Conocido como el 'vampiro del desierto de Teherán', Mohamed Bijeh violó y mató a 17 niños y tres adultos, la mayoría refugiados afganos. Hoy ha sido ejecutado por ahorcamiento en Irán, tras recibir publicamente los prescritos 100 latigazos y una cuchillada de un familiar.
El asco de estas imagenes, no se porqué, beatifica y atenua cualquier intervención de occidente en estas tierras de tribalismo violento, lapidaciones, horcas y pompas feudales que fingen dar justicia a un salvaje y ágrafo pueblo sometido, muy lejos de los andaluces hijos místicos de Ibn Al Arab.
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