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viernes, mayo 29, 2015

Félix de Azúa termina con 'Génesis'








Felix Azua Genesis
La 'Torre de babel', de Lukas von Volkenborth

Félix de Azúa ya vende en las librerias el  tercer volumen de una obra inclasificable.


Este tomo final se llama Génesis. El autor, filósofo y catedrático de Estética, es todo un personaje. Un luchador frente al nacionalismo catalánMe he ido de Cataluña para que mi hija no sea escolarizada en el odio a los españoles´), la burocracia universitaria (Un partido de profesores) y con la manía de ir por libre (“España está enferma de autoodio”). Algún crítico describe este tiempo de Azúa como "apocalíptico y sardónico, inteligente y brillante sobre toda ponderación". Y puede ser cierto..



Esta autobiografía ficticia persigue ser una voz generacional, la de los románticos burguesitos de “quienes empezaron a escribir entre 1960 y 1980". En 2010 se dio a conocer Autobiografía sin vida que versa sobre el fin del arte. Autobiografía de papel, de 2013, trata sobre el mundo literario. En Génesis narra dos relatos que se alternan: el mito grecolatino (personajes vascos que se van tras la guerra civil a una Venezuela petrolera, excesiva y primitiva) y del mito biblico de Adán y Eva. Azúa vuelve a donde empezó todo en una labor de antropología de las formas artísticas. Perfila la "esquizofrenia” de un universo en el que la condena del pecado original es la locura del conocimiento, el afán por emular al creador en la edificación de un paraíso propio y la facultad de privar de vida al semejante, al otro.


"El paraíso es esta niña que nos ha obligado, a mi mujer y a mí, a irnos con un esfuerzo enorme. Es mi paraíso por una razón poco sentimental: yo no había conocido la inocencia. 
Me he movido siempre en círculos críticos, combativos, con pretensión de ser muy lúcido, y no había conocido ni vivido la inocencia. Y es el paraíso”

Los dos primeros libros tratan de la materia, la sustancia que da sentido a la generación de Azúa: el conocimiento. El mundo del arte en primer lugar; las letras en el segundo tomo. Desde la pintura rupestre, pasando por la Grecia filosófica y violenta, a su vínculo con las mismas representaciones del mal en la Alemania contemporánea, etc. Autobiografía de papel versa sobre la poesía española en torno a 1970, la historia de la novela y el futuro del ensayo. Para Azua, que novela con la extremaunción, el arte plástico firma su testamento con el arte conceptual en la Documenta de Kassel de 1972.

“Se ha dicho que este es un país cainita por excelencia. Tal vez sí hay dos Españas… Es un país tan conflictivo, tan antipático, tan violento, tan agresivo, y, sobre todo, tan maleducado, ese es su mayor pecado. Los orígenes de todo eso estarían en la convivencia con el islam durante ocho siglos que produjo uno de esos desgarros espirituales enormes. Hubo expulsión de hebreos y moriscos. Hasta el siglo XVIII se adjudicaban puestos de trabajo según la limpieza de sangre”.

Paradojicamente, Faulkner se encuentra en la aproximación a la Biblia como literatura que Azúa realiza en los setenta.  En Génesis, Azúa revisita de una forma jocosa el primer libro de la Biblia. Faulkner tambien la reescribía en sus novelas, y Azúa la estudia, incorporando la fuerza de su influencia a la categoría "de los clásicos griegos como la de los clásicos hebreos. Solemos olvidar que la cultura occidental es judeocristiana”. Dicen, yo lo desconocía, que Juan Benet y Rafael Sánchez Ferlosio son “lectores excepcionales de la Biblia”.

Caín es eterno y, de manera alegórica, quiere decir que a veces se encarna en Stalin o Hitler o en algún imbécil. Tras la muerte de Abel, surge la condena de poder matar al prójimo. Aparece la culpa, a la cual debemos el hecho de sentirnos responsables. Lo más peligroso es la gente que no siente culpa y se cree inocente, ven la culpa en el otro. Se produce cuando hay perezas espirituales tremendas; estamos entrando en una de ellas. Hemos abdicado de gran cantidad de valores”

En el relato sobre Verónica, la heredera venezolana que se ha ido a vivir a Madrid, ésta ve al  protagonista, dedicado al estudio del arte y las letras, y lo observa como alguien ensimismado en “actividades características de aquellos que habiendo conocido el Paraíso lo perdieron”. Y es que, si existe algo que pueda vislumbrar a Dios es la naturaleza de lo palpable, la compleja ingeniería de la vida y, por encima de ello, la creatividad del homvre, la pulsión por perderse a sí mismo en “una construcción humana que rechaza el mundo real al que nos vemos arrojados y construye otro mundo nuevo”. Es “la única afrenta al Creador de la que no puede defenderse”: el arte y la literatura.

“España es un país fariseo en el sentido bíblico… El pecado original aquí es la envidia. No se soporta la diferencia, y, sobre todo, no se soporta a la gente que sobresale. No hay nada más asombroso que el trato que se ha dado a la investigación científica, al estudio, a la cultura. Valle-Inclán refleja esa necesidad de los mediocres para que todo el mundo sea tan mediocre como ellos”.

Génesis. Félix de Azúa. Literatura Random House. Barcelona, 2015. 192 páginas. 16,90 euros (digital, 10,99).

“Todo eso no convierte a España en un lugar lamentable sino enormemente interesante. No hay nadie que odie más a España que los españoles. España es, entre comillas, un país enfermo de autoodio. Y hay partidos que se dedican a mercantilizar ese odio. Hay vendedores de odio en los partidos nacionalistas vascos y catalanes. Incluso hay un partido como Podemos que vende odio a la casta, olvidan que ellos ahora son millonarios gracias a Chávez y gente así".