Bye, bye, love. Bye, bye...

Pedro y Agustín Almodóvar dejan la Academia de Cine.

Esto se nos va. Pedro, sustentador de la industria, se cansó.

PEDRO ALMODOVAR

ALMODOVAR niño

ALMODOVAR ha sido reflejo de la evolución de lo español. Nacido en La Mancha y afincado en las visceras de lo urbanita, representa la vanguardia en el ámbito de lo cinematográfico y mucho mas. En él estan todo ese aluvión de provincianos (no ha dejado de serlo jamas) que buscaban, en la gran ciudad, ver hecho realidad ese mundo imaginario que solo el cine supo grabar en su interior. Almodovar es un hombre hecho a si mismo con muchos padres. A pocos de esos padres ha conocido. No hacia falta. Mezcló sus miradas con su sangre de tritón. No corren buenos tiempos para el manchego. Siempre en medio de lo español cotidiano, en un pais convulso, sus intervenciones han provocado siempre reacción. Su homosexualidad, su forma de decantarse contra los sectores mas conservadores del pais, su visión anti-clerical no encontró grandes detractores hasta ahora. España es una madre cuya identidad marca en sus hijos y siempre dentro de lo dionisiaco. Quiere hijos convulsos pero no les concede descanso. Solo concede la paz a aquel que ejerce oportunamente el retiro, el ocultamiento. Almodovar no se esconde y los enemigos patrios se apostan en torno al domicilio. 

Almodovar marca una forma de ver. Consigue hilar la transexualidad con el amor de madre, las mas disparatadas historias con las confesiones mas ingenuas, la capacidad de generar empatia con una puta bizca y travesti. Almodovar alcanzó la plenitud técnica con La mala educación. Es un filmete que solo ha sido mal recibido en su pais. Almodovar ya no puede esperar acogidas favorables en España. Todo parece ya contado. España es un pais que ha crecido y, ahora, regresa a sus origenes mas oscuros, llenos de presentimientos. No interesa la crítica a la Iglesia, no interesa las vicisitudes sexuales, no interesa su glamour mas kistch. 

Almodovar no merece la hostilidad (generalmente envidia) de la Academia. No merece el odio de la derecha (siempre provocado por él). No merece el reduccionismo que sufre. Almodovar es la gran bestia y aún puede mostrar el gran misterio. Debe. Almodovar ha creado un universo ajeno a todo lo circundante. No es comparable con Amenabar, con Garci, con Saura, con nadie. Es como decir que el sol no hacia falta hoy. El sol siempre está. Almodovar solo tiene pendiente algo improrrogable. Detras de esa bestia luminosa hay un hombre solo. Es el paleto inseguro, es el hijo de su madre, es el niño asustadizo, es el manchego solitario, carne triste de negativo en 35 mm.

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