jueves, abril 23, 2015

El fin del cine



El teatro lleva falleciendo como un leño, viejo y saludable, desde hace mas de un siglo. El cine se ha unido a ese lacónico ateneo. La gran diferencia reside en el elemento técnico. El teatro se sostiene en la carne del intérprete. En el cine ya no hay ni carne ni intérprete. Muestra de ello es que los videojuegos superan desde hace años la recaudación del carpetovetónico filmete.Es la tendencia. El fin de la narración humana como se conoció hasta hoy.

El cine sufre las mismas paradojas (junto al teatro) de la clase media. Es la que sostiene todo, pero camina ya herida de muerte. Las producciones (pasa ya en todo el mundo) son de presupuesto mínimo o estrafalario. Los proyectos elefantiásicos ya tienen reservadas las pantallas del mundo, cada vez menos. Los diminutos solo tienen futuro si los apoya internet, una virgen, un milagro como Magical Girl (Jonas Trueba transitaba como un menesteroso con las copias de su meritoria Los ilusos de salita en salita). 

Evolución producción cine español
Evolución cine español


En las listas del Ministerio aumentan los títulos producidos hasta el 2013. Pero ya se unen a esa estadística hasta películas "filmadas" con Iphone o Go-Pro, o las que no pagan a nadie. El coste medio de un filme cae por sexto año consecutivo y solo el 9% tiene un presupuesto "alto". No sé que entenderá Fapae por alto... Este año, a 15 de abril, el número de largometrajes españoles producidos ha descendido un 20%.

                                                            

Dice Colom que se han producido 55 largometrajes, de los que 12 son coproducciones con otros países, 27 documentales y una película de animación, y se han rodado 32 películas. El presupuesto medio actual se ha situado en los 1,2 millones de euros, mientras que en 2009 era de 3 millones. Solo el 9,4% de los rodajes iniciados en 2015 cuenta con un presupuesto alto -de entre 3 y 5 millones de euros- y un 3,1%, con uno muy alto -más de 5 millones-. Con esos cinco millones, para dos episodios de Boardwalk Empire, ni se sientan a charlar.  

La narrativa cinematográfica solo se sostendrá en la memoria de las nuevas generaciones a través de las series de televisión. La corta capacidad de concentración (o la cualidad de poder atender a varias materias simultaneamente) permite que el producto a la carta sea el apeadero de los nuevos watchers, que dicen los hipsters analistas. El cine ha envejecido tanto que ya solo llegará a las casas en promociones de fin de semana del periódico, o en pirateria. Solo servirá el productor capaz de emitir para medio mundo. El mercado local es la ruleta rusa. Recen todo lo que sepan. Ah, no. Que son ateos.

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