de la materia, la sustancia que da sentido a la generación de Azúa: el conocimiento. El mundo del arte en primer lugar; las letras en el segundo tomo. Desde la pintura rupestre, pasando por la Grecia filosófica y violenta, a su vínculo con las mismas representaciones del mal en la Alemania contemporánea, etc. Autobiografía de papel versa sobre la poesía española en torno a 1970, la historia de la novela y el futuro del ensayo. Para Azua, que novela con la extremaunción, el arte plástico firma su testamento con el arte conceptual en la Documenta de Kassel de 1972.

“Se ha dicho que este es un país cainita por excelencia. Tal vez sí hay dos Españas… Es un país tan conflictivo, tan antipático, tan violento, tan agresivo, y, sobre todo, tan maleducado, ese es su mayor pecado. Los orígenes de todo eso estarían en la convivencia con el islam durante ocho siglos que produjo uno de esos desgarros espirituales enormes. Hubo expulsión de hebreos y moriscos. Hasta el siglo XVIII se adjudicaban puestos de trabajo según la limpieza de sangre”.

Paradojicamente, Faulkner se encuentra en la aproximación a la Biblia como literatura que Azúa realiza en los setenta.  En Génesis, Azúa revisita de una forma jocosa el primer libro de la Biblia. Faulkner tambien la reescribía en sus novelas, y Azúa la estudia, incorporando la fuerza de su influencia a la categoría "de los clásicos griegos como la de los clásicos hebreos. Solemos olvidar que la cultura occidental es judeocristiana”. Dicen, yo lo desconocía, que Juan Benet y Rafael Sánchez Ferlosio son “lectores excepcionales de la Biblia”.

Caín es eterno y, de manera alegórica, quiere decir que a veces se encarna en Stalin o Hitler o en algún imbécil. Tras la muerte de Abel, surge la condena de poder matar al prójimo. Aparece la culpa, a la cual debemos el hecho de sentirnos responsables. Lo más peligroso es la gente que no siente culpa y se cree inocente, ven la culpa en el otro. Se produce cuando hay perezas espirituales tremendas; estamos entrando en una de ellas. Hemos abdicado de gran cantidad de valores”

En el relato sobre Verónica, la heredera venezolana que se ha ido a vivir a Madrid, ésta ve al  protagonista, dedicado al estudio del arte y las letras, y lo observa como alguien ensimismado en “actividades características de aquellos que habiendo conocido el Paraíso lo perdieron”. Y es que, si existe algo que pueda vislumbrar a Dios es la naturaleza de lo palpable, la compleja ingeniería de la vida y, por encima de ello, la creatividad del homvre, la pulsión por perderse a sí mismo en “una construcción humana que rechaza el mundo real al que nos vemos arrojados y construye otro mundo nuevo”. Es “la única afrenta al Creador de la que no puede defenderse”: el arte y la literatura.

“España es un país fariseo en el sentido bíblico… El pecado original aquí es la envidia. No se soporta la diferencia, y, sobre todo, no se soporta a la gente que sobresale. No hay nada más asombroso que el trato que se ha dado a la investigación científica, al estudio, a la cultura. Valle-Inclán refleja esa necesidad de los mediocres para que todo el mundo sea tan mediocre como ellos”.

Génesis. Félix de Azúa. Literatura Random House. Barcelona, 2015. 192 páginas. 16,90 euros (digital, 10,99).

“Todo eso no convierte a España en un lugar lamentable sino enormemente interesante. No hay nadie que odie más a España que los españoles. España es, entre comillas, un país enfermo de autoodio. Y hay partidos que se dedican a mercantilizar ese odio. Hay vendedores de odio en los partidos nacionalistas vascos y catalanes. Incluso hay un partido como Podemos que vende odio a la casta, olvidan que ellos ahora son millonarios gracias a Chávez y gente así".


sábado, mayo 16, 2015

Michel Houellebecq



Sumisión


Sus novelas Las partículas elementales, El mapa y su territorio o Plataforma constituyen hitos en la nueva narrativa francesa. Es «la primera star literaria desde Sartre» según Le Nouvel Observateur. La primera vez que fijé mi atención en este francés diminuto y feo fue cuando me dijeron que odiaba a su madre. Eso es lo peor que se puede decir de alguien. No llega a los 60 años (Saint-Pierre, isla de La Reunión, 1958 según él, su madre dice 1956). Aparenta estar muerto.

Durante mucho tiempo dijo que su madre falleció, hasta que una octogenaria apareció en el año 2008 y le amenazó con "romperle los dientes". Según Lucie Ceccaldi, su madre, es una suerte de bohemia, comunista, hippie degenerada que "prefería a sus amantes antes que a sus hijos". Como siempre, algo de su madre hay en su nuevo libro. Ella se convirtió al Islam "por llamar la atención, durante un tiempo". 




Con sorpresa leo que Houellebecq es ingeniero agrónomo. Se casó y en 1981 tuvo un hijo. Se separó pronto, sufriendo una depresión y a varios ingresos en centros psiquiátricos. Todos sus ulteriores matrimonios han fracasado. Su degeneración física en tan corto periodo de tiempo es absoluta




"Mis padres se desinteresaron de mí cuando era niño. Hasta mi muerte, seré un niño pequeño abandonado, aullando de miedo y de frío, hambriento de caricias".


Su estudiado desaliño y apatía, según me dijeron colaboradores de su aventura como documentalista en 'El secuestro de Michel Houellebecq', no deja de ser una petición de auxilio, una forma de mostrar que no quiere presión, que se tiene por nada talentoso. Para empastar aún mas el personaje, su casa de París se encuentra en el Barrio Chino, y visita asiduamente una de nuestras provincias mas deprimidas, Almeria.

Todo ese malditismo entra en conflicto con aquello que lo ha puesto en mi foco de interés. Ha escrito Sumisión. Es un acto de suicidio por escrito que lo asimila a uno de los mas grandes iconos del valor en el periodismo (algo que hoy resulta extinto fuera de los territorios en guerra declarada) Oriana Falaci. Soumission fue, en tan solo tres días, el libro en idioma extranjero más vendido en España. El texto plasma a Francia al borde de la guerra civil. Un profesor de universidad cuarentón, François, que observa el auge del islamismo político moderado en Francia.  

Houellebecq es atractivo para la Francia cultural aun cuando dice odiar el «humanismo» y el «afeminamiento» de la cultura europea. El Islam opinaría lo mismo que él. De ahí lo alambicado y turbio de su discurso, como siempre provocador. Detesta la Francia oficial y meliflua pero afirma (y tiene mi apoyo) “que mi novela no es islamófoba... y también que uno tiene el derecho de escribir una novela islamófoba si quiere”. 

En su historia corre el año 2022. La República Francesa sufre un radical cambio. El partido conservador no es nada. El Frente Nacional de Marine Le Pen es la fuerza más votada. Un nuevo partido, la imaginaria Hermandad Musulmana, liderada por el joven Mohammed Ben Abbes, logra el segundo lugar pero logra formar gobierno tras aliarse con los socialistas. La conversión de Francia en Estado islámico se inicia. De una forma dúctil, ambigua y ladina retrata a Ben Abbes como un político moderado y tolerante que dice proteger a las tres «religiones del libro». Houellebecq muestra que el socialismo prefiere los juegos multiculturales y aliviar el complejo de una Europa «racista» a su modernidad laicista. 

La Hermandad Musulmana es generosa con la Iglesia Católica (no tanto con los judíos que se van yendo del país). Pero al tiempo fomenta el patriarcado, envía a la mujer a cuidar a los hijos, regula la poligamia y exige que todos los docentes se conviertan al islam (los profesores de la Sorbona o se convierten o se jubilan) y las estudiantes comienzan a usar el velo. La Sharia avanza de forma ligera. La convulsión afecta a toda Europa: gobiernos de coalición en Holanda, Inglaterra y Alemania,  los países del norte de África se unen a la Unión Europea.  

El uso juguetón que hace Houellebecq en su discurso  narrativo de dos pensadores reales como Huysmans (esteta que se convierte al catolicismo) y Guenon (gran ocultista que abrazará el misticismo islámico) genera equívocos. Traslada la revolución cotidiana de una nación pero Europa, a través de medios muy distintos a los que hubiera imaginado, se muda en aquello que Houellebecq, en múltiples provocaciones, ha relatado como deseable en muchos aspectos. Resurge una sociedad que con certeza será mejor, que recuperará el orden perdido. Desaparece esa nostálgica debilidad de la putrefacta Europa y encuentra la coherencia interior del Islam. Y es que al autor le interesa la vida eterna del catolicismo, pero no tanto  el perdón o la caridad.


 En Occidente la palabra masculina ha desaparecido. Lo que los varones piensan, nadie más lo sabe. Una hipótesis horrible, pero verosímil, es que no han cambiado; sólo han aceptado cerrar la boca. El varón occidental ya no habla; la mujer sí. La vida mental masculina ahora es algo desconocido, y por eso es verosímil pensar que el varón estaría dispuesto, si se presentara el caso, a una vuelta inmediata al patriarcado


Michel Houellebecq tiene escolta oficial y más tras la muerte de sus amigos de Charlie Hebdo. Parece cómodo con la situación. Se equipara su obra con El suicidio francés, de Éric Zemmour, o El gran reemplazo, de Renaud Camus por su conexión ideológica: la era judeocristiano se apaga mientras los musulmanes nos asedian silenciosamente. El pequeño Michelle plantea el futuro del europeo vacío de ideologías, débil, amanerado y a la moda, que observa cómo la religión vigorosa que daba sentido a su civilización antes de la tormenta política es domesticada y encuentra reemplazo en una nueva odisea medieval que, aunque le es ajena, le dará certezas. La natalidad francesa está en manos de unos visitantes, en un país con cada vez mas pobres, que no creen a nadie, liderados por un socialista débil y promiscuo. Francia ya es parte del sur. Y no se ha suicidado, como el brillante Michelle. Ha sido asesinada.



sábado, mayo 09, 2015

Sir Isaiah Berlin y la profecía de la libertad

 Sir Isaiah Berlin

Yo siempre he tenido en un altarcillo a by (1909–1997) por ser liberal, por ser un intelectual judío (son los mas poliédricos) y por haber escrito El erizo y el zorro.

     “Muchas cosas sabe la zorra, pero el erizo sabe una sola, y grande”.

Hoy la libertad no es comprendida por la ciudadanía. Esa falla conceptual resulta esencial a la hora de comprender como el individuo está dispuesto, con gusto, a la cesión de un esencial espacio propio en beneficio del Estado.

El principal objeto de estudio de su carrera fue la libertad. El texto Dos conceptos de Libertad (Two Concepts of Liberty; Isaiah Berlin, 1958) desarrolla su teoría en torno a la diferencia entre libertad negativa y libertad positiva. Diseña con el estudio de esta temática uno de los pilares esenciales de una nueva teoría liberal

La libertad negativa aborda una percepción de la existencia en la que el individuo obra por ausencia de coacción; la acción la impone él si no existe fuerza contraria. Es el eje de la filosofía moral británica y estadounidense. De la supresión de esta libertad se sirven los totalitarismos para ejercer su poder en aras de supuestos valores sociales "superiores". La libertad positiva "puede" ejercerla, al contar con el necesario entendimiento de sí mismo, y la capacidad personal para ejercerla. Para algunos, nuestra verdadera libertad es la conjunción de estos dos tipos de libertades. Isaiah Berlin, defendió que no son necesariamente compatibles, sino que pueden y suelen entrar en conflicto.


Libertad significa, propiamente, ausencia de oposición; por oposición quiero decir impedimentos externos del movimiento(…) Un hombre libre es aquel que, en aquellas cosas que puede hacer en virtud de su propia fuerza e ingenio, no se ve impedido en la realización de lo que tiene voluntad de llevar a cabo. Hobbes 1651:187

La libertad positiva se ejerce dependiendo de sí mismo y no de fuerzas exteriores, sino de la propia naturaleza. Requiere madurez y gran conocimiento de uno mismo. Muchos pensadores escépticos como el propio Isaiah Berlin (y el que junta estas letras) dudan de la posibilidad de libertad positiva, de la existencia de semejante autonomía de voluntad o de un grado tan elevado de conocimiento de uno mismo. Discípulos de Berlín, como John Gray, han defendido la compatibilidad de libertades positivas y negativas.

El nacimiento de Israel condujo a similares paradojas conceptuales, hoy terriblemente vigentes con motivo de la fantasía multicultural. Berlin se sentía ajeno al escenario de posguerra que le tocaba vivir. Era una suerte de apátrida filósofo profesional, un exiliado de la cultura rusa, residente en los centros de poder y pensamiento de Inglaterra y, principalmente, un judío dividido entre la integración a la sociedad inglesa, y el llamado de sus identidad judía.

En 1947 visitó con su padre el hogar nacional de los judíos y recibió continuas invitaciones (de Weizmann o Ben-Gurión) para establecerse en Israel con un alto puesto. Arthur Koestler y T. S. Eliot sostenían que con la fundación de Israel, los judíos de la Diáspora tenían ante sí solo dos caminos racionales: emigrar a Israel o asimilarse de manera irrevocable a la religión y la vida de sus países de residencia. Era el juego de libertades.

Eliot establecía, con cierto aire antisemita, la dolorosa disyuntiva. Los judíos podían recluirse legítimamente en su identidad religiosa (sus guetos) o asimilarse enteramente. Se delimitaba su libertad de una forma extrema. Pero ¿existe la libertad de un judío o es la libertad de un individuo ajeno a su pueblo?

El debate es, por momentos, encarnizado; en el terreno de la moral, fundamentalmente. Sir Isaiah, tras su agitado periplo soviético del año 1946, conoció de la mano de los héroes Pasternak y Ajmátova, la sórdida tortura que suponía residir en Moscú y Leningrado. Ese viaje delimitó sus futuros desempeños en derredor de las letras rusas, las ideales liberales, la lucha contra los totalitarismos, y contra 

“ese poder único de penetración y de imaginación que estaba destinado a curar todos los males humanos”.

Es razonable fantasear con la idea de que todo esto sería determinante en su decisión de no establecerse en Israel. Y, ademas, la idea que consideraba característica de los judíos. Una capacidad (surgida tal vez de esa existencia sometida a la incertidumbre apátrida) “para el análisis del pasado, el presente y, en ocasiones, también del futuro”, lindante con profético. En este sentido es muy interesante el gran texto de Enrique Krauze, El profeta Isaiah.

Ya cuando Fichte (el inicio de la amenaza a la libertad nace en ese tiempo) anunció el destino suprahumano de Alemania, Berlin lo contrapone a las palabras del "profeta" Heine:


“Aparecerán fichteanos armados, cuyas voluntades fanáticas no podrán aplacar ni el interés egoísta ni el temor [...] En Alemania se representará un drama en contraste con el cual la Revolución francesa parecerá un apacible idilio.”

El maestro Isaiah considera la dolosa idea de la “voluntad general”, ese “nosotros” social que elimina al individuo en beneficio "místico" del Estado de la mano de Rousseau, como propia de “el más siniestro y formidable enemigo de la libertad”. Es el padre de la democracia participativa que ha devastado LatinoAmérica y pretende su asalto a la Europa mas pobre, que si bien se gesta en una elogiosa desconfianza de las élites ilustradas, luego devasta la idea misma de Ilustración. Y Hegel deviene en profeta creador de la más influyente y opresiva “teodicea” de la Historia.

En el mismo capítulo de enemigos de la libertad incluye al utilitarismo de Helvétius y el productivismo de Saint-Simon. Berlin acertó al revelar los diversos antecedentes del culto al Estado, en defensa la libertad individual, herramienta esencial de su “tribu” por incorporación, la Británica. Sir Isaiah Berlin defendió la libertad humana como un profeta judío aunque siempre mantuvo la idea de abandono de su pueblo. Pero desde Oxford no le pudo prestar mas alto servicio.

“Nadie es profeta en su tierra.” 


Según las lineas de Enrique Krauze, "dentro y fuera de su tierra y de su tribu, en defensa de la libertad humana, Isaiah Berlin fue una clara excepción".

A un alma puritana puede causar disgusto conocer que tal vez tuvo un idilio con la mítica y desgraciada Ana Ajmátova tras leer en el maravilloso artículo de Pablo Rodríguez (@Suanzes) Arden los sonidos en el éter. Pero habrá que perdonárselo porque no está probado y estaría, en cualquier caso, en uso de su libertad.  

viernes, mayo 01, 2015

Robles y la certeza de Hemingway como miseria humana



José Robles Pazos
José Robles Pazos
La única fuerza ideológica que pervive tras siglos y siglos de ocasos de civilizaciones es el cristianismo. La idea revolucionaria del hombre bueno nunca se ha sostenido con el hombre como sustento único. El suicidio de Hemingway es uno de los más simbólicos sellos lacrados que pusieron fin a una breve teoría peregrina, una lacra que no dejaría de ser una anécdota en la historia de la humanidad si no hubiera dejado millones de muertos. Ya queda poco para la libertad de sus últimos esclavos.

Ese combate tuvo una de sus mas perversas batallas en España, en la Guerra Civil. John Dos Passos y Ernest Hemingway eran dos amigos, célebres escritores de la misma generación, que como Martha Gellhorn, Virginia Cowles, Ilyá Ehrenburg y Antoine de Saint-Exupéry, se encontraban en MadridLa guerra que pondría fin a la Segunda República movilizó a todos los intelectuales de izquierdas de medio mundo, guiados por la idealización del conflicto armado. Fue el campo de pruebas de la Segunda Guerra Mundial, tanto en armamento como en tácticas de comunicación.

John Dos Passos  Ernest Hemingway
John Dos Passos y Ernest Hemingway

La desaparición de José Robles Pazos pondrá fin a esta amistad. Dos Passos, Lillian Hellman y Hemingway no fueron como periodistas o escritores sino como documentalistas. Querían preparar un documental titulado "Tierra española", como vehículo propagandístico en beneficio de la causa republicana

José Robles Pazos, traductor al español de su título fundamental, la novela Manhattan Transfer, y gran amigo suyo, trabaja en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore y reside desde hace 16 años en Estados Unidos. Los veranos regresa a España pero el estallido de la guerra le hace permanecer más tiempo en beneficio del Gobierno de Azaña. Como sabe ruso, le ponen a disposición de Vladimir Gorev, nuevo embajador soviético y responsable del servicio de inteligencia militar (GRU).

La forma en que los dos autores afrontan la desaparición de Robles retrata la bifurcación de la causa de izquierdas. El predominio de la libertad del hombre frente al triunfo de la causa que construirá al nuevo hombre. 

Robles desaparece de sus dependencias en noviembre del 36, cuando el Gobierno (del que es jefe de prensa extranjera del Ministerio de Guerra con rango de teniente coronel) fue trasladado a Valencia.

Dos Passos inicia una serie de pesquisas que incomodan y Hemingway considera que es un caso casi anecdótico que no debe manchar al gobierno. La mala conciencia que pudiera tener Hemingway desaparecía cada noche en su habitación de hotel, entre juergas y alcohol. Según Dos Passos, a Robles lo mató su idealismo incómodo en un foco de información tan virulento como era el Ministerio de la Guerra en sus tratos con el Kremlin. 

Para Stalin no representaban nada los cientos de miles de compatriotas que morían cada año ya bien ejecutados  o por hambrunas. Un español solo era un dígito irrelevante. Paul Preston, como no, culpa a su hermano Ramón, del bando nacional, pero no explica como llegó a acceder al Ministerio.






viernes, diciembre 19, 2014

Suicidas como David Foster Wallace

Apenas si me interesó la obra de DFWallace. Escribía frases larguísimas y nunca he comprendido el mérito del postmodernismo, como tampoco pude acceder a esa majestad de Updike o Pynchon.

De Wallace me llamaba su bandana, su interés por el tenis, por el porno, por las drogas. Su enfermedad mental. Su valentía para vivir una existencia errática, nómada, arriesgada. 

He leido su biografía. Hay gente que lleva escrita en la cara la clase de muerte que le espera. Este hombre gritaba auxilio en cada imagen que dejaba en entrevistas, en cada linea, hasta cuando escribía de Federer.


DAVID FOSTER WALLACE BIO