domingo, diciembre 04, 2005
Ram Bahadur Bamjan
sábado, diciembre 03, 2005
El gran mediocre
- "Nos hartamos de operar a la sombra de Paul. Estallamos tras la muerte de Brian"
- "Paul tomó las riendas y supuestamente nos lideró. ¿Qué significa liderarnos cuando sólo avanzábamos en círculos?".
- "Parecía que me tenía que casar con ellos o con Yoko. Escogí a Yoko... Y acerté. Nada funciona mejor que estar unido a la persona que amas".
- "Odiaban a Yoko. La insultaron y todavía lo hacen...".
- "Trabajaba con dos brillantes compositores y aprendió mucho de nosotros", de George Harrison.
- "Mick es un chiste", de Mick Jagger
Pero la perla, la reivindicación de su mas atesorada bajura moral la larga con dos cojones cuando afirma orgulloso: "Ser un genio no es divertido. Es una tortura". Cretino.
Biblioteca Nacional
viernes, diciembre 02, 2005
Mac is back
jueves, diciembre 01, 2005
Quien cojones es esta chiquilla?
Haz al menos esto por nosotros
miércoles, noviembre 30, 2005
www.myfriendshotmom.com
Maria Silva y Mako, el japo
La fealdad de Janet Jackson
martes, noviembre 29, 2005
Oliver Polanski/Roman Twist
domingo, noviembre 27, 2005
Rachel Nichols
Natalie Portman/Noviembre 2005
Violencia de genero contra los no nacidos
Ante todo Alegria
"Yo no soy marxista, pero tampoco antimarxista. Me tomo en serio el marxismo. La crítica que hace Marx del capitalismo es válida. Nunca me leí El capital, pero sí otros libros suyos, y en mi libro Rebajas teológicas de otoño escribí un capítulo titulado Recuerdos a Marx de parte de Jesús en el que contaba que tuve un sueño en el que Jesús se me presentaba y me decía: 'Oye, y este Carlos Marx, del que tanto hablan escandalizados mis discípulos actuales, ¿qué me dices de él?'. Entonces yo le recitaba algunos textos de Marx, y después Jesús me decía: 'Mira, si ves a Carlos Marx, dale recuerdos de mi parte y dile que no está lejos del Reino de Dios. Pues ése era un poco nuestro marxismo".
Noostros, autores de panfleto que se vuelca a diario sobre el ciberespacio, somos a veces intransigentes conservadores y anarquistas. No tenemos autoridad moral para ni siquiera mirar a la cara a este ser humano bueno. Nuestras divergencias con este santo son enormes, el afecto infinito.
sábado, noviembre 26, 2005
The Genius of Robert Walser
En el mundo, nos dice Walser, es muy difícil no ser rico o mendigo, cuerdo o loco. La inteligencia y la libertad de pensamiento forman una barrera demasiado frágil entre la miseria y la alienación. Rober Walser nunca tuvo mucho éxito en vida (a pesar del entusiasmo de lectores como Kafka, Walter Benajmin o Elías Canetti) y hoy, mientras lo publican en editoriales de lujo como Siruela, bien encuadernados, algunos pagamos con gusto el alto precio de sus libros para leer sus relatos de hombre libre. Pero él murió congelado, cubierto de nieve como una pálida película de la angustia que le había hecho vivir en un sanatorio mental durante los últimos años de su vida.
El bosque (lapeitx) El paseo - (lapeitx) Robert Walser, César Vargas (Casa del Tiempo) Robert Walser, José Morella (espacioluke.com) La muerte por la nieve, María do Cebreiro Rábade Villar (cdecritica.com) Ciudades de la imaginación, Nicolás Gelormini Menos que cero, Alan Pauls (radar) Archiv Robert Walser El ayudante, Lola Mayo (elciervo.es) Jakob von Gunten, Antonio Campoy Martínez (invierno en panama)
Muerte de Walser, en el transcurso solitario de uno de sus paseos.Aunque es de gran valor el homenaje que brinda a su figura Vila-Matas en la obra Doctor Pasavento, resulta imprescindible leer PASEOS CON ROBERT WALSER; Carl Seelig Libros del Tiempo nº 120. Son las notas de Carl Seelig sobre sus Paseos con Robert Walser y no tienen equivalente en la historia de la literatura. Retratan a alguien que ha enmudecido, un poeta que «tuvo el tacto suficiente como para apearse de la vida». Al cumplir los cincuenta años, Walser deja de escribir y se contenta con su vida de paciente de un sanatorio mental. Carl Seelig, que quería ayudarle a él y a su obra, en apariencia condenada al fracaso, visita regularmente a Walser en el sanatorio, y durante veinte años «se les autoriza a salir a pasear». Las notas relativas a estos paseos son inusuales, pues Seelig pone su escritura al servicio de la transmisión de las auténticas palabras de Robert Walser. Nadie sabe si este paciente está enfermo, pero, en cualquier caso, es sabio. Sus conocimientos de literatura son inmensos; sus manifestaciones dan como resultado la poética de su propia obra; sus juicios políticos son certeros y enigmáticos. Walser pasea con Seelig por el paisaje de Appenzell y por la noche regresa al manicomio. Pero de esta tragedia brota el consuelo de este libro: «Sin amor el hombre está perdido». La edición reproduce seis fotografías realizadas por Carl Seelig a Robert Walser.