La gente se entusiasma con el iPod, con el Kremlim, con la obra de Kerouac, con los clips de U2, con los Simpsons y con Ronaldinho. Todo ello surge a resultas de un ingenio indudable. Hace millones de años todo era polvo cósmico. Nosotros, cualquier planta u otro animal somos simples derivaciones del azar, o de una naturaleza que por medio de un caos sin procedencia nos hemos revelado a la existencia. ¿Estais tontos? Creen en Lenin o en George Soros, en Mussolini o en las drogas, en el consumismo o en el amor. Tienen una prueba del supremo orden natural, inefable y sólida como unas tetas. Y aún dudan del ser primigenio.
Más conocidas como neuronas, el sistema nervioso contiene millones de ellas. Para poder transmitir el impulso nervioso, las neuronas se componen de dendritas -una serie de ramificaciones que contactan con las otras células para recibir la información-, cuerpo neuronal -que procesa los datos recibidos- y axones -unas prolongaciones que transmiten el mensaje ya procesado-. La neurona de la imagen pertenece a la capa exterior del cerebelo, una zona del cerebro en la que se regula la actividad muscular y la coordinación.
Esta fotografía muestra la sección de un diente. En ella se puede ver la capa de células epiteliales (en verde), encargada de producir el esmalte que protege nuestra dentadura (la parte amarilla, en la zona inferior de la imagen). El esmalte es la sustancia más fuerte producida por los mamíferos.
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