lunes, enero 24, 2011

Las Moléculas de la Emoción

Relación entre la mente y el sistema inmune Por años se ha tenido la evidencia de cierta asociación entre la mente y el sistema inmune. No es desconocida la relación entre la depresión, el estrés, y el cáncer. Por otro lado, cada día generamos células potencialmente malignas y estas no proliferan en gran medida, porque existe un sistema inmune eficiente en eliminarlas. ¿Qué fenómenos deben ocurrir para que el sistema falle y se desarrolle un cáncer? No cabe duda de que el desarrollo del cáncer no es un evento unifactorial, es probable que intervengan múltiples factores, pero es interesante mostrar algunas evidencias de la importancia del sistema inmune y su conexión con la mente, ya que en esta esfera se ha demostrado algunas prácticas que podrían ser útiles para ayudar a estos pacientes. En primer lugar, el libro que a continuación se comenta, hace una completa revisión, aportando elementos de gran interés en este tema:
El primer componente de las moléculas de la emoción es una molécula encontrada en la superficie de las células en el cuerpo y en el cerebro, llamado el receptor de opiáceos. Este descubrimiento fue el que lanzó la carrera científica de la Dra. Pert a comienzos de los 70. Todos los receptores son proteínas y ellas se agrupan en la membrana celular esperando por las llaves químicas correctas para nadar hacia ellas a través del líquido extracelular y para ligarse a ellos mediante la adaptación como una llave a cerradura en un proceso llamado unión o ligazón. La llave química que se une al receptor es el ligando, al unirse se produce una alteración que lleva a la molécula a reorganizarse, cambiando de forma hasta que la información entra a la célula. El ligando transmite el mensaje molecularmente al receptor. El receptor transmite el mensaje al interior de la célula, donde el mensaje puede cambiar dramáticamente el estado de la misma. Una reacción en cadena de eventos bioquímicos es iniciada y dirigida por el mensaje del ligando, comienza numerosas actividades como síntesis de nuevas proteínas, división celular, apertura o cierre de canales iónicos, etc. En suma, la vida de la célula está determinada por qué receptores están en su superficie y si estos están ocupados por ligandos o no. El proceso de unión es un proceso muy específico.
Las tres áreas clásicamente separadas: neurociencia, endocrinología e inmunología y sus varios órganos: cerebro, glándulas, bazo, ganglios linfáticos y médula ósea están unidos entre ellos en forma multidireccional por una red de comunicación ligada por transportadores de esa comunicación conocidos como neuropéptidos.
El dolor : La zona gris alrededor del acueducto entre el tercer y cuarto ventrículo está llena de receptores de opiáceos relacionados con el control del dolor. En esta zona se encuentran receptores para prácticamente todos los neuropéptidos que han sido descritos. Se ha descrito que a través del cambio de la forma de la respiración, llamada respiración consciente se produce un cambio en la cantidad y tipo de péptidos liberados desde el cerebro. Dado que muchos de estos péptidos son endorfinas (opiáceos naturales del cuerpo) se produce una disminución del dolor.
Mente y cuerpo: el cuerpo es inseparable de la mente. Los neuropéptidos y sus receptores están en el cuerpo y la mente está en el cuerpo. Ej: el intestino está lleno de receptores, la excitación y el enojo aumentan la motilidad intestinal y la contención la reduce.
El cerebro está bien integrado con el resto del cuerpo a nivel molecular. Es una red con el sistema neuronal, hormonal, gastrointestinal e inmune para comunicarse entre ellos vía péptidos o receptores específicos de los péptidos. Cada segundo ocurre un masivo intercambio de información en el cuerpo. Los neuropéptidos son los mensajeros que llevan esta información para ligar estos sistemas mayores en una unidad cuerpo-mente.
Salud y emociones ¿Hay relación entre la mente y las emociones y el estado de salud? Una de las formas como el sistema inmune afecta nuestra salud es la formación de placas en las arterias, las células del sistema inmune liberan péptidos que aumentan o disminuyen la construcción de la placa en los vasos coronarios. ¿Cuál es el rol de las emociones en todo esto? Se ha demostrado que aumentan los ataques cardiacos los lunes en la mañana y en periodos significativos como la Navidad. Otra conexión del sistema inmune es con los virus que usan los mismos receptores de los neuropéptidos para entrar a la célula y depende de cuanto péptido haya alrededor del receptor y disponible para unirse al virus, éste tendrá mayor o menor dificultad para ingresar a la célula. Por siglos se ha dado mucha atención a la influencia de los procesos mentales y emocionales en la salud y enfermedad. Sólo en el siglo XX los investigadores han encontrado herramientas poderosas para demostrar estas uniones con el sistema inmune. Robert Ader, Sicólogo de Rochester School of Medicine y Nicolás Cohen entrenaron ratones experimentalmente para asociar cierto estímulo con un evento, dar una droga inmunosupresora con sacarina, posteriormente se les dio sacarina sola y la respuesta también fue la supresión de la respuesta inmune. Mientras estos estudios han demostrado que el sistema inmune puede ser condicionado a nivel subconsciente, Howard Hall demostró en 1990 que el sistema inmune puede ser conscientemente controlado con las llamadas estrategias ciberfisiológicas. Prácticas autoregulatorias como la relajación, imaginería guiada, autohipnosis, entrenamiento de biofeedback . Si el sistema inmune puede ser alterado por la intervención consciente, ¿Qué relación puede haber con el tratamiento de enfermedades como el cáncer? En 1940, Ranti afirmó que el cáncer resulta de una falla en expresar las emociones. En los 80, Lidia Temoshock, psicóloga, demostró que los pacientes con cáncer que esconden sus emociones tienen una recuperación más lenta. La supresión crónica de las emociones, resulta en un trastorno masivo de la red psicosomática. En todos nosotros están creciendo células cancerosas en todo momento y las células Natural Killer las atacan y destruyen, un trabajo coordinado con varios péptidos del cerebro y sus receptores. Todas las emociones son saludables, el enojo, el temor, la tristeza o emociones negativas, son tan saludables como la paz, la fuerza y la alegría; así, su represión, altera la integridad del sistema. La clave es expresar los sentimientos.
Virus VIH y sistema inmune El virus VIH entra al linfocito T CD4, el cual tiene un receptor específico para el virus. Se ha encontrado receptores para el virus a nivel del cerebro, lo cual podría tener alguna relación con los trastornos neurológicos observados en los pacientes infectados. Se ha encontrado una molécula similar al CD4 en el cerebro, especialmente a nivel del hipocampo y la corteza cerebral. Hay datos que sugieren que el receptor de CD4 puede ser un receptor de neuropéptidos. Si se encuentra un receptor natural del cuerpo que se ligue al receptor de CD4, se podría obtener una terapia no tóxica para impedir la entrada del virus a la célula. El receptor de CD4 no es exclusivamente para unirse al virus. El GP120 de la envoltura externa del virus, es la parte que se une al receptor de CD4. Se ha logrado sintetizar una molécula capaz de unirse al receptor y así desplazar al gp120, se le ha llamado péptido T. VIP: péptido intestinal vasoactivo, se le ha encontrado en la corteza frontal, en el timo, intestino, pulmones y algunas células del sistema inmune y del sistema nervioso autónomo. El virus competiría con el VIP por los receptores en la superficie de las células del sistema inmune y del cerebro y dependería de la cantidad de la molécula presente, la facilidad del virus para entrar a la célula (Proceedings Nat. Acad. of Science, Dic. 1986) Posteriormente, se han identificado otros péptidos que hacen lo mismo. El VIP es activo en el intestino, donde regula el flujo de agua y en el cerebro, donde promueve el crecimiento y salud de las neuronas. Cuando el gp 120 se une a las neuronas en el cerebro y altera la actividad del VIP, las neuronas meren o pierden sus axones y dendritas, provocando los efectos de demencia observados en algunos pacientes con SIDA. El VIP también se encuentra en el timo y médula ósea, donde controla la maduración de los linfocitos responsables de un sistema inmune fuerte y sano. La ocupación del receptor por gp120, causa apoptosis o muerte celular programada, que es otra forma de decir que acorta el ciclo de vida normal de los linfocitos T CD4, resultando en un sistema inmune alterado y una mayor susceptibilidad a infecciones oportunistas, que causan la muerte de la mayoría de los pacientes con SIDA. Para estos investigadores, el bloqueo del VIP por el gp120, resulta en una falla de las neuronas para crecer y de las células inmunes para madurar. La emaciación (baja de peso), fue comprendida más tarde, usando la misma teoría, cuando se probó que el gp120 también se adapta y bloquea la hormona estimulante del crecimiento. En la Fenway Clinic, en Boston, se hizo una investigación en 30 hombres y mujeres con SIDA, y se demostró la desaparición de algunos síntomas al administrarles el péptido T, los mismos resultados obtuvo otro grupo en Princeton.
Búsqueda de otros péptidos y su aplicación clínica:
Si se pudiese interferir y bloquear receptores específicos del glutamato inmediatamente después de un accidente vascular cerebral, se lograría que las víctimas que hoy mueren o quedan permanentemente dañadas, podrían recuperarse. En pacientes con trauma cerebral o Accidente Vascular Cerebral, un neurotransmisor, que es el glutamato, sale de las neuronas y con el tiempo mata las células. Posteriormente se demostró que el anestésico conocido como PCP (polvo de ángeles), usa como receptor el mismo que el glutamato que se necesita bloquear. Después de ardua investigación, se sintetizó un péptido llamado neuroprotectina, para ser usado en pacientes con trauma y accidente vascular cerebral.
Asociación de métodos alternativos a la terapia médica
En 1992, el National Institutes of Health, estableció la oficina de Medicina Alternativa, para investigar y evaluar muchas de las terapias alternativas, incluyendo acupuntura, homeopatía, técnicas de sanación manipulativas como quiropraxia, visualización y biofeedback.
La influencia de las emociones de la mente en la inmunidad
Si sabemos que los pensamientos y sentimientos pueden influenciar una enfermedad, por qué no expandir la investigación para determinar a qué enfermedades son más aplicables estas modalidades y efectuar experimentos para obtener respuestas que lleven a posibles curas. Por ejemplo, la imaginería guiada, es una de las modalidades que más allá de toda duda, puede influenciar la recuperación de los pacientes con cáncer.
El efecto de la meditación sobre el estrés y su impacto en la inmunidad, viene a corroborar la importancia de la conexión mente-cuerpo.
A fines de los 50, se demostró que al transplantar tumores a ratas sometidas a estrés, éstos crecieron más rápidamente. Esto se atribuyó a niveles elevados de esteroides, que suprimían la respuesta inmune. Cuando el estrés impide a las moléculas de la emoción fluir libremente, en un gran proceso autonómico, regulado por el flujo de péptidos, como la respiración, flujo sanguíneo, inmunidad, digestión y eliminación.
La meditación permite a los péptidos retornar al cuerpo y a las emociones a sanar.
Existe una nueva imagen integrada de cuerpo y mente, con inteligencia emocional y un alma espiritual. Cada uno de nosotros es un sistema dinámico, con un potencial para el cambio en el cual la autocuración es la norma, más que un milagro. Yo tengo el potencial para intervenir conscientemente en el sistema y tomar un rol activo en mi propia curación.
En el antiguo modelo reduccionista, enfermedades crónicas como las enfermedades cardiacas y el cáncer, son vistas como fuerzas atacando el cuerpo, haciéndonos víctimas inútiles, incapaces de cualquier respuesta fuera de la medicina altamente tecnológica.
La felicidad es lo que sentimos cuando nuestros bioquímicos de la emoción , los neuropéptidos y sus receptores están abiertos y fluyendo libremente a través de la red psicosomática, integrando y coordinando sistemas, órganos y células en un movimiento suave y rítmico. Fisiología y emociones son inseparables.
El hipotálamo es parte del cerebro emocional, el sistema límbico y sus neurotransmisores tienen axones que se extienden en la glándula pituitaria que está debajo. Estos axones secretan un neuropéptido llamado CRF (cortisol releasing factor, o factor liberador del cortisol), que controla la liberación de otra sustancia. Cuando el CRF actúa a nivel de la pituitaria, estimula la secreción de ACTH, que viaja a través del torrente sanguíneo a la glándula suprarrenal, donde se une a receptores específicos en las células.
La adrenalina producida en la suprarrenal, es la responsable de la respuesta al peligro, real o imaginario. El estrés también aumenta con la mayor producción de esteroides. Se ha visto en niños muy estresados, que los receptores se desensibilizan , escondiéndose y disminuyendo en número.
Impacto ambiental de toxinas y contaminantes
Los niveles celulares de metales pesados y dioxinas de herbicidas y pesticidas son 300 a 400 veces que la primera vez que se emplearon. Existe 80 a 100.000 contaminantes químicos en nuestro ambiente. Los contaminantes ambientales pueden entrar en la membrana celular y cambiar la forma de sus receptores y esto podría afectar la transferencia de la información necesaria para hacer funcionar estos delicados sistemas.
Los contaminantes suspendidos en las membranas celulares, alterarían e interrumpirían el flujo de electrones, causando privación de energía, fatiga crónica, alergias y sensibilización química.
Es alarmante el que los contaminantes acumulados en nuestro cuerpo, simulan y alteran la acción de nuestras hormonas sexuales: estrógenos, progesterona, testosterona. Impresiona la poca atención dada a la relación entre esta toxicidad y el cáncer de mama. Un informe reciente publicado en la revista Science, ha demostrado que toxinas ambientales estrógeno símiles, se unen a los receptores estrogénicos, donde pueden estimular el crecimiento del cáncer de mama. Igualmente, otras toxinas pueden actuar como la testosterona en el hombre e inducir cáncer de próstata.
Es probable también que niveles elevados de toxinas ambientales estén causando alteraciones en la capacidad de nuestro sistema inmune.
Recomendaciones para mantener el sistema libre de toxinas
Altas dosis de vitamina C, 1000 o más mg/día Dieta libre de polución Evitar comidas procesadas Consumir frutas y vegetales orgánicos Evitar las carnes, cecinas y leches que están llenas de antibióticos. Elija los productos animales que han sido dejados crecer libremente. Un cambio en el estilo de vida puede hacer la diferencia. La genética puede determinar la susceptibilidad a una enfermedad, pero el estilo de vida sano puede ser igualmente importante.
Estilos de vida sanos total y conscientemente: programa de 8 partes
Para muchos de nosotros, un estilo de vida sano significa alimentos bajos en grasas, ejercicio diario y eliminación del tabaco, el alcohol y otras drogas. Si bien, estas son estrategias que aumentan la salud, es necesario no perder el enfoque del cuidado emocional diario de nuestros pensamientos, nuestros espíritus y nuestras almas. A la luz del nuevo conocimiento acerca de las emociones y la red psicosomática, es obvio que ellas son también nuestra responsabilidad para manejar nuestra salud. Nosotros tendemos a relacionarnos con los aspectos físicos para mantenernos sanos e ignoramos la dimensión emocional, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros espíritus y nuestras almas. Al escuchar nuestras emociones y dirigirlas a través de la mala psicosomática, ganamos acceso a su capacidad sanadora. ¿Cómo hacerlo? Primero reconociendo nuestros sentimientos y no solo los positivos, es solo cuando los sentimientos son negados, en que no pueden ser procesados y liberados, que se convierten en tóxicos.
Hacerse conscientes Es importante considerar que somos seres humanos y no hacedores y ésta es la decisión para hacernos más conscientes. Mientras más conscientes estemos, más podremos estar en contacto, en la conversación que va a niveles autonómicos o subconscientes de la unidad cuerpo-mente, donde se efectúan las funciones básicas como respiración, digestión, inmunidad, control del dolor y flujo sanguíneo. Solo entonces, podremos entrar en esta conversación, podremos usar nuestra alerta para aumentar la efectividad del sistema autonómico, donde la salud y la enfermedad están siendo determinadas minuto a minuto. Se ha combinado la relajación, autohipnosis y visualización para ayudar a las personas a dirigir su propia curación. Es posible aumentar la producción de endorfinas mediante estas técnicas.
Acceder a la red psicosomática Es punto clave es la corteza frontal, parte del cerebro rica en péptidos y receptores. Esta es la localización de todas las funciones cognitivas superiores como la planificación del futuro, toma de decisiones y formulación de intenciones de cambio; en suma, es la corteza frontal la que nos hace realmente humanos. Esta parte del cerebro no se desarrolla completamente hasta los 20 años, lo que nos ayuda a entender y a ser más pacientes con nuestros adolescentes. La corteza frontal es más dependiente del libre flujo de péptidos de la emoción, a través de la red psicosomática que cualquier otra parte del cuerpo.
El cerebro requiere de un combustible que es la glucosa y de un flujo sanguíneo que le asegure el abastecimiento de ésta, El flujo sanguíneo está muy regulado por los péptidos emocionales, que envían signos a los receptores en las paredes de los vasos sanguíneos para contraerse o dilatarse, influenciando la cantidad y velocidad del flujo. Sin embargo, si nuestras emociones están bloqueadas, se produce una contracción crónica del flujo sanguíneo, privando a la corteza frontal como también otros órganos de este nutriente esencial. Lo anterior, nos deja menos alertas, limitados en nuestra capacidad de intervenir en la conversación entre el cuerpo y la mente y cambiar la fisiología o el comportamiento. Al aprender a atraer nuestra atención a experiencias pasadas y memorias condicionantes almacenadas en receptores de nuestras células Ud. puede liberarse de estos bloqueos.
Penetración en sus sueños Una de las mejores formas de integrar alerta de las emociones es transcribir sus sueños. Los sueños son mensajes directos de su mente-cuerpo y nos dan una valiosa información de qué está ocurriendo física y emocionalmente. Haga el hábito de anotar sus sueños, más importantes que el contenido son los sentimientos y emociones que experimente. Mantenga contacto con su cuerpo Es útil el uso de diferentes formas de trabajo corporal que usan el movimiento para sanar las emociones (Ej. Tai-Chi, Yoga, etc).
Reduzca el estrés La forma más efectiva de lograrlo es la meditación, ya que ella permite aún sin estar totalmente consciente liberar emociones que están atascadas y que alteran el libre flujo de los bioquímicos de la unión mente-cuerpo. Se ha demostrado que la meditación puede reducir el dolor en pacientes con dolor crónico. Para algunos, la meditación proporciona una unión directa con el mundo espiritual. Juegue a pasarlo bien, ésta es la forma más fácil, barata y efectiva de reducir el estrés y rejuvenece su mente, cuerpo y espíritu.
Haga ejercicio Coma en forma sana Nuestro intestino delgado y grueso están densamente cubiertos de neuropéptidos y receptores, todos intercambiando información con contenido emocional. Hay al menos 20 diferentes péptidos asociados a la emoción liberados por el páncreas para reglar la acumulación y almacenamiento de nutrientes. Trate siempre de comer tranquilo y disfrute de la buena compañía. Evite el azúcar, como droga hace perder la sensibilidad a los receptores e interfiere con los mecanismos que regulan la disponibilidad de energía, como la liberación de glicógeno por el hígado.
Evite las sustancias de abuso Evite el abuso el azúcar, alcohol, tabaco, etc. Todas estas sustancias tienen análogos circulando que se unen a receptores.
Curación espiritual Aquí estamos hablando del amor. Todos los curadores están recurriendo a una fuente de energía superior que llaman amor y que están compartiendo con aquel a quien sanan. El mensaje de Jesús es un mensaje de amor y compasión, los cuales siguen al perdón. Estos elementos deben ser el marco de nuestra medicina occidental. No es posible continuar considerando al cuerpo como una máquina. Nosotros somos seres espirituales en un cuerpo físico y no de forma contraria. Se ha demostrado que es útil escribir las experiencias Ej. en víctimas de trauma. Se ha demostrado un aumento del flujo y fortalecimiento del sistema inmune que puede durar meses. También es útil la meditación y el ejercicio para el alivio del estrés. Existe una serie de técnicas que se pueden emplear para sanar la mente y las emociones. El cuerpo es el campo de batalla de los juegos de guerra de la mente. Los pensamientos y emociones no resueltos, la negatividad que llevamos actúa en el cuerpo y nos hace enfermar. El perdón es una apertura del corazón y aprendizaje a amar, esta es la lección más importante que debemos aprender. Existe mucha confusión acerca de cómo reconciliar la religión con procesos que ayudan a la curación, como el yoga, meditación, biofeedback, etc. Es importante considerar que hay muchas rutas para llegar al espíritu, como la meditación, sin negar la propia fe religiosa. En suma, podemos decir que los pensamientos y las emociones vienen primero y luego le siguen los péptidos, causando apertura de los vasos sanguíneos Ej. producción de rubor. Un pensamiento reduccionista es la visión de que los pensamientos y sentimientos son productos de la actividad neuronal y que el cerebro es el primer motor, asiento de la conciencia. Las investigaciones han demostrado que el flujo de sustancias químicas viene de diferentes sistemas simultáneamente, el sistema inmune, el sistema nervioso, endocrino y gastrointestinal y que estos puntos nodales formados en estos sitios son como parte de una gran autopista de intercambio de información interna a nivel molecular. Sabemos que la información tiene una infinita capacidad de crecimiento y expansión y que esta es más allá del tiempo, lugar, materia y energía. Por ello, no pertenece al mundo material comprender nuestras sensaciones, pero debe pertenecer a su propio mundo, aquel que podamos experimentar como curación, la mente, el espíritu. Esto es lo que algunos llaman Dios. En la Universidad de Georgetown se tiene un lema digno de recordar: "La persona es lo primero". Debemos recordar que CIENCIA es la búsqueda de la verdad. En esencia ciencia tiene muy poco que ver con competencia, control, separación, la verdadera ciencia es unificadora, espontánea, intuitiva, preocupada del ser humano, en un proceso de entrega y no de dominación. La ciencia es un esfuerzo espiritual. Existe una inteligencia superior, una que viene a nosotros, va a nuestras moléculas y resulta de participación en un sistema mucho mayor que aquello que llamamos ego. Los nuevos conocimientos de la física cuántica y la teoría de la información nos alejan del genio solitario y frío y nos llevan a un modelo de participación en la adquisición del conocimiento. La ciencia es la actitud de búsqueda de la verdad, la cual abarca los valores de la cooperación y comunicación basada en la confianza, la confianza en nosotros mismos y en los demás. En un artículo de revisión publicado en la Revista Médica de Chile de Marzo de 1999, se presenta el tema "Los opiáceos y el sistema inmune", asumiendo la realidad de que por años, la experiencia clínica nos ha demostrado que pacientes sometidos a estrés o con estados depresivos son más propensos al desarrollo de enfermedades graves, lo que permite plantear la existencia de una relación entre el sistema inmune y el sistema nervioso. El funcionamiento adecuado del sistema inmune involucra la participación simultánea de diversas poblaciones celulares, esto requiere de una eficiente comunicación intercelular, donde las citoquinas desempeñan un importante papel. Las citoquinas son péptidos sintetizados principalmente por células del sistema inmune. Al interactuar con receptores específicos, desencadenan diversos eventos intracelulares que en conjunto comandan la progresión de la respuesta inmune. Las sustancias procedentes de otros sistemas como el endocrino o nervioso, también modulan eficientemente la respuesta inmune. Entre ellas podemos mencionar las catecolaminas, la hormona melatonina, los corticoides ,así como los opiáceos entre otros. En el caso de los corticoides, se ha demostrado que ejercen su efecto inmunodepresor al inducir expresión de un factor proteico inhibitorio, que es un importante factor transcripcional para muchos genes que participan en la respuesta inmune. En el caso de los opiáceos, la investigación se ha concentrado en determinar si ellos modulan eficientemente la respuesta inmune y donde se encuentran los receptores responsables de este efecto. Se habla de una inmunomodulación opiácea directa, donde los receptores opiáceos están presentes en las células del sistema inmune, y de inmunomodulación indirecta, siendo ésta consecuencia de la activación de receptores opiáceos del sistema nervioso, principalmente. Es de interés conocer que uno de los opiáceos más comúnmente usados en clínica, la morfina, produce alteraciones inhibiendo tanto la respuesta inmune celular como humoral. Se destacan los efectos de los opiáceos sobre los linfocitos T y B, ambas células responsables de la inmunidad específica, así como los efectos sobre las células Natural Killer (NK), debido a la importancia de éstas en la eliminación de células tumorales.
De: Opioides y Sistema Inmune; Núñez, Gastón y Urzúa, Jorge. Revista Médica de Chile 1999; 127:341-348. Otra publicación de interés en este tema fue publicada en The New England Journal of Medicine en Agosto de 1999 (The New England Journal of Medicine, 341 del 19/8/99), Este artículo, titulado "Turning brain into blood, Clinical applications of Stem Cells Research in Neurobiology and Hematology", presenta la evidencia de una célula precursora común, neurohematopoyética. Se ha encontrado células derivadas de la médula ósea de donde normalmente derivan las células sanguíneas a nivel de la zona ventricular donde residen los progenitores del cerebro adulto. Cuando se alteran las condiciones de cultivo, las células se pueden diferenciar a neuronas de diferentes tipos. De modo inverso, se ha transplantado a un ratón subletalmente irradiado con células progenitoras neurales, clonadas con marcadores genéticos que hacen posibles diferenciarlas de las células del huésped y después de 5 a 6 semanas, se ha encontrado en el ratón células hematopoyéticas del donante, incluyendo linfocitos T y B, encargados de la inmunidad específica. Estas investigaciones, aún preliminares, nos dan otra evidencia de la relación entre el sistema inmune y el sistema nervioso. Resumen y traducción, Dra. María de los Angeles Rodríguez, profesora de Hematología e Inmunología, Escuela de Medicina, Universidad de Valparaíso, Chile. Miembro, Sección de Hematología, Organización Mundial de la Salud, Ginebra, Suiza.

miércoles, enero 19, 2011

Mandamientos de Gurdjieff

1. Fija tu atención en ti mismo, sé consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
2. Termina siempre lo que comenzaste.
3. Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
4. No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
5. Desarrolla tu generosidad sin testigos.
6. Trata a cada persona como si fuera un pariente cercano.
7. Ordena lo que has desordenado.
8. Aprende a recibir, agradece cada don.
9. Cesa de autodefinirte.
10. No mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a ti mismo.
11. Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.
12. No desees ser imitado.
13. Haz planes de trabajo y cúmplelos.
14. No ocupes demasiado espacio.
15. No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
16. Si no la tienes, imita la fe.
17. No te dejes impresionar por personalidades fuertes.
18. No te apropies de nada ni de nadie.
19. Reparte equitativamente.
20. No seduzcas.
21. Come y duerme lo estrictamente necesario.
22. No hables de tus problemas personales.
23. No emitas juicios ni cri ticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.
24. No establezcas amistades inútiles.
25. No sigas modas.
26. No te vendas.
27. Respeta los contratos que has firmado.
28. Sé puntual.
29. No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
30. Habla sólo lo necesario.
31. No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
32. Nunca amenaces.
33. Realiza tus promesas.
34. En una discusión ponte en el lugar del otro.
35. Admite que alguien te supere.
36. No elimines, sino transforma.
37. Vence tus miedos, cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
38. Ayuda al otro a ayudarse a si mismo.
39. Vence tus antipatí as y acercate a las personas que deseas rechazar.
40. No actues por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.
41. Transforma tu orgullo en dignidad.
42. Transforma tu cólera en creatividad.
43. Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
44. Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.
45. Transforma tu odio en caridad.
46. No te alabes ni te insultes.
47. Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.
48. No te quejes.
49. Desarrolla tu imaginación.
50. No des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.
51. Paga los servicios que te dan.
52. No hagas propaganda de tus obras o ideas.
53. No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatí a, complicidad.
54. No trates de distinguirte por tu apariencia.
55. Nunca contradigas, sólo calla.
56. No contraigas deudas, adquiere y paga en seguida.
57. Si ofendes a alguien, pi dele perdón.
58. Si lo has ofendido públicamente, excusate en público.
59. Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
60. No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.
61. No conserves objetos inútiles.
62. No te adornes con ideas ajenas.
63. No te fotografíes junto a personajes famosos.
64. No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.
65. Nunca te definas por lo que posees.
66. Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
67. Acepta que nada es tuyo.
68. Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus cualidades.
69. Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal considéralo tu maestro.
70. No mires con disimulo, mira fijamente.
71. No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida invadir toda tu vida.
72. En el lugar en que habites consagra siempre un sitio a lo sagrado.
73. Cuando realices un servicio no resaltes tus esfuerzos.
74. Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
75. Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
76. No trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que tú no puedes darle.
77. Cuando alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.
78. Vive de un dinero ganado por ti mismo.
79. No te jactes de aventuras amorosas.
80. No te vanaglories de tus debilidades.
81. Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
82. Obtén para repartir.
83. Si estás meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar…

martes, enero 04, 2011

Dr. Marti Bosch por Antonio Muro

EL ASEDIO

¿Cuáles son las bases de su protocolo?
A los oncólogos, a la hora de tratar el cáncer, se nos ha enseñado una medicina que se basa en destruir las células tumorales en lugar de intentar restaurar las rutas metabólicas que son las que han sido dañadas y finalmente llevan al desarrollo del tumor.

Y lo que se trata es de entender que si modificamos el “terreno” es posible hasta revertir la evolución de las células tumorales o provocar su suicidio o apoptosis.

Se nos dice que cuando aparece un tumor lo primero que hay que hacer, si se puede, es “cortarle la cabeza”; es decir, usar la cirugía. Y en caso de no poderse se plantea entonces la radioterapia; es decir, achicharrar al tumor, “enviarlo a la hoguera”; bueno, más bien llevar la hoguera hasta él. La otra opción sería la quimioterapia, es decir, “envenenarlo”. Y se añade gratuitamente que si todo eso falla no se puede hacer nada más.

En suma, al oncólogo moderno se le sugiere que puede “cortar, quemar o envenenar”, acciones más propias del siglo XII que de un sofisticado siglo XXI. Realmente patético. Es verdad que a veces hay que afrontar el problema de tener que eliminar un tumor porque su crecimiento puede poner en riesgo el funcionamiento de un órgano vital, pero en tal caso lo inteligente es seguir una cuarta vía de carácter igualmente bélico cuyo origen, puestos a jugar con las comparaciones metafóricas, también podríamos encontrar en el siglo XII y en los anteriores, pero que es mucho menos agresiva.

Porque, ¿qué se hacía en la antigüedad ante una ciudad que se quería conquistar y era difícil de batir? Asediarla.

Dejarla sin agua ni comida, cortando sus rutas de abastecimiento y modificando el entorno para que nadie pudiera entrar o salir. Y luego sentarse a esperar o reforzar el asedio con máquinas y herramientas de asalto. El asedio ha funcionado toda la vida así que se me ocurrió la idea de incorporar ese sistema a la lucha contra el cáncer, para lo cual era imprescindible entender las condiciones de supervivencia de la célula tumoral frente a la célula sana.

Hoy sabemos que la célula sana vive en un medio alcalino rico en oxígeno, usa muy poco sodio para vivir y utiliza proteínas levógiras -con giro a la izquierda- que son estables en él. Por el contrario, el paciente que desarrolla un proceso oncológico entra en acidosis metabólica -es decir, el terreno se acidifica- y hay entonces escasez de oxígeno –a eso le llamamos hipoxia– lo cual obliga a las células sanas a mutar si no quieren morir. Verá, las células sanas consiguen su energía por oxidación; es decir, gracias al oxígeno generan Adenosin Trifosfato o ATP -por sus siglas en inglés- que es la molécula base de la energía celular.

Pero cuando el terreno se acidifica y el oxígeno escasea sólo tiene una alternativa si no quiere morir: encontrar otra manera de obtener energía. Y esa posibilidad existe y la explica el llamado Ciclo de Krebs. Sencillamente en lugar de oxígeno el cuerpo utiliza ácido pirúvico mediante un fenómeno conocido como glicolisis que le permite obtener moléculas de ATP, pero que generando también ácido láctico y alcohol como residuos. Se trata pues de una ruta anaeróbica -sin aire- para sobrevivir. Es decir, la célula sana aeróbica que vive en terreno alcalino se vuelve anaeróbica, pero en un entorno tan ácido que para poder soportarlo tiene que alcalinizar su núcleo, su citoplasma, para lo cual se carga de sodio de un modo desmesurado. Y asimismo utiliza para alimentarse proteínas dextrógiras en lugar de levógiras ya que las mismas viven en medios ácidos.

En suma, todo tumor vive en un medio ácido pobre en oxígeno, cargado de sodio, y alimentándose de proteínas dextrógiras. Luego si queremos neutralizarlo sin atacarlo, ¿qué habrá que hacer? Pues usar la táctica del asedio. Y para ello hay primero que desacidificar el terreno alcalinizando al paciente. Lo que se logra erradicando los ácidos que se han acumulado en el organismo. En este ámbito es por eso clave la alimentación -hay que eliminar de la dieta todo lo que acidifica y eso incluye el alcohol, el café, el tabaco, el azúcar, los lácteos, los hidratos de carbono refinados, la carne roja- y tomar periódicamente baños de agua caliente con sal marina. En segundo lugar debe seguirse una dieta hiposódica, es decir muy baja en sodio o sal. Nunca he entendido que se le prohíba la sal a un hipertenso o a alguien que tiene mal el riñón o el corazón, y no se le sugiera lo mismo a un enfermo de cáncer. Tercero, es preciso aportar al sistema enzimas proteolíticas de acción selectiva, enzimas con capacidad para eliminar las proteínas dextrógiras dejando intactas las levógiras. 

Y aquí hay que recordar el extraordinario trabajo de D. Fernando Chacón, creador del Bio Bac, producto que logra exactamente eso. En suma, si eliminamos las proteínas dextrógiras dejando a las células tumorales sin comida, hacemos una dieta hiposódica -sin sodio las células cancerosas no pueden mantener la estabilidad de la membrana y el citoplasma- y reducimos el nivel de ácidos, el medio se vuelve alcalino y rico en oxígeno. Y el oxígeno es tóxico para la célula tumoral anaeróbica. En definitiva, para que las células cancerosas mueran basta modificar su entorno porque no sobreviven en terrenos alcalinos y oxigenados. Da un resultado excelente. Por eso cada vez son más abundantes los casos de remisiones entre los enfermos de cáncer que siguen este protocolo. ¿La dieta es pues el primer elemento clave en toda estrategia curativa? Siempre nos habían aconsejado no comer carne los viernes y muchas tradiciones reclaman la práctica del ayuno -al menos un día a la semana- pero nadie nos ha explicado claramente por qué. Sin embargo ya Galeno entendió la necesidad de depurar el cuerpo, bien a través del ayuno, bien siguiendo dietas vegetarianas. Las curas a base de limón, cebollas o uvas vienen de la época de los romanos. Y como el 90-95% de las frutas y verduras es básicamente agua, quien se alimenta un tiempo sólo con ellas limpia los órganos encargados de filtrar la sangre de los residuos metabólicos y tóxicos, es decir, los pulmones, los riñones y el hígado. Filtros que si se obstruyen llevan al organismo a intoxicarse y acidificarse. A todo el mundo se le explica que cuando el filtro del coche está sucio hay que cambiarlo, pero a nadie se le dice que cuando los filtros del cuerpo están sucios hay que limpiarlos. Pues bien, ayunar o hacer una dieta vegetariana cada cierto tiempo ayuda a limpiar los filtros y a mantener el organismo en un entorno alcalino. Obviamente si a la dieta se le agrega la ingesta de determinadas plantas -las hay específicas para cada órgano- mejoramos aún más la limpieza. Porque hay plantas que limpian los pulmones (tomillo, gordolobo, yantel), plantas que limpian el hígado (alcachofera, cardo mariano, diente de león, boldo, desmodium) y plantas que limpian el riñón (té verde, cola de caballo, arenaria). Así que podemos coger tomillo, alcachofera y té verde, por ejemplo, y obtener un remedio para limpiar a la vez los tres órganos. En pocas palabras, podemos eliminar ácidos a través del hígado, de los pulmones y de los riñones así como a través de la piel con baños de agua caliente con sal marina gracias a la ósmosis. Y conseguir la deseada alcalinización. ¿Sugiere usted a todos sus pacientes que eliminen de su dieta la carne?

Nosotros sugerimos hoy una dieta ovo-lacto-vegetariana porque empezamos utilizando una exclusivamente vegetariana y vimos que al final había desequilibrios en el organismo. Con una dieta en la que también se comen legumbres, huevos y queso la persona se encuentra más equilibrada pero la idea sigue siendo reducir la ingesta de proteínas. La OMS explicó ya en 1985 que la dieta ideal debe contener un 85% de proteínas vegetales y sólo un 15% de origen animal. Y nosotros estamos comiendo proteínas animales muy por encima de ese porcentaje. Mucha gente ignora que una dieta excesivamente proteica acidifica. Así que si hablamos de 4 comidas al día –desayuno, comida, merienda y cena- lo que hay que hacer es reducir la presencia de proteínas animales de un máximo de 28 veces posibles a 4. Consumiendo lentejas, garbanzos y alubias como fuente de proteína vegetal lunes, miércoles y viernes, y pescado, pollo o ternera los martes, jueves, sábados y domingos a mediodía (tanto carne blanca como roja y pescado blanco o azul). También tengo que decir que es un error comer huevos por la noche, práctica muy habitual. El huevo tiene una gran carga grasa y una alta cantidad de albúmina. Nosotros recomendamos ingerir por ello sólo dos o tres a la semana y lo hacemos coincidir con el día vegetariano. Pueden pues tomarse en el desayuno o en la comida aunque nunca en la cena. Como decía Sancho Panza -¿o fue Don Quijote quien aleccionaba a Sancho sobre los asuntos del yantar?-, hay que “desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo” pues “de grandes cenas están las sepulturas llenas”. Por supuesto damos al paciente la opción de cenar un día de forma extraordinaria porque también nos dice la sabiduría popular que “una vez a la semana, cosa sana”. En definitiva, la dieta debe ser especialmente suave por las noches: verduras, fruta, arroz o, simplemente, una ensalada. La clave está en el hígado, porque para que éste pueda llevar adelante la digestión necesita la presencia de una hormona -el cortisol- que sólo se encuentra en sangre cuando hay sol. Y como nuestros hábitos sociales nos hacen cenar cuando éste se ha ocultado -y por tanto, cuando su nivel en sangre es muy pobre- hacer una cena copiosa obliga a una digestión muy pesada. Y si se logra es gracias a que el hígado recibe de la glándula suprarrenal una hormona alternativa, la adrenalina -u hormona del estrés-, que ésa sí está disponible las 24 horas. Por eso después de una cena pesada es tan habitual que uno tarde en dormirse o se vaya a la cama con el corazón acelerado. Además hay que tener en cuenta los ritmos circadianos: de día el hígado se encarga de asimilar las proteínas que ingerimos pero de noche su función es básicamente drenar bilis. Y es el cortisol el que determina la inversión de trabajo para que de ser un órgano asimilador pase a ser un órgano drenador. Así que si estresamos el hígado todos los días haciéndole asimilar cuando debiera estar drenando, éste no va a eliminar luego adecuadamente los residuos metabólicos, con lo que al final se resiente. Se lo digo siempre a los pacientes: el problema con la alimentación no está normalmente tanto en lo que comemos como en los desechos que no eliminamos. Cuando el cuerpo no puede drenar las toxinas las va reteniendo y nos vamos autointoxicando, acidificándonos, abonando con ácidos el terreno para un posible asentamiento tumoral. 

LA BAÑERA, UNA AUTÉNTICO BALNEARIO CASERO

El segundo pilar básico de su protocolo para una buena desintoxicación y alcalinización son los baños de agua caliente con sal marina. ¿Puede explicarlo con más detalle? En un principio me planteé seriamente cómo conseguir un sistema terapéutico eficaz y simple para ayudar al paciente, porque éste ya tiene bastantes problemas con su enfermedad para que nosotros le generemos más. Y a ello me ayudaron los trabajos de la doctora Josefina San Martín Bacaicoa -catedrática de Hidrología Médica en la Universidad Complutense de Madrid- y de Schneider, sobre el mundo del termalismo. Con ellos comencé a comprender que los baños termales son una excelente solución terapéutica. ¿Por qué son útiles los balnearios? Porque sus aguas son minerales y termales. Es decir, se trata de agua caliente que contiene cloruro sódico y cloruro potásico en una concentración superior a 20 gramos por litro. Y es agua salina en una concentración superior a la del mar y a la de nuestro plasma ya que éste tiene 9’4 gramos de sal por litro y la de los balnearios anda por los 20 gramos por litro. Pues bien, cuando uno se sumerge en un lugar donde el agua está caliente enseguida se le dilatan los poros de la piel. Pero como además está muy salada y nuestros cuerpos son en un 70%-80% agua, resulta que al meternos en ella se produce el fenómeno que conocemos como ósmosis, de forma que el agua de nuestro cuerpo sale arrastrando toda clase de toxinas y sales minerales a través de los poros hacia el exterior. Con lo que también la sal sale fuera del núcleo de las células y éstas se alcalinizan. 

Esto me hizo entender el concepto de las “sales de baño”. Siempre me pregunté qué sentido tenía echar sal al baño. Entonces lo entendí. Bueno, pues las bañeras que la mayoría tenemos en el hogar pueden convertirse en balnearios caseros de alto rendimiento y bajo costo. De hecho ¿quiénes fueron los primeros que tuvieron bañera en casa? La gente de clase acomodada. Piénsese que en los años 40 del pasado siglo XX la gente pobre no tenía ni baño. Quienes iban a los balnearios pertenecían a la clase acomodada porque un balneario ni era ni es barato. Una estancia de un mes puede costar más de 3.000 euros en la actualidad. Algo que ni un rico paga con gusto ya que éste suele ser alguien que lo que busca es cómo obtener lo que quiere sin pagar por ello. Así que cuando los ricos se dieron cuenta de que los balnearios curan -aunque ignoraran por qué- se decidieron a estudiar cómo tener alguno siempre a su disposición pero sin pagar tanto por ello. Entonces les contaron que el agua de los balnearios cura porque sus aguas son termales. A lo que el rico responde: “¡Que me pongan una terma en casa”. Es que las aguas de balneario son minerales, les dicen luego. Y entonces preguntan qué minerales llevan, hablan con algún químico y éste les explica que en las aguas de balneario hay 20 gramos de sales por litro de agua. Así que los ricos, aleccionados, encargan bañeras sabiendo que deben llenarlas hasta la mitad -para que haya unos 100 litros de agua- y luego agreguen dos kilos de sal marina. De esa forma la proporción de sal será también de 20 gramos por litro. Y ya tienen un gradiente osmótico. Resumiendo, las bañeras caseras son en realidad artilugios terapéuticos muy eficaces que nadie nos ha enseñado a utilizar. Porque cuando el agua caliente dilata los poros de la piel y éstos se abren el organismo transpira eliminando anhídrido carbónico (CO2) a la vez que expulsa grasas, amoníaco y ácido úrico. Y todas esas fracciones ácidas que eliminamos a través de la piel en la bañera ya no necesitan ser desechadas por los pulmones, los riñones y el hígado con lo que les evitamos que tengan que filtrarlas ellos. Basta en suma agua caliente –no hace falta que queme- y dos kilos de sal marina en la bañera para configurar un mecanismo sencillo de alcalinización rápida –media hora de baño diario bastan- a disposición de cualquiera. Y barato. Tales baños suponen una diálisis percutánea, una especie de pulmones, riñones e hígado artificiales de alto rendimiento y bajo coste que casi nadie usa porque no se lo han explicado. Bueno, no todo el mundo -y pienso especialmente en las personas mayores- se puede permitir entrar y salir de la bañera todos los días.


Siempre hay alternativas. A la gente mayor que no puede o debe entrar en la bañera para evitar riesgos mayores le digo simplemente que no se meta. Basta que se siente en una silla, coja un barreño pequeño donde quepan unos diez litros, eche en él agua caliente y un cuarto de kilo de sal marina para mantener la proporción de la que hablábamos y lo disfrute. Es verdad que la superficie corporal expuesta es menor pero tres baños de pies al día equivalen a un baño completo. Puede hacer por tanto diez minutos por la mañana, diez al mediodía y diez por la tarde-noche. Y respecto a la temperatura siempre les digo a los pacientes que deben sentirse a gusto. Hay personas a las que les va bien 25 grados y otras a las que les van 30. Con 30 grados a la sombra ya se suda… y la cuestión es sudar. 

Redescubramos a Galeno, o si se quiere, a nuestras abuelas que curaban siempre con cuatro elementos. Lo primero que hacían nuestras abuelas en cuánto decías ¡ay! -y daba igual lo que te ocurriera- era prepararte una lavativa. Y luego nos daban un caldo de pollo o gallina, o un caldo de verduras, o una compota de manzana o pera, o un arroz caldoso, y con eso -la lavativa y el caldo- ya tenían su cura de aguas. 

El tercer pilar que proponían era una buena sudada. Todo lo arreglaban con una buena sudada. Cuando las abuelas no tenían bañera -lo comprobé cuando ejercí la medicina rural en la comarca de la Segarra en Barcelona- ponían agua a hervir, llenaban botellas de cristal con el líquido a 70-80º, las envolvían con toallas -para que el cristal no quemara la piel- y colocaban luego tres botellas a cada lado del enfermo añadiendo cuatro mantas encima. ¡Y no veas tú qué sudada! Bueno, también usaban hierbas medicinales porque a diferencia de la generación actual conocían bien sus propiedades terapéuticas. 

¿Cuál es el fin primordial de una lavativa? Desintoxicarse, y por tanto, proteger el hígado. Un colon tóxico a quien más afecta es al hígado. Y voy a explicarlo de una forma muy expresiva: al lado de cada inodoro hay en todas las casas una escobilla porque la suciedad se pega y cuando activas la cisterna los restos fecales quedan a menudo adheridos. Bueno, pues en nuestro intestino pasa lo mismo: por él transitan todos los días restos fecales y siempre quedan restos adheridos a la mucosa. Al punto de que con el tiempo puede llegar a formarse una auténtica carcasa de restos fecales pegados a la mucosa intestinal. Lo sabemos pero no lo valoramos. Y sin embargo tiene mucha importancia. Una de las funciones primarias del colon es recuperar el agua de la digestión y cursar el bolo fecal en estado sólido. Para hacer la digestión utilizamos de hecho casi cinco litros de agua que obtenemos con la que ingerimos al beber pero también con el agua presente en la comida -especialmente en frutas y verduras ya que en un 90-95% son agua- y en los jugos gástricos (hasta dos litros y medio). Todo ello sirve para hacer una gran sopa, emulsionar las grasas y micronizar los minerales y oligoelementos para que el intestino delgado lo absorba luego todo.

Lo que llega pues al colon son sólo los restos no nutritivos, los restos fecales, si bien el organismo -que todo lo aprovecha- recupera el agua deshidratando para ello el bolo fecal. Y esa agua que se absorbe en el colon va a la sangre; es más, va primero directamente al hígado. Luego, si nosotros no hacemos una limpieza periódica del colon cada vez que éste recupera agua, ésta tiene que atravesar la carcasa de restos fecales antes de llegar a la mucosa, atravesarla y llegar al hígado y posteriormente a la sangre. Con lo que acabamos llevando a ésta una auténtica infusión de aguas fecales. En otras palabras, cuando el colon está muy sucio nos intoxicamos inevitablemente. Así que uno debe plantearse hacerse una limpieza de colon cada cierto tiempo. Si se puede, una buena hidroterapia de colon. Si económicamente no se puede, mediante la lavativa de toda la vida. Muchas veces lo que yo sugiero a mis pacientes es combinar la ingesta de aloe vera con la lavativa. La idea es que el enfermo ingiera durante una semana zumo de aloe vera para ayudar a desprender los restos adheridos y luego se aplique la lavativa. Basta entonces meterse un par de litros de agua templada/caliente para que el colon quede limpio. 

HERRAMIENTAS DE ASALTO Luego en su teoría del asedio las distintas terapias que sabemos también utiliza (como la Hipertermia, la Ozonoterapia, la Biorresonancia, etc.) jugarían entonces el papel de las antiguas herramientas de asedio: escalas, arietes, catapultas… Se trata de herramientas terapéuticas útiles que al no producir además efectos secundarios negativos pueden agregarse al tratamiento. Ayudan a que la respuesta sea mucho más rápida. Dicho esto debo reconocer que para mí, en particular, hay un antes y un después en los resultados que obtenía hasta noviembre del 2008 y los que observo desde entonces cuando empecé a aplicar los protocolos de los doctores Banerji. Estos dos médicos hindúes, a los que he tenido la fortuna de poder acompañar durante nueve días enteros en su hospital de Calcuta viéndoles trabajar, tienen el mérito de haber simplificado la Homeopatía. Sencillamente, atienden en ese centro junto a sus ayudantes a tal cantidad de personas al día –¡unas 3.000!- que han podido constatar en poco tiempo que hay remedios realmente universales con campos de acción muy concretos según la dilución que se utilice. Y eso facilita mucho elegir el remedio homeopático. Por ejemplo, han observado que el Arsenico album a la 3 CH tiene un tropismo y una acción concreta sobre la mucosa gástrica, a la 6 CH la acción la tiene sobre las mucosas de las vías respiratorias altas, y a la 200 CH actúa sobre la piel. Y que la gente responde siempre; en mayor o menor grado pero responde.

Por mi parte, antes de conocer a los Banerji utilizaba la Homeopatía simplemente para tratar de que el paciente respondiera lo más rápido posible a los tratamientos. Y me ponía muy contento al ver que gracias a ello no sufrían anemia y los vómitos eran escasos o no los tenían. Muchos no necesitaron transfusiones de sangre, se levantaban bien por la mañana, se sometían a sus sesiones de quimio, llegaban a casa, se tomaban un baño y hacían vida normal por la tarde sin apenas deterioro físico. Y encima remitían más rápido de lo esperado. Pero ahora lo que estamos viendo con los protocolos de los Banerji no es que remitan rápido sino que remiten rapidísimo. La acción antitumoral es tan espectacular que algunos casos se han publicado hasta en Oncology y se han interesado ya por sus trabajos y protocolos desde el Anderson Cancer Center de Houston (Texas, EEUU) y la Universidad de Texas hasta el Hospital Presbiteriano de Nueva York. Hoy estos centros reconocen que sus protocolos funcionan y actúan al nivel del ADN en la célula tumoral. Es un avance importantísimo. 

En fin, toda herramienta que ayude a afrontar una enfermedad como el cáncer es buena, pero es que además ninguna de las que yo utilizo obliga al paciente a elegir, a tener que dejar algo. Son todas complementarias. ¿Y cuál es el papel de las vitaminas, minerales y oligoelementos en su protocolo? Básico. Pero elegimos las que vamos a suministrar al paciente -para mejorar el rendimiento de su organismo- no tanto por el tipo de tumor sino por la respuesta que se obtiene, porque no todos los enfermos responden igual a los mismos productos. Para el riñón, por ejemplo, sabemos que es bueno el complejo de vitaminas B que es además diurético. Cuando uno toma vitamina B la orina se vuelve inmediatamente muy amarilla ya que activa la función renal y se excreta por el riñón. 

as vitaminas del complejo B son sobre todo hepatoprotectoras y mejoran la coleresis o secreción de bilis hepática además de ser antianémicas, antineuríticas y mejorar la conducción a nivel de la placa motora del corazón. Sabemos asimismo que el sistema inmune del paciente oncológico está muy deprimido porque en un medio ácido no trabaja bien. El pH de la sangre en condiciones normales es de 7’4, es decir, ligeramente alcalino, y, por tanto, si se recupera la alcalinidad el sistema inmune volverá a trabajar adecuadamente. Y es que nada funciona de forma aislada. Por ejemplo, para que pueda haber unión entre una inmunoglobulina y un virus se necesita el concurso sinérgico de las vitaminas A, C y E. Así que lo suyo es añadir tales elementos para conseguir que los sistemas inmunitarios sean también competentes. Y otro tanto pasa con otras sustancias ortomoleculares. Sabemos que hay minerales como el selenio o el germanio 132 que tienen una gran potencia antioxidante y por eso los añadimos.

En definitiva, la idea fundamental de nuestro tratamiento es la de potenciar los sistemas de defensa del cuerpo. Se consiguen unas respuestas terapéuticas extraordinarias dejando que sea el propio organismo el que resuelva la enfermedad. Nosotros nos limitamos a señalar al enfermo la ruta y a sugerirle luego -si procede- pequeñas modificaciones según sea su evolución. A fin de cuentas cada paciente es un mundo. ¿Cree usted que ha cambiado algo la mentalidad de los oncólogos respecto de la medicina natural en los últimos años? Poco a poco… pero sí. 

Puedo decirle que hay ya bastantes oncólogos y radiólogos de distintos lugares de España que llevan tiempo enviándome pacientes para que les desintoxique porque reconocen abiertamente que haciéndolo sus tratamientos van mejor. Otra cosa es que lo pidan aún con la boca pequeña y que su petición siempre vaya acompañada de la coletilla “Mira, Alberto, esto que se quede entre nosotros”. Pero la apertura es cada vez mayor. Claro que hay una especie de run-run entre los pacientes en las salas de espera sobre la eficacia de lo que hacemos y al final todo se sabe. Bueno, no es menos cierto que quienes más pacientes nos mandan son los enfermeros/as porque también son quienes tienen más contacto directo con los pacientes. Como es cierto que cada vez más médicos entienden que la Medicina Biológica o Naturista no es una “medicina complementaria” ni una “medicina de confrontación”. Es simplemente Medicina.