La busca, a pesar del anhelado witness de Wilber, me ha dejado vacio. Arido páramo. A veces, notas que esa puerta de atras queda cerrada para siempre. NO hay vuelta atrás. ¿Quien estará conmigo cuando desaparezca diluido como un caramelo?
Mi identidad se resiste a la cancelación de (http://www.ccel.org/j/john_cross/ascent/) mis capacidades de raciocinio.
El mecanismo defensivo es comprensible. Esa idea de Maharshi que vincula toda abolición del sufrimiento a su celebre Who am I? (http://www.oshogulaab.com/RAMANA/TEXTOS/LISTADOLIBRAMANA.htm) no puede calzarse de cualquier forma en un Occidental madrileño de 39 años, que en este momento escucha, tras de sí, como chirrian las zapatillas de Federer y Agassi en los cuartos de final del 2004 U.S. Open de Tenis.
Sabato pintaba casi ciego. Yo no pinto y veo muy bien. Tan bien que desprecio la vista. Que Dios me perdone.
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