martes, febrero 01, 2005

Corre, loco, corre.



Solo con eso nací. Corria mas que nadie. Cuando deseo volver, solo tengo que correr. Ahora peso mas que nunca. Mis rodillas rotas bien saben sufrir. Corre.



Las calles me esperan. Y ver a los niños en sus patios mirándome forma parte de ello. Me gusta mucho el asfalto. Puedo llegar a la hora de carrera continua muy facilmente. La arena apenas si la puedo soportar. Solo la rodilla derecha ordena todo. Dicen que es malo correr en superficie dura con el ligamento dañado pero no hago caso. Miro mi sombra en el suelo. El dibujo de la zancada. Corre siempre



 El hombre que negocia con su momento agónico. Mira su sombra y siente su cuerpo. Respira y suda. Es un silencio distinto. Hubo meditadores corredores en el Tibet. Aquel que no ha vivido esa guerra interior, esa rebelión orgánica, no logra el Uno facilmente. Es lo único que hay. Nada.







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