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viernes, julio 13, 2007

Grande nueva... Revel conoció a Gurdjieff!!


En su libro El ladron en la casa vacia, como reseña MARIO VARGAS LLOSA, a través de episodios y personajes claves, Revel evoca una vida intensa y trashumante, donde se codean lo trascendente -la resistencia al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, los avatares del periodismo francés en el último medio siglo- y lo estrambótico, como la regocijante descripción que hace Revel del célebre gurú, George Gurdjieff, cuyo círculo de devotos frecuentó en sus años mozos a la captura de las enseñanzas del Cuarto Camino.

Esbozado a pinceladas de diestro caricaturista, el célebre iluminado que encandiló a muchos incautos y esnobs en su exilio parisino, aparece en estas páginas como una irresistible sanguijuela beoda, esquilmando las bolsas y las almas de sus seguidores, entre los que, por sorprendente que parezca, junto a gentes incultas y desprevenidas fáciles de engatusar, había intelectuales y personas leídas que tomaron la verborrea confusionista de Gurdjieff por una doctrina que garantizaba el conocimiento racional y la paz del espíritu. Retrata al místico negociante como un beodo propietario de un galimatias inescrutable. Tremendo.

Dicen que nada en Revel es recto, excepto su pensamiento. Con la razón y la libertad se construyó al término de un recorrido caótico y a veces doloroso, un camino decididamente personal, al margen de las instituciones, las modas y los prejuicios, abierto al gran horizonte, asumiendo deliberadamente el riesgo. Nada se deriva de la evidencia. Todo son líneas quebradas y rupturas. Ruptura con su familia, y sobre todo con su padre, a través de su compromiso con la Resistencia. Ruptura con la religión y con cualquier forma de dogma después de su rocambolesco camino junto a la secta de Gurdjieff. La Herencia de Gurdjieff ha destruido muchas vidas espirituales pero en el caso de Revel no le impedía reservar la posibilidad de la fe, como muestra el diálogo con su hijo Matthieu, convertido al budismo (Budismo y Política: fiesta de opium y éxtasis)

jueves, enero 04, 2007

Hoy conocí a Frances A. Yates

Encontré en Pasajes un bonito libro: Giordano Bruno and the Hermetic Tradition (Routledge Classics) de Frances A. Yates. Luego brujuleé y me topé con otro libro suyo, The Art of Memory. Frances A. Yates me presenta dos aficiones ancladas en mi esfinter: la nemotecnia y la gnosis *.
Bruno (1548-1600) siempre me resultó un personaje inasible: "The universe comprises all being in a totality; for nothing that exists is outside or beyond infinite being, as the latter has no outside or beyond." Giordano Bruno, On the Cause, Principle, and Unity (fifth dialogue).
Enrique Eskenazi elabora estas notas y recoge estas citas de este link: Debiera recordarse que cuando Copérnico presenta la hipótesis heliocéntrica, cita las palabras que sobre el sol escribiera Hermes Trismegisto (1) en su Asclepius; que cuando Giordano Bruno expuso el copernicanismo en Oxford lo asoció al De Vita coelitus comparanda de Ficino (2); que la visión hermética de que la tierra no es inmóvil porque está viva, citada por Camillo (3) en relación con la imagen de Argos que se halla en la grada de la Cueva de la serie solar, la empleó Bruno para su defensa del movimiento de la tierra. La serie solar del Teatro de Giulio Camillo pone en evidencia que dentro de la mente y la memoria del hombre del Renacimiento el sol brillaba con importancia renovada, mística, emocional, mágica, atribuyéndosele por último una significación central. Se pone de manifiesto un movimiento interior de la imaginación hacia el sol, lo cual ha de ser tenido en cuenta como uno de los factores de la revolución heliocéntrica.
¿Cómo tendríamos que suponer que la magia de Ficino funciona dentro de un sistema de la memoria que se sirve de lugares e imágenes a la manera clásica? El secreto está, creo, en que a las imágenes se las consideraba, por decirlo así, como talismanes internos... Al igual que toda su magia, el uso ficiniano de los talismanes era altamente subjetivo e imaginativo. Sus prácticas mágicas, ya se tratase de encantamientos poéticos y musicales, ya del uso de imágenes magificadas, iban realmente dirigidas a condicionar la imaginación para hacerla capaz de recibir las influencias celestiales. A sus imágenes talismánicas, que evolucionaron en las bellas formas del Renacimiento, se las destinaba a que fuesen contenidas dentro de la imaginación de su usuario. Describe cómo una imagen tomada de la mitología astral puede ser impresa interiormente en la mente con fuerza tal que cuando una persona, con esta impronta en su imaginación, sale al mundo de las apariencias externas, éstas terminan siendo unificadas, por el poder que la imagen interna extrae del mundo superior.Este uso interno, o imaginativo, de la imaginería talismánica había de encontrar un vehículo muy adecuado en la versión ocultista del arte de la memoria. Si las imágenes básicas de la memoria empleadas en un sistema de la memoria de este género tenían, o se suponía que tenían, poder talismánico, poder para introducir en la memoria las influencias celestes y el spiritus, una memoria tal vendría a ser la del hombre "divino" íntimamente asociado a los poderes divinos del cosmos. Y una memoria tal tendría también, o se supondría que tendría, el poder de unificar los contenidos de la memoria por estar basada en las imágenes procedentes del mundo celestial... De esta manera se ha de suponer que la memoria cósmica fundada no sólo llevaría el poder desde el cosmos al interior de la memoria, sino que unificaría ésta. Las imagenes emocionalmente percusivas de la memoria clásica, que transformara el devoto Medioevo en similitudes corporales, vuelven a ser transformadas, esta vez en imágenes mágicamente poderosas. La intensidad religiosa que se asoció a la memoria medieval se ha vuelto hacia una nueva y osada dirección. Ahora la mente y la memoria del hombre son "divinas", con poderes de aprehender la más alta realidad mediante una imaginación mágicamente activada. El arte hermético de la memoria ha pasado a ser el instrumento para la formación del mago, el medio imaginativo por el que el microcosmos divino puede reflejar el divino macrocosmos, por el que puede captar su significado desde arriba, desde la grada divina a la que su mens pertenece. El arte de la memoria ha devenido un arte oculto, un secreto hermético.
Bruno había desarrollado su técnica de transportar su mensaje religioso hermético dentro del marco del arte de la memoria. (...) Bruno intenta organizar la psique desde arriba, por contacto con las potencias cósmicas. Uno de los modos de operar... sobre el mundo celeste es a través de imágenes mágicas o talismánicas de las estrellas. Bruno traslada tales imágenes celestes al interior de la mente, aplicándolas a la memoria mediante el empleo, en calidad de imágenes de la memoria, de las imágenes celestes, como si guarneciese el mundo interior de la imaginación con las estrellas, o como si reprodujese en el interior el mundo celeste.
La mente de Bruno trabaja sobre una línea que con extremada dificultad puede rescatar el hombre moderno - las mismas líneas que la mente de Ficino sigue, también, en De Vita coelitus comparanda-: que las imágenes de las estrellas son intermediarias entre las ideas del mundo supraceleste y el mundo elemental subceleste. Mediante la disposición o la manipulación o el uso de las imágenes astrales, manipulamos formas que están en un estadio más próximo a la realidad que los objetos del mundo inferior, todo lo cual depende de las influencias estelares. Podemos actuar sobre el mundo inferior, transformar las influencias estelares que sobre él se ejercen, si sabemos cómo disponer y manipular las imágenes de las estrellas. De hecho, las imágenes de las estrellas son las "sombras de las ideas" (4) , sombras de la realidad que están más próximas a la realidad que las sombras físicas del mundo inferior... El libro que Hermes entrega al filósofo es el libro "sobre las sombras de las ideas contraídas para la escritura interna", es decir, que contiene una lista de imágenes mágicas de las estrellas que se han de imprimir en la memoria".
Conformándose internamente a las imágenes astrales, por medio de las cuales las especies individuales del mundo inferior se unifican. Una memoria astral de esta índole no sólo dará conocimiento sino poderes. En Bruno... el sistema metrodoriano (5) se ha convertido en un sistema mágico. En lo que se refiere a las fundamentales imágenes zodiacales, las imágenes planetarias, las imágenes de las estaciones lunares, las imágenes de las casas del horóscopo del catálogo bruniano de imágenes mágicas, el sistema avanza por las ruedas de la memoria, formando y reformando a partir del plano celeste los patrones del universo. Y el poder para realizarlo depende de la filosofía hermética, en la que el hombre tiene un origen divino y está orgánicamente relacionado con los Gobernadores astrales del mundo. En "tu naturaleza primordial" las imágenes arquetípicas existen en confuso caos; la memoria mágica las aparta del caos y restaura su ordenación; devuelve al hombre sus poderes divinos.
¿Pretendía Bruno con el uso de estas siempre cambiantes combinaciones de imágenes astrales formar en la memoria una suerte de alquimia de la imaginación, una piedra filosofal psíquica por medio de la cual se percibiría y recordaría toda posible ordenación y combinación de los objetos del mundo inferior: plantas, animales, piedras? ¿Y que con la configuración y reconfiguración de las imágenes de los inventores en función de la configuración y reconfiguración de las imágenes astrales de la rueda central se habría de recordar, desde arriba, toda la historia de la humanidad, todos sus descubrimientos, pensamientos, filosofías, producciones? Una memoria de esta índole habría de ser la memoria de un hombre divino, de un mago con poderes divinos por los que su imaginación se elevaría hasta las operaciones de las potencias cósmicas. Y una tentativa de esta índole habría de descansar en el supuesto hermético de que la mens del hombre es divina, relacionada por sus orígenes con los Gobernadores astrales del mundo, capaces de reflejar y regir el universo. Pero el interés principal de Bruno no es el mundo exterior sino el interior. Y en sus sistemas de la memoria vemos el esfuerzo por poner en marcha las leyes mágico-mecánicas, no externamente, sino dentro, mediante la reproducción psíquica de los mecanismos mágicos... El supuesto bruniano de que las fuerzas astrales que gobiernan el mundo externo operan también en el interior, donde se las puede reproducir o aprehender a fin de que apliquen una memoria mágico-mecánica.
Las fuerzas astrales eran instrumentos de lo divino; y más allá de las operativas estrellas había aún formas divinas más elevadas. Y la forma más elevada de todas era para Bruno el Uno, la unidad divina. El sistema de la memoria pretende la unificación, desde un plano estelar, como preparación para llegar a la más elevada Unidad. Para Bruno la magia no era un fin en sí misma, sino un medio para llegar al Uno que hay detrás de las apariencias.
En la naturaleza todo está en todo. Así pues, todo el intelecto está en todo. Y la memoria puede memorizarlo todo a partir de todo. El caos de Anaxágoras es variedad sin orden; debemos poner orden en la variedad. Mediante las conexiones de lo superior con lo inferior se alcanza algo hermoso, el mundo. La concordancia que hay entre las cosas superiores e inferiores es la cadena de oro que va de la tierra al cielo. Estas conexiones son una ayuda para la memoria. Igualmente los "treinta conceptos de las ideas" presentan un carácter gnómico. .. El intelecto primero es la luz de Anfitrite. Está difundido por doquier; es la fuente de la unidad en que lo innumerable se hacer una sola cosa. Las formas de los animales deformes, en el cielo son hermosas; los metales no luminosos brillan en sus planetas correspondientes; ni el hombre, ni los animales, ni los metales son aquí como son allí. Siendo iluminado vivificado, unificado y conformado según los agentes superiores, avanzarás en la concepción y retención de las especies. La luz contiene la vida primera, la inteligencia, la unidad, todas las especies, las verdades supremas, los números, los grados de las cosas. Así pues, lo que en la naturaleza es diferente, contrario, diverso, allí es idéntico, congruente. Uno. Intenta, por consiguiente, con todas tus fuerzas, identificar, coordinar y unir las especies recibidas. No perturbes tu mente ni confundas tu memoria. De todas las formas del mundo, las preeminentes son las formas celestes. Por ellas llegarás, a partir de la confusa pluralidad de las cosas, a la unidad. Se comprenden mejor las partes del cuerpo cuando se las toma juntas que cuando se las toma separadamente. Así pues, cuando se toman en consideración las partes de las especies universales no separadamente, sino en la relación que tienen con el orden que las subyace, ¿qué no podremos memorizar, entender y obrar? El Uno es el esplendor de la belleza en todo. El Uno es el brillo que brota de la muchedumbre de las especies. La formación de las cosas en el mundo más bajo es inferior a la forma verdadera, es una degradación de su vestigio. Asciende, pues, adonde las especies son puras, o están formadas con la forma verdadera. Todo lo que viene después del Uno es necesariamente múltiple y numeroso. Así pues, en la grada más baja de la escala de la naturaleza está el número infinito, en la grada más alta la infinita unidad. Así como las ideas son las formas principales de las cosas, en cuya conformidad todo está formado, asimismo hemos de formar en nosotros mismos las sombras de las ideas. Las formamos en nosotros, como en la revolución de las ruedas.
El sol interior al que se llega en Sombras es la expresión interior de lo que sería el "copernicanismo" de Bruno, de lo que sería su uso del heliocentrismo como suerte de portento que anticiparía el retorno de la visión "egipcia" y la religión hermética. La meta del sistema de la memoria es fundar en el interior, en la psique, mediante la organización de imágenes significativas, el retorno del intelecto a la unidad... La meta del sistema de la memoria era fundar en el interior esta ascensión mágica a través de una memoria basada en mágicas imágenes de las estrellas. (... ) La meta del sistema de la memoria es conseguir esta visión unificadora en el interior, el único lugar donde esto puede ser realizado, pues las imágenes internas de las cosas están más cerca de la realidad, son menos opacas a la luz de lo que lo son las propias cosas del mundo externo.
Profunda convicción de que el hombre, imagen del macrocosmos, puede aprehender, contener y entender el macrocosmos con el poder de su imaginación. Volvemos en este punto a lo que básicamente diferencia la Edad Media del Renacimiento; el cambio de actitud respecto a la imaginación. De considerarla como una potencia inferior que puede ser útil a la memoria, como concesión al hombre débil que necesita usar similitudes corporales pues sólo así es capaz de retener sus objetivos espirituales hacia el mundo inteligible, ha pasado a ser la más elevada potencia del hombre, por medio de la cual podrá aprehender el mundo inteligible allende las apariencias, a través de la captación de imágenes significativas.
Si la mens humana es divina, entonces la divina organización del universo está dentro de ella, y un arte que en la memoria reproduzca esa organización divina se hará con los poderes del cosmos, que están en el propio hombre.Cuando se unifiquen los contenidos de la memoria, empezará a aparecer dentro de la psique (así lo cree el artista hermético de la memoria) la visión del Uno allende la multiplicidad de las apariencias."Contemplaba yo un solo conocimiento en un solo sujeto. Para todas las partes principales había dispuestas formas principales... y todas sus formas secundarias estaban unidas a las partes principales". Esto es lo que leemos en "la fuente y el espejo" (sello 22). Juntas vienen las artes principales, únense a éstas las secundarias, ya las terroríficas labores de los sistemas comienzan a dar fruto, y empezamos a contemplar "un solo conocimiento en un solo sujeto". Se pone aquí de manifiesto la meta religiosa de los esfuerzos memorísticos de Bruno.
Todo desciende de arriba, de la fuente de las ideas, y se puede ascender a ella desde abajo. "Qué admirable sería tu obra si te conformases según el artífice de la naturaleza... si con la memoria y el intelecto entendieses la fábrica del triple mundo y no sin las cosas que en él se contienen". Estas promesas de conformación según el artífice de la naturaleza toda nos traen a la memoria las palabras con que Cornelio Agrippa describe, como experiencia necesaria en la formación del mago, la ascensión hermética a través de la esferas. Es esta experiencia la que, en su apoteosis del Sello de los Sellos, el arte de las memoria nos ha llevado.Hay páginas notables acerca de los grados del conocimiento. Incluso en estas páginas extravagantes, Bruno se encuentra dentro de la perspectiva de los tratados de la memoria en los que era muy corriente esbozar la psicología de las facultades, el proceso por el cual, según la psicología escolástica, las imágenes procedentes de los impresiones sensoriales pasan desde el sensus communis por otros compartimientos de la psique.... Bruno piensa en un diagrama de esa índole, ingrediente normal del tratado de la memoria, pero su exposición va dirigida contra la división de la psique en los compartimientos de la psicología de las facultades. Estas páginas suyas son una especie de manifiesto sobre la primacía de la imaginación en el proceso cognitivo, negándose a verlo dividido en muchas facultades, sino como un todo unido. Distingue ciertamente cuatro grados de conocimiento (influido por Plotino), a saber, sentido, imaginación, razón, intelecto, pero pone mucho cuidado en abrir puertas entre ellos en abolir las divisiones arbitrarias. Y al final deja bien claro que según su visión todo el proceso de la cognición no es realmente más que uno solo, y que éste es, fundamentalmente, un proceso imaginativo.
Para Bruno no hay una facultad separada que consista en el intelecto abstractivo; la mente opera solamente con las imágenes, si bien estas imágenes tienen grados diferentes de potencia. Siendo así que la mente divina está universalmente presente en el mundo de la naturaleza... el proceso de llegar a conocer la mente divina ha de ocurrir por medio de la reflexión que hacen las imágenes del mundo sensorial dentro de la mens. Por consiguiente, la función de la imaginación de ordenar en la memoria las imágenes es una función absolutamente vital para el proceso cognitivo. Vívidas y vivientes imágenes han de reflejar la vida y vitalidad del mundo -Bruno piensa tanto en las imágenes astrales mágicamente vitalizadas como en las vívidas y percusivas imágenes de la regla memorística del Ad Herennium (6) -, han de unificar los contenidos de la memoria y erigir correspondencias mágicas entre el mundo externo y el interno. Las imágenes deben estar cargadas de afectos, y particularmente del afecto del amor, pues de este modo tendrán el poder de penetrar tanto en el núcleo del mundo externo como en el del interno; he aquí una extraordinaria mezcla de la memoria clásica, que aconsejaba usar imágenes cargadas de emociones, y el uso mágico de una imaginación cargada de emociones, combinado a su vez con un uso místico y religioso de la imaginería amorosa.- Nos encontramos aquí dentro del círculo de los brunianos Eroici furori y sus conceptos del amor capaces de abrir dentro de la psique "las negras puertas de diamante".
Y Giordano Bruno se presenta a sí mismo como uno de estos guías, ofreciendo una religión, o una experiencia hermética, o un culto mistérico interno, cuyas cuatro guías son el Amor, por el que las almas se elevan a lo divino mediante divino furor; el Arte, a través del cual puede uno terminar uniéndose al alma del mundo; la Mathesis, que es el uso mágico de figuras; y la Magia, entendida como magia religiosa. Siguiendo estas guías, podemos comenzar a percibir los cuatro objetos, el primero de los cuales es la Luz. La religión del amor y la magia se basa en el poder de la imaginación, y en un arte de la imaginería por medio del cual el mago intenta captar y contener el universo en todas sus formas siempre mudantes, mediante imágenes que circulan en intrincados órdenes asociativos, que reflejan los movimientos siempre cambiantes de los cielos, imágenes cargadas con afectos emocionales, que unifican, que siempre intentan unificar, reproducir la gran monas del mundo en su imagen, la mente del hombre.
"Pensar es especular con imágenes" -dice Bruno... que al rojo vivo trabaja en el problema que él cree es el más importante de todos, el problema de cómo organizar la psique a través de la imaginación. Era la misión de Bruno pintar y modelar en el interior, enseñar que el artista, el poeta y el filósofo son una misma cosa, pues la Madre de las Musas es Memoria. No sale afuera nada que previamente no haya sido formado dentro, y en consecuencia es dentro donde ha de hacerse la obra significativa. Por extraordinario que pueda parecer, creo que las "sombras de las ideas" brunianas SON las imágenes mágicas, las imágenes arquetípicas celestes que se hallan más próximas a las ideas de la mente divina decuanto puedan estarlo las cosas inferiores. Así, pues, es perfectamente posible que Ficino, que tan frecuentemente emplea la palabra "sombras", también haya querido tomarla bajo la acepción indicada.
Bruno tiene la esperanza, o al menos así me lo parece, de que al imprimir en la memoria las imágenes celestes, las imágenes arquetípicas del cielo que son sombras situadas cerca de las ideas en la mens divina de la que dependen todas las cosas inferiores, conseguirá alcanzar la experiencia "egipcia" de convertirse en verdadero sentido gnóstico, en el AION, que encierra en sí mismo los poderes divinos. En el Cantus Circaeus (7), los conjuros planetarios de Circe tenían como función disponer a la imaginación para recibir improntas de las imágenes planetarias. El adepto debía enfrentarse al arte de la memoria con una imaginación previamente impregnada de imágenes celestes, preliminar necesario para la memoria mágica.
La intención de Giordano Bruno es llevar la magia renacentista hacia sus fuentes paganas, abandonando las débiles tentativas de Ficino para elaborar una magia inocua que intentara disimular su principal fuente de inspiración, el Asclepius, a la vez que se mofa violentamente de los herméticos religiosos que creen haber fundado un hermetismo cristiano prescindiendo del Asclepius. Se proclama asimismo como un egipcio convencido que, lo mismo que Celso en sus argumentaciones anticristianas citadas por Orígenes, deplora la destrucción llevada a cabo por los cristianos del culto a los dioses naturales griegos y de la religión de los egipcios, a través de la cual aquéllos se habían aproximado a las ideas divinas, al sol inteligible, al Uno neoplatónico. La idea de una reforma que tenga sus inicios en el propio cielo -mediante una reordenación o purificación de las imágenes celestes (de las que, consecuentemente, derivaría una reforma en el mundo inferior gracias a las variaciones sufridas por los influjos celestes que actúan sobre éste)- quizás le fuese sugerida a Bruno por un tratado hermético que no pertenecía los agrupados bajo el título común de Corpus Hermeticum (8), sino que formaba parte de los recuperados por Estobeo en su antología. Me refiero al tratado conocido con el nombre de Koré Kosmou, o "Hija (o Viren) del mundo" o, según la traducción latina de Patricio, por "Minerva Mundi"... Como resultado de dicha renovación debe derivarse una reforma general de la humanidad, caracterizada por un retorno a la ética y a la religión egipcias. Es precisamente esta reforma interior de los propios dioses la que debe reflejarse en el entorno de la bóveda celeste a partir del momento en que las virtudes ascienden para ocupar los lugares de los vicios que hasta el momento han impregnado las cuarenta y ocho constelaciones. Así pues, de lo que se habla en el Spaccio es de la formación de una nueva personalidad cuyos poderes queden plasmados en un feliz conjunto unitario.
En el De Magia Bruno relaciona su psicología mágica de la imaginación con la terminología de la psicología normal de las facultades, a la que, sin embargo, modifica convirtiendo a la imaginación, y más precisamente a la imaginación animada o ejercida mágicamente y unida al poder cogitativo, en la fuente de la energía psíquica. Esta imaginación animada mágicamente es "la única puerta de acceso a todos los afectos íntimos y el vínculo de los vínculo" (De magia, III). El lenguaje de Bruno se excita y oscurece cuando habla de este misterio, para él central, del condicionamiento de la imaginación a fin de conseguir atraer sobre nosotros fuerzas espirituales o demoníacas que puedan liberar los poderes innatos que posee el individuo. Este era el resultado que había pretendido alcanzar en todo momento a partir de la aplicación de sus sistemas mágico-mnemotécnicos, cuyo objeto, como se pone de manifiesto con toda claridad en las páginas finales del De Magia, era conseguir la personalidad y los poderes de un gran mago o dirigente religioso... Giordano Bruno es el resultado lógico y directo de la glorificación renacentista del hombre como miraculum magnum (9), del hombre de origen divino preparado para reconquistar la divinidad, del hombre dotado de poderes divinos. Dicho en pocas palabras, Bruno no es más que el resultado del hermetismo renacentista.
Giordano Bruno evita siempre el esquema fundado sobre las agrupaciones en "tríos" y convierte las guías de la religión en cuatro, a saber, Amor, Arte, Mathesis y Magia. Es precisamente siguiendo estas cuatro guías como el mago religioso conseguirá alcanzar las más altas cimas de perfección y poder. Cada una de ellas está relacionada con una combinación de magia y furor platónico. Amor es la virtud viviente que se halla en todas las cosas y que al ser interceptada por el mago le guía desde las cosas inferiores hasta el reino supracelestial gracias a un furor divino El arte nos enseña de qué modo podemos llegar a unirnos con el alma del mundo. A través de la "mathesis" podemos aprender a hacer abstracción de la materia del movimiento y del tiempo, consiguiendo así la contemplación intelectual de las especies inteligibles. La magia es de dos tipos, uno óptimo y otro nocivo. La buena magia, unida a una fe regulada ya otros saludables tipos de "contracciones", corrige al errado, da vigor al débil y, a través del más grande de los demonios, el amor, une al alma con el poder divino. La experiencia contenido en De gli eroici furori hace referencia a una realidad interior. Cuando Acteón ha "absorbido la divinidad" no es ya necesario buscarla fuera de su propio ser. De hecho, "la divinidad habita en nuestro interior gracias a la reforma acaecida en el intelecto y la voluntad". Para Bruno, la dignidad del hombre como mago reside dentro de su propio ser, y éste es el motivo que le impulsa a aplicar las técnicas mágicas que conducen a la gnosis individual sobre la imaginación considerada como una experiencia perteneciente al mundo interior.
En su Lampas triginta statuarum, Bruno insiste en su tentativa para construir una memoria, o una psique, que derive su unidad del empleo de imágenes o signos que la pongan en contacto directo con la realidad. Las imágenes astrológicas sobre las que se fundaba la memoria descrita en el De umbris idearum son substituidas aquí por "estatuas", o imágenes interiores construidas según principios talismánicos... Creo que las "estatuas" interiores a las que hace referencia no son otra cosa que una transposición, en el ámbito de la imaginación interior, de aquellas estatuas que constituían un elemento esencial de la religión practicada por los egipcios, quienes tal como podemos colegir de la lectura del Asclepius, poseían los conocimientos necesarios para animarlas mediante la introducción en su interior de demonios. Tal como sabemos por el De Magia, Bruno creía que el más importante y eficaz método para "vincularse" con los demonios era el basado en las facultades de la imaginación. Por consiguiente, según mi opinión, las treinta estatuas son treinta vínculos imaginativos destinados a establecer conexión con los demonios, a través de los cuales el mago consigue dar forma a su personalidad. El culto bruniano a la religión egipcia, con sus características estatuas mágicas, había sido transferido por éste a un nivel de interioridad correspondiente a la vida imaginativa. El culto profesado por Bruno era intimista, en modo alguno un culto exterior basado en rituales y templos. Este carácter intimista o individual del hermetismo impregna los propios escritos herméticos, que siempre convierten en el núcleo de la experiencia religiosa el reflejo interior en la mente humana creada a imagen y semejanza de Dios, del universo divino. Por otra parte, su obra sobre las Treinta Estatuas nos revela hasta qué punto trata Bruno desde una perspectiva hermética la filosofía de un universo infinito poblado por innumerables mundos, que con anterioridad hemos definido como una extensión de la gnosis bruniana. Una filosofía que debe ser introvertida, tal como sucede con el reflejo hermético del mundo en la mente, es susceptible de convertirse en una experiencia espiritual intimista de carácter más amplio, que satisfaga la insaciable necesidad de infinitud que posee el alma.
En su Oratio valedictoria, manifestó ante la asamblea de doctores que, a diferencia de París, él había escogido a Minerva de entre las tres diosas. Ver a Minerva significa volverse ciego, adquirir sabiduría gracias a su ayuda significa enloquecer, porque ella es Sofía, la propia Sabiduría, hermosa como la luna, grande como el sol, terrible como los ejércitos disciplinados, pura, ya que nada puede mancillarla, honorable por ser la imagen de la bondad misma, potente puesto que, siendo una, es capaz de hacerlo todo, gentil ya que visita a los pueblos que le están consagrados y convierte a los hombres en amigos de Dios y de los profetas.
La filosofía de Bruno no puede en modo alguno ser disociada de su religión. Era su religión, la "religión del mundo", la que veía dilatado el universo hasta el infinito y poblado por innumerables mundos, a modo de una gnosis ampliada, una nueva revelación de la divinidad en los "vestigios". El copernicanismo era un símbolo de la nueva revelación que anunciaba el retorno a la vieja religión natural de los egipcios y a su magia dentro de un contexto que Bruno, a través de una insólita pirueta intelectual, supone posible identificar con el del catolicismo... ya no puede perdurar la leyenda según la cual Bruno fue perseguido como pensador filosófico y que acabó pereciendo en la hoguera por sus temerarias opiniones sobre los innumerables mundos y sobre el movimiento terrestre... la filosofía de Bruno, comprendido su supuesto heliocentrismo, formaba parte integrante esencial en su misión. Bruno, completamente inmerso en el campo del hermetismo, era incapaz de concebir una filosofía de la naturaleza, el número, la geometría o un diagrama cualquiera sin adjudicarle cierto significado divino. Por esta razón, él es la última persona en este mundo que puede ser tomada como representante genuino de una filosofía divorciada de la divinidad.
Bruno fue un descendiente de los magos renacentistas y luchó incansablemente por la dignidad del hombre, defendiendo su libertad, la tolerancia, el derecho que tiene el hombre a defender sus propias ideas en cualquier país, a decir lo que piensa sin constricciones impuestas por ninguna barrera ideológica. Y Bruno, el mago, se mantuvo firme por amor, en contraste con lo que los pedantes de ambos bandos habían hecho con el cristianismo, la religión del amor. El núcleo mágico del platonismo ficiniano; la confusión establecida entre ideas, imágenes mágicas y hermetismo. En opinión de Mersenne, atribuir semejantes poderes a tales imágenes es sencillamente una locura... Mersenne es un pensador moderno; ha cruzado la línea divisoria y se encuentra del mismo lado que nosotros; creer en el poder de las imágenes mágicas le parece absolutamente demencial. Un dibujo de Mantegna, según él, tiene más valor que todas las imágenes juntas de los nigromantes. Y su condena a estas imágenes no proviene del temor sino de la opinión de que están privadas de todo sentido. Mersenne, que repudia por completo la astrología, detesta consecuentemente la magia astral, las milagrosas virtudes atribuidas a las plantas, piedras e imágenes y todo el aparato sobre el que se fundamenta la magia naturalis.
En sus ansias por fundar una concepción puramente objetiva de la naturaleza entendida como un mecanismo, en su desbordante entusiasmo por la matemática pura considerada como el único instrumento válido para llevar a cabo una investigación objetiva, Descartes se tuvo que enfrentar con el embarazoso problema de la mente, que le ataba de pies y manos. Resolvió provisionalmente el problema en términos extremadamente toscos, a través del llamado dualismo cartesiano: "un mundo está constituido por una enorme máquina matemática que se extiende a lo largo de todo el espacio; y el otro, por espíritus pensantes sin extensión. Y todo aquello que no es matemático, es decir, lo que depende de una forma exclusiva de la actividad de la substancia pensante... pertenece al segundo de ellos" (Baillet, Vie de Descartes). Descartes acaba colocando en una arte perfectamente determinada del cuerpo, en un sector del cerebro, esta "substancia pensante" que tiene bajo su control todo aquello que es extraño a la vasta máquina externa. Este modo tan singularmente inadecuado de resolver el problema de la mente no tardará en ser sometido a examen y muchos han sido los filósofos y pensadores posteriores que se han detenido en el estudio del problema del conocimiento, de la epistemología y de las interrelaciones mente-materia. A pesar de todo, aquella errónea postura inicial no ha sido nunca superada de una forma definitiva. El hombre ha ido acumulando de forma continuada conocimientos sobre el mundo exterior, pero en lo que respecta al entendimiento, a su capacidad para reflejar sobre sí mismo la naturaleza y a la de actuar sobre ésta de un modo tan asombrosamente maravilloso, los progresos alcanzados adolecen de una consistencia mucho más débil. ¿Por qué razón Descartes desdeñaba hasta tal punto la mens, o por qué era tan enorme su miedo ante ella, como para quererla colocar en una posición absolutamente aislada, al margen del universo mecánico matemático? Tal vez pueda hallarse una explicación a este problema en la lucha que debía afrontar el mundo en que vivía para emanciparse de la tutela de "Hermes Trismegisto"... y de todo aquello que aquél representaba. La diferencia fundamental entre la actitud con la que se enfrentan al mundo el mago y el científico es que el primero quiere atraer al mundo hacia su interior, mientras que el científico persigue precisamente lo contrario, exteriorizarlo y despersonalizarlo mediante un acto de voluntad que se mueve en la dirección opuesta a la propugnada en los escritos herméticos, cuyo acento recae en la introversión y en la consecución del reflejo del mundo sobre la mens. La actitud hermética frente al mundo, ya sea considerada como experiencia de tipo religioso o de tipo mágico, nunca carece de esta cualidad de introversión.Puede suponerse que en el momento en que la mecánica y las matemáticas pasaron a ocupar el lugar del animismo y la magia, lo que se intentó evitar a toda costa fue, precisamente, la interiorización que acabamos de apuntar, esta íntima conexión entre la mens y el mundo. Tal vez en la necesidad de esta enérgica reacción pueda detectarse el origen de la postura errónea consistente en desbordar y dejar a un lado el problema de la mente en benificio del estudio del planteado por el mundo material exterior y su funcionamiento. Por esta razón, desde el punto de vista de la historia del problema del entendimiento y de las razones que han contribuido a abandonarlo en los inicios de la era moderna, creo de gran importancia el estudio de "Hermes Trismegisto" y sus implicaciones históricas.... La historia de este período (s. XVII) nos descubrirá las raíces de la transformación sufrida por el hombre cuando su mente dejó de estar estrechamente integrada con la vida divina del universo. Las zonas limítrofes entre magia y religión, magia y ciencia, y magia y arte, poesía o música, deberán ser recorridas en la compañía de "Hermes Trismegisto". Estos fueron los vagos dominios en los que habitó el hombre del Renacimiento. Por su parte, el del siglo XVII acabó por perder algunas claves importantes para la comprensión de la personalidad de aquel magnum miraculum.

domingo, noviembre 12, 2006

Cat is back


Cat Stevens saca un nuevo disco para "reafirmar la creatividad del islam":

El británico Yusuf Islam, nacido en 1948 en Londres de padre griego y madre sueca con el nombre de Steven Demetre Georgiou y más conocido como Cat Stevens, declaró la incompatibilidad del islam, tras su conversión en 1977, con su condición de estrella del pop. Este lunes hará publico su primer álbum con temas nuevos en los últimos 28 años. El disco titulado 'An Other Cup' está ideado para "reafirmar la creatividad del islam; cuando uno estudia la Historia, se descubre que a la edad de oro de (la) España (musulmana) se debe la guitarra", comenta el ex-hippie.
'La ciencia, la medicina, el simple hecho de que podamos beber hoy en día diariamente café en cualquier esquina, es fruto de aquel extraordinario momento de la civilización del mundo islámico, cuando el arte y la vida estaban unidos', delira el músico. El imán de la Mezquita Central de Londres le dijo (tuvo que ir a comentarlo con el nota!!) que no había problema alguno en que volviese a componer música e incluso le animó a hacerlo. 'Si las canciones son morales, no ofensivas, adelante, me dijo el imán' Hacía 20 años, según confiesa, que no tocaba una guitarra, hasta que descubrió que su hijo había llevado una a casa y estaba escribiendo canciones con ella. Ese descubrimiento precipitó su gradual retorno al mundo de la música con una serie de canciones religiosas, como 'A is for Allah', y algunas actuaciones en directo. Hace dos años hizo un dueto con fines benéficos junto a Ronan Keating, con el que cantó un viejo éxito suyo, 'Father and Son'. En marzo de 2005 puso a la venta en su sitio en Internet la canción 'Indian Ocean', en beneficio de los damnificados por el maremoto que arrasó las costas del sudeste asiático en diciembre del año anterior.
'An Other Cup' es su primer álbum con temas inéditos desde 'Back to Earth' (1978), no suena muy distinto de los discos de comienzos de los setenta que le hicieron famoso: música acústica de cantautor fácilmente digerible y con una vena entre lírica y meditativa, según los expertos. Es el retorno musical de un musulmán devoto que fundó tres escuelas islámicas y protagonizó en 1989 una gran polémica por su supuesto apoyo a la fetua del ayatolá Ruhola Jomeini a favor de la muerte del escritor angloindio Salman Rushdie, controversia que el cantante atribuye a la "malicia periodística".


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domingo, julio 24, 2005

Dragó



Llegan noticias del deterioro físico que sufre mi simpático Sanchez-Drago a raíz de las dolencias cardíacas que se detectaron en su curioso y alquímico corazón. Ha perdido peso y parece extremadamente cansado. Los beneficios de su tan ponderado "Yoki Reishi" no darán mucho mas de si.



Lejos queda ya ese perpetuo joven enérgico y viajero. Sigue siendo un provocador y sigue con su novia oriental tan aficionado a lo mágico, lo misterico y sagrado. Aprovecho para dar las gracias a este pedante soriano que ahora reside en Castilfrio y que parece haber abandonado su proyecto de escuela iniciatica, para mi desdicha. En su académica lejanía me acercó a mitos y conceptos que me dieron paz. Me presento a Gurdjieff, a Jung, a Wilber, a Aurobindo, y tantos otros (y se lo dice un católico pecador). Cuídese, abuelo y gracias. Muchas gracias.

martes, abril 19, 2005

Steps y destino




El hombre establece en su inicio de vida, acaso casualmente, cual será el nivel de sus exigencias y la altura desde la que observará al mundo y sus habitantes. Debe decidir en qué rellano del escalafon se moverá, donde estará bien; saberlo es un don milagroso. El calculo de su capacidad para subir o bajar escalones será determinante. El cambio será casi imposible en el futuro.



A veces, un oficinista gris representa un éxito milagroso para ciertos dictámenes que desestimaban su vida. En otras ocasiones, un astrofísico de la NASA descubre que el rostro que ha perseguido toda su vida se encontraba en el huerto de su madre y es tarde. La mayoría de los ciudadanos se conducen por sus días caminando azarosamente como en una cinta mecánica de aeropuerto, arrastrando bultos inútiles. Yo no se ya nada de escalones y me desplazo con pasos cansinos por una planicie polvorienta. Ya ni sueño con elevar mis piernas del suelo. Esa perspectiva es maravillosa, si tu estómago está lleno, porque evitas caídas. Solo muy tarde alcanzas ciertas certezas. Son pocas pero su profundidad es terrible.

Puede que nuestra vida solo tenga sentido gracias a momentos que desestimamos. Puede que los escalones solo sean el decorado de esa misión. Y ese gran destino será un mero transitar de inesperadas glorias anodinas. El tropezón entre peldaños será visto por alguien y esa observación resucitará atisbos de salvación en futuros indeterminados, en vidas puede que aún no gestadas. Y aquel error de cálculo que nos ubicó en una altura impropia, mas alta o mas baja, tendrá una razón en ese dia de orfandad de significado, en ese dia en que la cerveza será nuestro amor genuino y, balbuciente, añores tu misión, esa función única que te demuestre que el gran Dios, en su gloria, y aún viendote beodo como un pobre cabrón, siempre te amó.

domingo, febrero 13, 2005

David Deida




El gran timador

Si. Creo que es un timador. En America triunfa desde hace años respaldado por la autoridad de Ken Wilber Lama Surya Das. No encuentro fundamento para una filosofía existencial en torno a una actividad límbica como el sexo. Es una personificación de la conocida falacia pre/trans.

David Deida is the author of ten books published in more than 25 languages, including The Way of the Superior Man and Dear Lover 


“The Way of the Superior Man is quite wonderful. Finally, a guide for the noncastrated male. This book will offend and infuriate some, inspire and test others, but challenge virtually everybody. Few are the books that discuss strong sexuality within strong spirituality, instead of tepid sexuality diluted by a mediocre spiritual stance. This book steps straightforwardly into the challenge. Love it or loathe it, it is a shout from the heart of one perspective of the eternal masculine. KEN WILBER 


Acknowledged as one of the world's most insightful and provocative spiritual teachers of our time, best-selling author David Deida continues to revolutionize the way that men and women grow spiritually and sexually. 

"David Deida is the one western teacher of tantra whose books I read and whom I send students to learn from. The results of true practice, in any tradition, are unmistakable; David Deida demonstrates them." 
Lama Surya Das, author of Awakening the Buddha Within


Deida is far more concerned with your authentic realization of openness and love than he is with creating more clothing for yet another spiritual outfit. His teaching serves to remove any cloaks your heart might be wearing, especially any garments knit of sexual confusion. 

From Naked Buddhism: "Right now, and in every now-moment, you are either closing or opening. You are either stressfully waiting for something--more money, security, affection--or you are living from your deep heart, opening as the entire moment, and giving what you most deeply desire to give, without waiting." 

Otros libros: 

The Way of the Superior Man




Intimate Communion
It's a Guy Thing

Instant Enlightenment

miércoles, enero 26, 2005

Gnosticism



  • El gnostico moderno: Ken Wilber







viernes, enero 21, 2005

El mapa de Huston Smith


 

LA CURA INTEGRAL

Huston Smith muestra con su simplicidad su versión del cuadrante integral de Wilber. A Dios lo que es de Dios. Al Cesar lo que es del Cesar.








martes, enero 18, 2005

¿Quien detiene a Wilber?



Beat this, man: ALAQ.


Wilber no cesa en su integración de una teoria del todo. El hombre calvo de Boulder (Colorado; la gente cree que solo se piensa en Europa) con sus sidebars continuos mantiene su prolífica indagación en su Great chain of being.


La evolución de su obra no encuentra obstáculo ni siquiera en si mismo. Puede decirse que es un autor de ego extinto, que solo sabe cabalgar sin parar (aún desde la cama) hacia una zona abisal desconcertante.



 El foro español es reflejo de esta atención mundial ante un creador que narra, con las puertas abiertas, desde su propia web de Shambala y con aportaciones gratuitas, como acota un mapa del universo cada vez mas revolucionaria, lleno de busqueda de refutaciones, lleno de impetu. Un coloso que hay que marcar de cerca: 1, 2, 3, 4 y en toda la red.















domingo, enero 16, 2005

MATAR LA SANTIDAD







Santidad, Gurdjieff, místico


Levítico 11:44. 

Porque yo soy Yahveh, vuestro Dios; 
santificaos y sed santos, pues yo soy santo.


Uno de los objetivos esenciales en el establecimiento del nuevo hombre económico ha sido la extinción del revolucionario mas terrible que han dado los tiempos: la muerte del santo. No es mostrado, no es ensalzado, ni detestado. No existe. Vive la virtud a espaldas del orbe. Se encuentra contaminado por el estigma maldito de sus protegidos. La pobreza es fea y sus periféricos (el propio santo) también. Y es que el hombre ocioso, crispado, preocupado, locuaz, hipotecario, disperso, ambiguo, gozante, rápido, perezoso, cambiante, el mero hommo mecanicus de Gurdjieff es presa fácil del nuevo amo. Si la evolución de la especie fue determinada por razones medio ambientales, meteorológicas o geográficas, la actual composición de la especie occidental ha sido gestada por condicionantes económicos. La banca, los centros comerciales, las multinacionales del ocio y la construcción del resort han dado con el último eslabon antes del cataclismo que desestiman. Han matado cualquier evolución hostil a su progreso y, con ello, es extinto el santo. Pero no ha sido un proceso conspirativo. No existen las grandes misas corporativas. El hombre lo ha permitido. Porque la santidad es compleja. Y lo contrario es muy fácil.

martes, diciembre 28, 2004

LOCO/QUIETO/SANTO



Esta forma de vivirse España se hace difícil. Este territorio deviene serio. No compensa. Todo es un canto egoista. Todos reclaman. Solo queda huir o, si no se puede mas que quedarse, permanecer en lo oculto o, mas bien, quieto. El quietismo (Lat. quies, quietus, inactivo, en reposo) es doctrina que afirma que la más alta perfección del hombre consiste en una autoaniquilación psíquica y la consiguiente absorción del alma en la Divina Esencia, aun durante la vida presente. La mente es completamente inactiva; ya no piensa ni desea por su propia cuenta, sino que permanece pasiva mientras que Dios obra en ella. Dicen que el quietismo es una especie de misticismo (q. v.) falso o exagerado que contiene nociones erróneas que si son seguidas consistentemente resultarían fatales para la moralidad por su apoyo del panteísmo y teorías similares que han brotado dentro de la Iglesia, sólo para ser expulsadas como heréticas. 


"It's clear to me that Gurdjieff was right: most of us are walking around in very deep trance states, very deep dreamlike states; we're making a lot of mistakes that way, we're creating a lot of unnecessary suffering for ourselves and other people. Let's get back to the present and form that firm foundation of being able to live in the here and now and be clear in your perceptions and actions. With that foundation, a lot of the higher stuff will start taking care of itself."

El quietismo, en la acepción más estricta del término, es la doctrina planteada y defendida en el siglo XVII por Molinos (q.v.) y por Petrucci. Todas estas variedades han sido proscritas por la Iglesia.


Over the years, I don't know how many scientists have come up to me once they kind of know who I am and realize it's safe to talk to me, to tell me about a spiritual experience they've had that they could never talk about among their scientific colleagues. They'd be laughed at, they'd be ridiculed, and they might hurt their careers significantly, so they've been keeping these things secret. And that's not particularly healthy, to have to sit on your own transcendent experiences."

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El quietismo es una característica de las religiones de la India. Tanto el brahmanismo como el budismo panteístas apuntan a una especie de autoaniquilación, un estado de indiferencia en el cual el alma disfruta de imperturbable tranquilidad. Y el medio para lograr esto es el reconocimiento de la identidad del individuo con Brahma, el dios-todo o, para el budista, la extinción del deseo y la consecuente elevación al estado del nirvana, de una manera incompleta en la vida presente, pero completamente después de la muerte. Entre los griegos, la tendencia quietista está representada en los estoicos. Éstos, junto con el panteísmo, que caracteriza su teoría sobre el mundo, presentan en su apatheia un ideal que recuerda la indiferencia perseguida por los místicos orientales. El hombre sabio es aquél que se ha independizado y liberado de todo deseo. De acuerdo con algunos de los estoicos, el sabio puede entregarse a la más baja clase de sensualidad en cuanto afecte solamente al cuerpo, sin incurrir en la más mínima contaminación de su alma. Los neoplatónicos (véase Neoplatonismo) sostenían que el Uno da origen al Nous o Intelecto, noción que aplicaban tanto al alma universal como a las almas individuales. Éstas, como consecuencia de su unión con la materia, han olvidado su origen divino. Por consiguiente, el principio fundamental de la moralidad consiste en el retorno del alma a su origen. El destino supremo del hombre y su más elevada felicidad consiste en elevarse a la contemplación del Uno, no por el pensamiento sino por el éxtasis (ekstasis).

We needed that scientific rebellion to free up our culture, and we had wonderful things come of it. But when you get to areas like parapsychology, people who are professional scientists are now acting like Church authorities: they know the "Truth" with a capital "T," and they are defending it against heresy, and they don't want people to go out and look. That's the saddest part. Some of these pseudo-skeptics often actually try to keep grant money from being given to parapsychologists to do research.Scientism is like any fundamentalist religion. It's intolerant, it's arrogant, and it certainly doesn't want any new facts coming in. 

No es difícil descubrir el origen de estas tendencias quietistas. Sin importar con cuánta fuerza pueda la concepción panteísta del mundo parecer atractiva a la persona de inclinaciones filosóficas, esta concepción no puede descartar los datos obvios de la experiencia. Decir que el alma es parte del Ser divino o una emanación de Dios realza, aparentemente, la dignidad del hombre; pero todavía queda el hecho de que la pasión, el deseo y el mal moral hacen que la vida humana sea lo que se quiera pero no divina. De aquí el anhelo de liberación y de paz que puede ser alcanzado solamente por medio del sustraerse a la acción y a la dependencia de las cosas externas y por una subsiguiente inmersión, más o menos completa, en el Ser divino. Estas aberraciones del misticismo continuaron aún después de que la predicación cristiana había revelado a la humanidad la verdad en lo concerniente a Dios, al orden moral y al destino humano. 

Any state of consciousness is probably a very good tool for dealing with certain aspects of reality and a very poor tool for others. So the point is to know what tool is good for the situation you're in and get in to a state of consciousness that's useful for that.

El gnosticismo (q.v.), especialmente la Escuela Antinómica, buscaba la salvación en una especie de conocimiento intuitivo de lo divino, por el cual lo "espiritual" quedaba emancipado de la obligación de acatar la ley moral. La misma tendencia quietista aparece en las enseñanzas de los euquitas o mesalianos (q.v.), que mantenían que la oración libera al cuerpo de la pasión y al alma de las malas inclinaciones, de tal modo que los sacramentos y los actos penitenciales son inútiles. Éstos fueron condenados en el Sínodo de Side en Panfilia (383) y en Éfeso (431). Los bogomilos (q.v.) de fines de la Edad Media eran probablemente sus descendientes lineales.

Then maybe some day you would come to me with a question like that and I could say, "take these tests," and after I've scored them I could say, "look, from purely empirical knowledge, whatever you do don't do Zen. Your type has a 30% chance of psychosis with Zen. But Sufi dancing, 0% chance of psychosis, although a strong chance of not much satisfaction."Again, if you're neurotic and can't make friends, the path that seems to have lots of activities with all of these people may be really appealing, perhaps even what you need at that psychological level, but it may not be what you need at a spiritual level. As you can tell from remarks I've said already, I think the unexamined life is not worth living. I think increasing your self-knowledge, learning to observe yourself ... to put it in scientific terms, make a lifelong scientific project out of understanding your own mind, and your own feelings and perceptions, is a really important part of all this.


El quietismo medieval está representado además en las extravagancias de los hesicastas (véase Hesicasmo), de acuerdo con los cuales el fin supremo de la vida en la tierra es la contemplación de la luz increada, por cuyo medio el hombre se une íntimamente con Dios. Los medios para alcanzar tal estado de contemplación son la oración, el completo reposo del cuerpo y de la voluntad y un proceso de autosugestión. Entre los errores de las beguinas (q.v.) y los begardos condenados por el Concilio de Viena (1311-12) están las proposiciones

que el hombre en la vida presente puede alcanzar tal grado de perfección que puede llegar a ser completamente impecable; que los "perfectos" no tienen necesidad de ayunar o de orar, sino que pueden libremente concederle al cuerpo todo lo que le apetezca; que no están sujetos a ninguna autoridad humana ni están ligados a los preceptos de la Iglesia (véase Denzinger-Bannwart, 471 sqq.). 

Exageraciones similares de parte de los fraticelos (q.v) condujeron a su condenación por el Papa Juan XXII en 1317 (Denzinger-Bannwart, 484 sqq.). El mismo Papa proscribió en 1329, entre los errores de Meister Eckhart (q.v.) las afirmaciones de que (prop. 10) nosotros somos totalmente transformados en Dios de la misma manera que en el Sacramento el pan es transformado en el Cuerpo de Cristo; que (14) puesto que es la voluntad de Dios el que yo haya pecado, yo no deseo no haber pecado; que (18) nosotros deberíamos presentar el fruto, no de las acciones externas, que no nos hacen buenos, sino de las acciones internas que son obradas por el Padre mientras mora dentro de nosotros (Denzinger-Bannwart, 501, sqq.). En completo acuerdo con sus principios panteístas, los Hermanos y Hermanas del Espíritu Libre (Siglos XIII al XV) sostenían que aquellos que han llegado a la perfección, es decir, a la completa absorción en Dios, no tienen necesidad de cultos exteriores, ni de sacramentos ni de oración; que no deben obediencia a ninguna ley, puesto que su voluntad es idéntica a la voluntad de Dios, y que pueden dar rienda suelta a sus deseos carnales sin contaminar el alma. Ésta es también sustancialmente la enseñanza de los "alumbrados", una secta que perturbó a España durante los siglos XVI y XVII.

A person whose intellect was tremendously developed, but whose emotional brain was not developed, whose body and instinctive brain was not developed. I've explored that path very thoroughly. Most of us college professors do very well in the weak yogi part of life. Great words. And then you look at the actual quality of our lives and there is a great deal lacking.

El español Miguel de Molinos fue quien desarrolló el quietismo en el sentido estricto de la palabra. De sus escritos, especialmente de su Dux Spiritualis (Roma, 1675) fueron seleccionadas 68 proposiciones y condenadas por Inocencio XI en 1687 (Denzinger-Bannwart, 1221, sqq.). El principio fundamental del sistema está contenido en la primera proposición: el hombre tiene que aniquilar sus potencias, y ésta es la vía interna; de hecho, el deseo de realizar algo activamente ofende a Dios y por consiguiente, uno debe abandonarse enteramente a Él y después de eso permanecer como un cuerpo inanimado (prop. 2). Por la inacción el alma se aniquila a sí misma y regresa a su origen, la esencia de Dios, en la cual es transformada y divinizada y entonces Dios mora en ella (5). En esta vía interior, el alma no tiene que pensar ni en premios ni en castigos, ni en el cielo ni en el infierno, ni en la muerte ni en la eternidad; no debe preocuparse sobre su propio estado, sus defectos o su progreso en la virtud; puesto que ha entregado su voluntad a Dios, ella tiene que dejar que Él obre su voluntad sin que intervenga ninguna actividad del alma misma (7-13). El que de esta manera se ha sometido enteramente a Dios, no debe pedirle nada ni darle gracias; debe desestimar las tentaciones y no ofrecer resistencia activa; "y si la naturaleza se agita, uno tiene que permitir esa agitación porque esa es la naturaleza" (14-17). En la oración, uno no debe usar imágenes ni pensamiento discursivo, sino que tiene que permanecer en una "fe oscura" y en quietud, olvidando todo cualquier pensamiento claro sobre los atributos divinos, permaneciendo en la presencia de Dios para adorarle, amarle y servirle, pero sin producir ninguna acción, porque en éstas no se complace la voluntad de Dios.

It took me years to learn to listen and watch from a different part of mind and gradually learn Aikido on an entirely different kind of level. Not talking. 

Los pensamientos que surgen durante la oración, de cualquier clase que sean, aun cuando sean impuros o contra la fe, si no son alimentados voluntariamente ni expulsados voluntariamente y más bien soportados con indiferencia o resignación, no obstaculizan la oración fiel sino que más bien realzan su perfección. Quien desea devoción sensible no está buscando a Dios sino a sí mismo; de hecho, cualquier efecto sensible experimentado en la vida espiritual es abominable, inmundo e impuro.

Talking about it is not the reality. That's a hard lesson to learn. Sometimes I feel I'm almost up to normal in terms of body intelligence up to this point. But I don't think my body intelligence will ever catch up with my talking intelligence, because that's the way I was overbalanced to begin with. No se requiere ninguna preparación antes de la Comunión ni tampoco acción de gracias después de ella, excepto la condición de que el alma permanezca en su estado usual de renunciación pasiva; y el alma no se debe esforzar en excitar en sí misma sentimientos de devoción. Las almas interiores se entregan en silencio a Dios; y mientras más completa sea esa entrega más se dan cuenta de que son incapaces de recitar aun el Pater Noster. 

Look away from the screen eventually and realize where you are and that you have a body and so forth. But it's so easy to forget to do that.You can get information that can help you wake up, can help you see your spiritual potential over the web. But in most cases you have to be careful not to mistake having information for actually knowing something at a deeper level. And avoid simply getting hypnotized by it. Just having the words about spirituality and having the knowledge is not the same thing. The words can be helpful. The words can point. I eventually learned that some words in Aikido can get you to do the right thing. If it's words like "your left foot should be forward rather than your right," the words are helpful up to that point. But the more subtle and more important aspects of it are beyond words. Believe me, I know about the hypnosis of words.

Ellas no deberían exteriorizar actos de amor a la Santísima Virgen ni a los santos ni a la Humanidad de Cristo porque, puesto que todos estos son objetos sensibles, el amor a ellos es también sensible. Las obras exteriores no son necesarias para la santificación, y las obras penitenciales como, por ejemplo, la mortificación voluntaria, deberían arrojarse lejos como una carga pesada e inútil (32-40). Dios permite al demonio usar "violencia" con ciertas almas perfectas aún hasta el punto de hacerles realizar acciones carnales, ya sea solitariamente o con otras personas. Cuando estas arremetidas ocurren, uno debe refrenarse de cualquier esfuerzo y dejar que el demonio obre a su antojo. Los escrúpulos y las dudas deben dejarse a un lado. En particular, estas cosas no deben ser mencionadas en la confesión, porque al no confesarlas, el alma se sobrepone al demonio, adquiere un "tesoro de paz" y alcanza una unión más estrecha con Dios (41-52). 

But the informational junk we put in is far and away the biggest pollution in life. These other environmental things are important, but when I think about the crap we put into our minds, with no discrimination, with no awareness, that's the major source of pollution. 

La "vía interior" no tiene nada que ver con confesiones, confesores, casos de conciencia, teología ni filosofía. De hecho, a las almas que están avanzadas en la perfección, Dios a veces les hace imposible acercarse a la confesión, y les suministra tanta gracia como la que habrían recibido en el Sacramento de la Penitencia.

If you set up a limitation and you are thinking about something ahead of time, your mind will tend to make that come true. 

La vía interior conduce a un estado en el cual la pasión se extingue, el pecado no existe más, los sentidos se adormecen y el alma, deseando solamente lo que Dios desea, disfruta de una paz imperturbable: ésta es la muerte mística. Los que prosiguen en esta senda deben obedecer a sus superiores exteriormente; aun el voto de obediencia tomado por los religiosos se extiende sólo a las acciones exteriores; solamente Dios y el director espiritual penetran al interior del alma. Decir que el alma en su vida interior debe ser gobernada por el obispo es una doctrina nueva y muy ridícula, porque sobre las cosas secretas la Iglesia no formula juicios (55-68). 

A la luz de este resumen, puede fácilmente verse por qué la Iglesia condenó el quietismo. A pesar de todo, estas doctrinas habían encontrado adherentes en los rangos más elevados del clero, tales como el oratoriano Pietro Matteo Petrucci (1636-1701), quien fue consagrado obispo de Jesi (1681), y elevado al cardenalato (1686). Sus escritos sobre el misticismo y la vida espiritual fueron criticados por el jesuíta Paolo Segneri, de lo cual se siguió una controversia que dió como resultado el examen de todo el asunto por la Inquisición y la proscripción de cincuenta y cuatro proposiciones entresacadas de ocho de los escritos de Petrucci (1688). 

Éste se sometió inmediatamente, renunció a su sede episcopal en 1696, y fue designado Visitador Apostólico por el Papa Inocencio XII. Otros líderes del movimiento quietista fueron: José Beccarelli, de Milán, quien se retractó ante la Inquisición en Venecia en 1710; Francois Malaval, un lego ciego de Marsella (1627-1719); y especialmente el barnabita Francois Lacombe, director espiritual de Madame Guyon, cuyos puntos de vista fueron adoptados por Fénelon. En la Antigüedad, en la Edad Media, fue doctrina aceptada considerar que el vacío era un elemento inexistente en la configuración del cosmos. Por razones físicas y metafísicas, se consideraba imposible el vacío. La idea del horror vacui era un principio de aplicación general. Con la revolución científica, especialmente con Torricelli, Pascal, Guericke y Newton, y a pesar de la oposición de los principales filósofos del siglo XVII (Descartes, Hobbes, Spinoza, Leibniz), la física acaba aceptando el vacío y arrincona el viejo principio del horror vacui. 

La doctrina contenida en la Explication des Maximes des Saints, de Fénelon, fue sugerida por las enseñanzas de Molinos, pero era menos extrema en sus principios y menos peligrosa en sus aplicaciones y es designada usualmente como semiquietismo. La controversia entre Bossuet y Fénelon se ha discutido en otro lugar (véase Fénelon). Este último sometió su libro a la Santa Sede para su examen, con el resultado de que veintitrés proposiciones extractadas de él fueron condenadas por el Papa Inocencio XII en 1699 (Denzinger-Bannwart, 1327 sqq.). De acuerdo con Fénelon, existe un estado habitual del amor de Dios que es totalmente puro y desinteresado, sin temor al castigo ni deseo del premio. En este estado, el alma ama a Dios por Sí mismo --no para ganar mérito, ni perfección ni felicidad al amarlo; esta es la vida contemplativa o unitiva (propos. 1, 2). En el estado de santa indiferencia, el alma no tiene ya ningún deseo voluntario deliberado por su propia cuenta excepto en aquellas ocasiones en las cuales deja de cooperar fielmente con toda la gracia que le ha sido otorgada. 

En este estado no buscamos nada para nosotros mismos; todo es por Dios; deseamos la salvación, no como nuestra liberación o como premio o como fin último, sino simplemente como algo que Dios tiene a bien desear y que Él quisiera que nosotros deseáramos para complacerle (4-6). Especialmente con Newton el vacío deviene un componente básico del cosmos. Esto ocurre a finales del siglo XVII y la victoria definitiva del newtonismo frente a sus oponentes se producirá a mediados del siglo XVIII. Pero esta victoria del vacío queda circunscrita a la vertiente física y cosmológica. La aversión al vacío seguirá vigente en otros aspectos. 

Por eso puede hablarse de la pervivencia del principio del horror vacui como metáfora aplicable a la descripción de esos horrores al nihilismo. Es significativo, por ejemplo, cómo las dos elaboraciones modernas más significativas a propósito de la constitución del sujeto -la elaboración de Descartes, el sujeto pensante; la elaboración de Hume, el sujeto práctico-, a pesar de sus diferencias coincidan en considerar un sujeto pleno, un sujeto en el que el vacío está excluido. El abandono del yo que Cristo requiere de nosotros en el Evangelio es simplemente la renuncia a nuestros propios intereses, y las pruebas extremas que demanda el ejercicio de esta renunciación son tentaciones por medio de las cuales Dios purificaría nuestro amor, sin garantizarnos ninguna esperanza aun en lo relacionado con nuestra felicidad eterna. En estas pruebas, el alma, por una convicción refleja que no penetra hasta sus profundidades más íntimas, puede tener la invencible persuasión de que es justamente reprobada por Dios. En esta involuntaria desesperación, ella consuma el sacrificio absoluto de su propio interés en lo que concierne a la eternidad y pierde toda esperanza interesada; pero en sus actos más elevados e íntimos nunca pierde la perfecta esperanza que es el deseo desinteresado de alcanzar las promesas divinas (7-12). 

A partir de ahí, de Descartes y de Hume, el horror vacui sería el horror al vacío anímico, a la disolución del sujeto, el horror a la pérdida del nuevo fundamento conquistado por la conciencia moderna. En esta clave podrían interpretarse las inquietudes de la filosofía moderna ante el quietismo y las doctrinas orientales. Éstos parecen propugnar el vacío del sujeto, colocan la nada y el vacío como "el primer principio de todas las cosas" (que decía Bayle a propósito de Buda), un principio que de hecho es lo más contrario a un fundamento. En tanto que la meditación consiste en actos discursivos, existe, por otra parte, un estado de contemplación tan sublime y perfecto que se hace habitual, es decir, que siempre que el alma ora, su oración es contemplativa y no discursiva, y no necesita retornar a la meditación metódica (15-16). 

En el estado pasivo el alma ejercita todas las virtudes sin tener consciencia de que son virtudes; su único pensamiento consiste en hacer la voluntad de Dios; desea aun amor, no según su propia perfección y felicidad, sino simplemente en cuanto a que amor es lo que Dios pide de nosotros (18-19). En la confesión, el alma transformada debería detestar sus pecados y buscar el perdón, no para su propia purificación y liberación, sino como algo que Dios desea y que Él quisiera que nosotros deseáramos para Su gloria (20). Aunque esta doctrina de amor puro es la perfección evangélica reconocida en todo el curso de la tradición, los antiguos directores de almas exhortaban a la multitud de los justos solamente a realizar prácticas de amor interesado proporcionado a las gracias que les habían sido conferidas. 

El amor puro por sí solo constituye la totalidad de la vida interior y es el principio y motivo único de todas las acciones deliberadas y meritorias (22-23). Así pues, en la misma etapa que Occidente expresa sus temores a Oriente a través de su complejo nihilista, se consolida este contraste que acabamos de describir: el contraste entre la aceptación del vacío en la física y su negación en los restantes ámbitos. El horror vacui seguirá siendo una metáfora válida para expresar la aversión a la falta de fundamentos, a pesar de que la física lo haya desmentido. Todo eso define lo que puede llamarse el "moderno horror vacui", un horror que ya no es aplicable al ámbito de la física y de la cosmología pero sí a los restantes ámbitos. De hecho, el período que hemos analizado (el tránsito del siglo XVII al XVIII) puede verse como compendio de los momentos fundacionales de este moderno horror vacui. En él se dan las bases de lo que serán dos rasgos del complejo nihilista: por una parte, el rechazo de los "desvaríos" místicos (lo que los ilustrados llamarán "melancolía religiosa"); por otra, la actitud de crítica o de ignorancia hacia las filosofías orientales. 

Esta lectura crítica de las filosofías orientales es justamente una constante del pensamiento occidental en los siglos XVIII y XIX, hasta hoy mismo. Y esta crítica está directamente emparentada con la preocupación acerca del nihilismo: los casos Schopenhauer y Nietzsche son ilustrativos de esta derivación. Nuestra intención ha sido remontarse a los orígenes de esta derivación, cuando incluso los términos "nihilismo" o "panteísmo" no son de uso común, pero ya se adivinan los contenidos que cuajarán en esas denominaciones. 

Cuando se toma por dado que el nihilismo es un peligro a rechazar, se hace a partir de unas premisas euro céntricas, se hace admitiendo los parámetros habituales, esto es, que toda pérdida de confianza en verdades absolutas o en seguros fundamentos conduce al despreciable nihilismo. El acercamiento a Oriente debería servir para relativizar estos parámetros, para entender que no son universales. Mientras que estas condenas mostraban la actitud determinada de la Iglesia contra el quietismo, tanto en su forma extrema como en su forma moderada, el protestantismo contenía ciertos elementos que el quietista podría haber adoptado consistentemente. La doctrina de la justificación por la sola fe, es decir, sin buenas obras, encajaba muy bien con la pasividad quietista. En la "Iglesia visible", tal como la proponían los reformadores, el quietista habría encontrado donde guarecerse del control de la autoridad eclesiástica en un refugio con el cual podía congeniar. Y la pretensión de hacer de la vida religiosa un negocio del alma individual en sus relaciones directas con Dios no era menos protestante que quietista. En particular, el rechazo parcial o total del sistema sacramental, conduciría al protestante devoto hacia una actitud quietista. De hecho, se encuentran trazas de quietismo en los primeros desarrollos del metodismo y del cuaquerismo (la "luz interior"). Pero en sus desarrollos posteriores, el protestantismo ha llegado a hacer énfasis en la vida activa más bien que en la vida inerte y contemplativa. En tanto que Lutero sostenía que la fe sin obras es suficiente para la salvación, sus sucesores hoy día le asignan poca importancia a las creencias dogmáticas, pero insisten mucho en "la religión como modo de vivir", es decir, como acción. La enseñanza católica evita tales extremos. Por cierto que el alma, asistida por la gracia divina, puede alcanzar un elevado grado de contemplación, de desasimiento de las cosas creadas y de unión espiritual con Dios. Pero tal perfección, lejos de conducir a la pasividad y subjetivismo quietistas, implica en cambio un empeño más diligente en trabajar por la gloria de Dios, una obediencia más cabal a la autoridad legítima y, sobre todo, un más completo sojuzgamiento de los impulsos y tendencias sensuales.