Soy un ferviente partidario del freemarket. Y Adsense puede negar ese post de la imagen. Por supuesto. Hayek y Von Misses fueron dos sensatos depredadores de la mediocridad y el solipsismo del Estado de Bienestar que solo se explica como religión de la Burocracia. Pero las reglas del juego Libertario (hola, Google) tienen que llegar hasta las esclusas de la no conveniencia, que diría mi amigo Mario Conde. Como cristiano no soporto su concepto “Human Action“, que interpreta la sinpar Rand como una suerte de nazismo de la conciencia cierta, correcta, inmaculada, y que aniquila el concepto de determinismo, como si fuera una tara de los mas simpleminded, y no un designio insalvable de lo que mas temen estos de Adsense y lo del freemarket: el misterio. La vida no es solo esa acción humana limpida, esa “reflexiva acomodación a aquella disposición del universo que está influyendo en la vida del sujeto”.
Los perfectos nubios de Leni Riefenstahl no vivirían nunca en el Reich. Las tetas de Rachel, como Penthouse o Hustler, ya no mueven ni una hormona teenager. Ningun logo puede negar el aire. Solo etiquétenlo. Y así lo ocultamos de niños. Esos perpetuos infantes a los que niegan ya ver luchar a dos boxeadores, comer guarrerías, ver morir al abuelo, dolerse en el dentista, mancharse la ropa de marca, privarse de un cotillon con puro de cumpleaños, deshacerse de su perpetua inocencia. Como cuenta el gran Pascal Bruckner, el infantilismo y la victimización capitanean la ciudad, y ya no hay fuerza. Nietsche ha muerto. Solo viven “biendolientes”, populacho quejoso y ágrafo. La yihad nos aniquilará. Y no existirá mercado alguno para Google. Ni adsense. Que para que se ofendan más conmigo, los pongo en minúscula.