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viernes, julio 10, 2015

Carmena y el hambre (y la propaganda)

Si ya resultó chocante y casi escandaloso todo lo vinculado al fenómeno desahucios, la polémica generada en Madrid por la nueva alcaldesa Manuela Carmena, en el año 15 del siglo XXI, en torno a las hambrunas sufridas por sus ciudadanos (especialmente las infantiles) tiene visos de superar todo lo previsible respecto al uso perverso de temas delicados, la esquiva información presentada y las dudosas conclusiones.




Ya en su día el New York Times, órgano inmaculado de la progresía mundial (y paradojicamente justo cuando el Presidente Rajoy visitaba Nueva York), presentó en portada una imagen de una joven vallecana hurgando en un contenedor, en un demoledor reportaje sobre la crisis económica española, inspirado de cierta manera en la fotografía de Samuel Aranda que en una colección bajo el título  La austeridad y el hambre en España convertía el arte y el periodismo en puros instrumentos de la más pura  propaganda antigubernamental.

La firmante Suzanne Daley, inequivocamente guiada y en la linea feroz del antiguo diario El Pais (hoy quebrado y sostenido por nuevamente por otro gobierno de derechas), traslada testimonios de ciudadanos españoles e inmigrantes que intentan sobrevivir, rebuscando en la basura, dependiendo de ayudas sociales o de la caridad de ONGs. Rajoy llevaba muy poco en el poder y nadie explicaba a la autora de ese libelo que la caridad, la quejosa Caritas (institución que desde el seno de la iglesia ha dañado con sus estadísticas asombrosas la imagen del país en todo el orbe con tal de finiquitar al gobierno en pleno) y las demás ayudas sociales procedían de dinero gubernamental, y que esa trágica y súbita crisis humanitaria no existía para nadie 6 meses antes, con un gobierno socialista de Champions League.
Mariano Rajoy acudía a la asamblea general de Naciones Unidas (ONU) a hablar de Gibraltar o el multilateralismo y su intervención resultó terriblemente dañada. El Reino Unido debió quedar muy satisfecho. Pero el interés de España, desde el primer episodio documentado por Joseph Perez en La Leyenda Negra, nunca ha sido defendido por nadie. Ni siquiera por sus gobernantes.
La torpeza del partido conservador (que ya no lo es desde hace más de una década) en la defensa de los ataques orquestados desde la magia de lo propagandístico es legendaria. Fracasó cuando tuvo que detener la difusión de unas estadísticas falsarias sobre desahucios, ocurrió lo mismo con la campaña de mentiras sobre recortes sanitarios, sobre incendios, sobre educación, sobre vertidos de fuel, sobre déficit, y tantas otras materias combustibles.
Durante la última campaña electoral, la vigente alcaldesa comunista de Madrid, la milagrosa jueza a los 40, Manuela Carmena no cesó en la difusión de una imagen devastadora de la capital, llena de invisibles desahucios (no hay más que en otros tiempos de crisis de empleo), enfermos semimuertos no atendidos en los pasillos del hospitales, catástrofes alimentarias y elitistas clubs de campo que debían cerrarse.  
Ante la ausencia de un contrapeso informativo en cualquiera de los apocalipsis anunciados, cierta prensa minoritaria decidió abordar el analisis de uno de ellos, casi por cansancio. Y hubo sorpresa. O no. Realmente no. Lo que la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, parecía tener claro este jueves se ha ido por un sumidero de indolencia analítica, lugares comunes y bocetos a mano alzada de Biafra y Las Hurdes en los años 50, perdiendo sin saberse bien porqué mas de 10.000 niños malnutridos en un día
La alcaldesa en una grotesca comparecencia, y tal vez mas preocupada por retirar las calles dedicadas a Dalí,  Santiago Bernabeu o Enrique Jardiel Poncela, admitía veladamente que no tenía ni la más remota idea de cuántos menores hay en riesgo de malnutrición en Madrid, cuando un día antes aseguraba tener contabilizados unos 25.563. El dirigente de Caritas que presentó su terrorífico informe sobre exclusión social, hambre, miseria, desahucios y desesperación resulta ser (oh, sorpresa, sorpresa) José Manuel López, candidato del partido comunista Podemos. Como ya se ha anunciado sobradamente la Iglesia ha autorizado la inclusión y sostenimiento económico en su seno de los enemigos mas encarnizados de los valores que representa. 
Resulta obvio e innegable que la crisis ha destrozado vidas y patrimonios en España. Y en todo el mundo. El retraso en el reconocimiento del desastre financiero que se avecinaba ha dificultado su abordaje. La tibieza del gobierno conservador (a ratos casi socialista) y los casos de corrupción han dañado las posibilidades de permanencia de cualquier proyecto sólido. Sólo la gresca populachera y la reclamación de un aumento del gasto público tienen acogida entre una ciudadanía en ciertas regiones sostenida por entramados medievales de compras de voto clientelares.
La horda regeneracionista en realidad no deja de sostenerse en la pataleta del rencor sostenido, en el infantilismo ilusionista del adanismo, en el desconocimiento de lo más básico, en la ira del fracaso y en las fosas del sistema educativo. Las risas en la Eurocámara por la fragilidad de sus planteamientos o por la pobreza intelectual y académica del lider griego son vergonzantes. Y el otorgamiento de credibilidad a cualquier alegato panfletista es posible. Carmena ha elevado la bobada a la categoría de una de las Bellas Artes. Y el informe sobre hambrunas infantiles es su Capilla Sixtina.
 En un desayuno afirmó que "los técnicos y funcionarios" del Ayuntamiento habían investigado minuciosamente  el número de menores que pasan hambre en su ciudad.  "25.563 niños". Un  trabajo exhaustivo. Casi casa por casa. El jueves se criticaba la falta de cifras fiables de la anterior corporación de Ana Botella al censar en 2.700 niños a los que se podían encontrar en riesgo de malnutrición (menores incluidos en el plan del ayuntamiento de comidas a domicilio para el verano). Antes hablaban de desnutrición. Hoy hablan de obesidad o mala alimentación. Las legumbres o y gran parte del pescado se encuentran entre los alimentos mas baratos. Tiren la linea entre los dos puntos.
Pero los argumentos de Carmena son aún más pobres y falsos... Un día después de hablar de 25.563 niños,  reconoce que no sabe cuantos hay de verdad. Se han basado en los datos del INE, "en los que no se desglosa Madrid" mezclados con "el padrón madrileño". Son  una burda extrapolación. Son pura cábala. Son una sucia mentira que involucra a niños.
Luego la jueza por milagro Manuela Carmena cita una encuesta hecha a los padres por la Asociación Nacional de Pediatría por la cual "15.000 niños de Madrid están en una situación alarmante". Pierde en un día 10.000 de esos niños.  Y las  394.000 raciones que dicen repartir a  niños con necesidades alimentarias se dividen entre ayudas a domicilio y ¡"los campamentos de verano", a los que acuden 15.000 niños sin necesidades durante 15 días!
Y la verdad es que, a pesar de la crisis humanitaria que vivimos, cierta gente vive pendiente del hundimiento de un barco, de la voladura de un tren. Mientras, una familia catalana vive anonimamente las consecuencias del mayor robo de Europa sin molestia alguna. Mientras, una región del sur ve enjuiciados a sus líderes durante décadas por la red de apropiación de fondos públicos mas tupida desde la Linea Maginot sin una sola protesta popular. Mientras, le quitan la calle a Jardiel. Por contar chistes mientras le fusilaban. El hombre que dio la orden de matarlo a tiros da nombre a una calle desde hace unos pocos años.

viernes, junio 19, 2015

Gabriel Albiac, Masa y Poder, Canetti, Carmena, exterminio judío, Freud y el humor



«Albiac, siempre fascista».

Esa pintada despedía (en realidad expulsaba) a un hombre peculiar, a un magnífico Catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. El valiente y diminuto Gabriel Albiac. Antiguo comunista (de los más intensos), admirador y voraz diseccionador de El Capital de Karl Marx, amante erudito (ha sido su vida) de la obra del judío maldito Baruch de Spinoza, venerador de Michel de Montaigne y de su amistad con Étienne de La Boétie, el profesor conoce muy bien a esa masa que le amenazaba en los pasillos por defender al pueblo judío o criticar a Hugo Chávez. Es lo que ha sentido la inocente política de nuevo cuño Beatriz Villacis al salir inocentemente del Ayuntamiento de Madrid por la maravillosa y otrora civilizada calle Montalban. Lo cuenta Albiac muy claramente en su artículo LAS CENIZAS.


La sinagoga vacía de Gabriel Albiac
La sinagoga vacía de Gabriel Albiac

Como Hannah Arendt, también Don Gabriel repitió todo este tiempo la misma letanía no atendida. Uno de los errores mayores del recuerdo del nazismo, del comunismo (de Eichmann a Stalin) ha sido su relato inmerso en la cosificación. Darle una apariencia monstruosa; como si fuera un episodio puntual del acopio de poder por parte de residentes en psiquiátricos, o en la gruta del Anticristo. Pero no hay monstruos. Hay tan solo hombres que matan. Y podemos ser cualquiera. Los llamaba insuficientemente Hannah Arendt "burócratas eficientes del homicidio". Un prominente líder de la nueva formación política Podemos, Luis Alegre (¿ese canalla?), pidió a Don Gabriel  que se suicidase en un artículo. Sólo por decir lo que pensaba. Cobardemente se amparó en que se trataba de un mero enfrentamiento académico. Pero era una diana sobre una nuca. Puesta en Rebelión.org y posteriormente, con la misma falta de valor de siempre, eliminada. Comenzaba la cacería en tablones de anuncios, en la cafetería, en notas de toda clase en las pizarras, en Gara, en webs. Aquel curso, acosado y amenazado, Albiac pidió amparo al rector y suspendió sus clases. Dejó la universidad tras décadas de entrega a la lucha ideológica contra los totalitarismos y la investigación filosófica.


"A Albiac le conviene no existir".

El dueño de rebelion.org, Santiago Alba Rico 

"Ésta es, pues, la verdadera respuesta al enigma: que no se haya suicidado todavía no se debe, como muchos sostienen, a una pertinaz torpeza en la elección de medios; tampoco se debe a impedimentos naturales como su levedad o su falta de sangre en las venas; y mucho menos a una falta de coherencia interna. Todo lo contrario. Es precisamente 
la implacable coherencia interna de un criminal eficaz lo que le impide eliminar de este mundo siquiera esos poquísimos centímetros de miseria en los que él consiste".

Albiac: la pataleta de un golpista
firmado por el millonario dueño de rebelion.org Santiago Alba Rico
Carlos Fernández Liria (profesor de filosofía y chavista) y 
Montserrat Galcerán (Catedrático de filosofía en la Universidad 
Complutense de Madrid, no es cachondeo)




Montserrat Galcerán feminazi podemos
Montserrat Galcerán 


Carlos Fernadez Liria y Luis Alegre Zahonero



Y este es el iter. Antes de matar civilmente (son así de cobardes) porque temen lo físico como individuos, enardecen a la horda, la tosca masa (de forma cenagosa y rudimentaria Montserrat Galcerán vincula la lucha contra el fascismo con algo tan ignoto y pánfilo como "la intelectualidad de masas") y amartillan el arma para que la empuñe cualquier yihadista del rencor, con menos luces que un féretro, mientras que la élite se sufraga con dinero (vil fiduciario papel capitalista) que no generan, que rapiñan de la función pública. No tienen ni the right stuff para empuñar un triste lápiz. Son simples funcionarios mediocres. Recuerden a Arendt y su  descripción del burócrata del campo de concentración. 
Código Penal explicado por Soto

Luego completan el dibujo de la diana con una buena dosis de humor. Lo conoce el sutil Guillermo Zapata, Pablo Iglesias y Pablo Soto «¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero». "En una broma se puede decir hasta la verdad", dijo Freud. En su breve escrito de 1927, “El humor”, Freud disecciona el chiste, que supone el afloramiento de elementos inconscientes en la realidad, y el humor, que supondría precisamente la negación de esa realidad. Cierto uso de ambas herramientas aflora profundas  patologías del rencor. El llamado “humor negro” es otro ejemplo de esta inclinación del yo de negar lo triste de la realidad. Es la enfermedad de lo que Sigmund Freud denominó "predadores hablantes".

 Elias Canetti (1905, Bulgaria–1994, Suiza)
 Elias Canetti (1905, Bulgaria–1994, Suiza)


Gabriel Albiac recomienda la lectura de Elias Canetti, de "Masa y poder (Masse und Macht): léanlo. Las masas disciplinadas, sobre las que se erige todo totalitarismo. «Populismo de izquierda» no fue un hallazgo peronista, como creen estos chicos. Fue la apuesta de Rohm y Strasser, hasta la noche en que el camarada Hitler se cobró sus cabezas". Hoy las cabezas pueden ser de cualquiera. Así como el ejecutor. Un chaval con una mochila llena de explosivos y metralla, un periodista con una columna, una catedrático con un artículo nada académico. La obra trata de los intercambios de energía del poder con la masa. Es difícil leerlo. Poca gente ha terminado hasta la última gota Masa y poder. Canetti, premio Nobel de literatura en 1981, lo escribió en 1960. Define complejamente como diversas formas de "masa" y las estrategias de control y poder mediante las cuales los gobernantes y líderes políticos pueden dirigir a dichas masas. Constituye una de las más importantes aportaciones de Canetti al ámbito de la sociología y de la antropología social.


Contiene definiciones de esa fuerza junguiana que vimos hace poco en el Ayuntamiento de Madrid, o en la detención de Alfons. La masa es igualitaria ya que no existe el individuo sino la fuerza común. La existencia de la masa siempre se verá presidida por una ausencia de límite; es un monstruo orgánico que siempre desea expandirse. La masa siempre "está en movimiento y se mueve hacia algo" pero precisa que alguien fije su dirección indiscutible. La masa es física y precisa de continuo contacto que genere una densidad corpórea hasta que todos son sus componentes sean recubiertos por una misma piel.

Canetti enumera cómo la horda puede ser pastoreada. Las Masas de acoso, las Masas de fuga, las Masas de prohibición, las Masas de inversión y las Masas festivas. Si vemos las manifestaciones de la radicalidad emotiva que transita los noticiarios españoles hoy, todos caminan sobandose mutuamente, entre cánticos asesinos del inicio del siglo XX. No existe fuerza racional que la domine ya que su esencia es animal, sentimental, sudorosa, resentida, devastadora. Solo ella misma puede aniquilarse, al depositar su fuerza aniquiladora en su némesis, en su antítesis, en sus antagonistas o damnificados, por puro roce, como si de una simbiosis bacteriana se tratara. Como ocurrió en los años 30 en toda Europa. Así lo recoge este catedrático en su último artículo. Hoy mas cerca que nunca de su querido Spinoza, lejos de su tierra de origen, expulsado de la fe de su pueblo, casi ciego: 

Renace ahora. En toda Europa. Pero incluso en Francia –(en donde su ascenso es tan fuerte como en Grecia y España)– la memoria de los años cuarenta frena ciertos excesos. Al fundador del Frente Nacional, lo expulsó su hija por hacer chistecitos antisemitas como el del señor Zapata. Aquí, eso garantiza una carrera esplendorosa. Con respaldo ceniciento de Carmena.


jueves, abril 23, 2015

Indignados

La vida se apropia de todo. Existen fuerzas feroces. El amor, la lealtad, el orgullo. El odio. Y la vida se compone de todas ellas. No somos seres con albedrío. Somos vulgares manifestaciones de ellas. Las plantas pueden hacerse con un edificio. Reventar Madison Sq Garden. Las fieras enseñorearse en Champs Elisees. El humano hace lo mismo. Pero no sigue un instinto único. Imita. El ser humano es un Zelig. Y hoy la codícia es la gran fuerza. Los grandes espejos de esas fuerzas que en otro tiempo eran la leyenda de Carlomagno, Cesar, Francisco de Asis, hoy no encuentran correlato. La vida está en manos de pocos.






Hace no mucho existía el mal con rostro. Nadie se reía de su presencia/existenca. Los enemigos competían por la primacía. Hoy vivimos la falacia pre/trans. La auténtica lucha la ejercían los mejores, los seres mas evolucionados de cada raza que alcanzaron los estados trans-racionales, de auténtica realización. Hoy ocupan las referencias sociales seres en plena involución, en estados regresivos pre-racionales que suelen tener naturaleza patológica. Ken Wilber relata esta confusión en la que el estado místico de Santa Teresa de Avila es confundido hoy con un ataque  de histeria de una folclórica. Hoy nadie conoce el mal. Y esas referencias grotescas se imitan. Como decía el psiquiatra Valter Cascioli de la gran jugada del mal,  “la astucia del diablo es hacernos creer que no existe”.





Recuerdo al gran Bill Cunninghan, cuando recorria las calles, desde las mas elitistas hasta las alternativas, cazando tendencias. Hoy a los 80 años, sigue paseando todos los días por Manhattan en bicicleta capturando en fotos la moda en las calles. Capturó el espíritu de los hippies, las high-society madames, de los ejecutivos más extravagantes, las modelos bohemias. Y el mundo imitó sus dictados. Las manifestaciones en Genova, en Davos, en Río, eran un preanuncio gratuito de la colección del año siguiente. Los shorts rotos con medias de las modelos desastradas serían la vestimenta de las adolescentes del próximo invierno. Hasta la fuerza de la serendipia era domesticada. Las naciones hoy son equipos de cualquier deporte, y se venden camisetas. La pasión se vende en El Corte Inglés. La igualdad es un negocio para lograr votos. El feminismo un ministerio. La tradición ya es ocultismo. Y el derecho un papelucho. Lynch dirige periodicos digitales.




Es tal la conquista de las fuerzas (hoy en manos del mal) que hasta las catástrofes, las tragedias, los mas descarnados dramas se convierten en marcas efimeras, en titulares, en opúsculos teatrales de locutores, directores de periódico, artistas ágrafos. Y la indignación. Ay la indignación. Pura falacia pre/trans. El capricho de lo inmediato sostenido en aforismos, pero sin la iluminada locura de Nietsche. Las entidades financieras personifican al anticristo. Pero en ellas se ha sostenido el progreso de occidente. 


El populacho quiere aranceles que defienda sus posiciones. Y al tiempo no desea fronteras. Se llama holocausto a cualquier suceso nefasto y genocidio a la muerte del toro. En el vaciamiento del lenguaje se encuentra una de las claves de la conquista de las fuerzas por parte de una inteligencia que no podemos localizar. Un locutor de radio en Sicilia se gustaba en la tragedia de unos cadáveres africanos, tratando de demostrar que él lo sufría mas que nadie, en esa teatralidad vacua que llena de fragilidad este mundo infantil. Al cerrar el programa se fue a un gran restaurante.




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jueves, abril 16, 2015

El muerto y la paranoia



Contó Hutchinson en su opúsculo mas canónico del tiempo precrístico, que aquella generación vigorosa, capaz de levantar a un pais desahuciado y de utilizar al tiempo el lenguaje del mas solemne espíritu colectivo como aquellas columnas funerarias de poetas que lancearon elefantes junto a Alejandro, murió inane y hastiada. Nunca reclamarían la gloria ni el oro. Solo consolaría sus días finales el recuerdo de un tiempo tumultuoso que agitaría el alma de sus hijos cuando volvieran las vicisitudes a exigirles lo mejor de su sangre.

Jamás pensaron que el lenguaje ya no serviría para resucitar almas, para donar vida. No soñaron a sus hijos capaces de que solo dos de ellos entre un centenar ofreciesen sus días por los de sus compatriotas. La idea de un ciudadano temeroso y otro espídico, enfrentados con fantasmas, apuñalando vacíos, solo era conocida, como relata el ciego Dosger, en aquellas tierras de las campañas del frío. Juntos temian tanto ser devorados por sus hermanos como por los asaltantes de la tierra de Mappa. Era tal el terror de los espídicos que solo veían con cierto contento cuando se da$an por muertos. Hoy lo llaman Trastorno de despersonalización. 



Los guerreros tullidos comenzaron a caer en ese delirio al no poder combatir. Se sentían tan inutiles que los llamaban muertos, o parados. Y veían en cada llamada, en cada mención de su nombre, la turbia llamada del verdugo o del recaudador, que requeriría documentar sus propiedades por si muriese produciendo gran  gasto. A esa oscuridad del juicio la llamarían paranoia, al ser Parano el espídico enano al cargo del apremio. Los mas valientes se ejecutaron entre si, para no dejan deuda. Pero antes mataban a los espídicos que podian alcanzar con cuchilladas de muerte lenta, pavorosa. 

Los espídicos eran conocidos por su temor inmediato, que solo anticipaba lamentos, por su rencor al guerrero, por idear una guerra nueva sostenida en otra forma de palabra, derruyendo el ánima del menos docto, del enfermo. Muchos de ellos sobrevivieron. Hutchinson no cree que su influencia llegara al presente pero falleció al iniciar, en su inconcluso Universale compendium vocabulorum, el capítulo final que versaba  sobre aquella  jerigonza,  ya que no llegó a dialecto. Nunca imaginó el docto linguista que cientos de aquellos sonidos hoy poblaban los textos jurídicos de este lugar tan distinto.

Murieron inanes y hastiados. Nadie conocía sus gestas. Y las calles se llenaron de aquellos a los que ejecutaron sus hermanos tullidos. Dicen que al hundir el mas herrumbroso de los metales en la carne flácida del espídico, estos emitian chillidos agudos mientras el guerrero terminal les gritaban al oido "muerto soy, muerte a paranoia"



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