domingo, mayo 13, 2007
Retrato del monstruo como joven artista, o Coetzee sobre el último libro de Mailer.
Ayn Rand
I am often asked whether I am primarily a novelist or a philosopher. The answer is: both. In a certain sense, every novelist is a philosopher, because one cannot present a picture of human existence without a philosophical framework. . . . In order to define, explain and present my concept of man, I had to become a philosopher in the specific meaning of the term. — Ayn Rand, “Preface,” For the New Intellectual
Leo mucho de Ciudadela (incluyo dos portadas importantes) y me encuentro en Arquitectos de la cultura de la muerte y en La nueva revolución americana (este libro del gran José María Marco, guru de La Ilustración Liberal) referencias a esta mujer, que hasta tiene un The Ayn Rand Institute, y una vida que abarca de guionista de Hollywood fugada de Rusia a referencia esencial del liberalismo yankee. El mismo Marco me glosa su figura con este texto:
Ayn Rand -de nombre de pila, Alissa Rosenbaum- nació en San Petersburgo el 2 de febrero de 1905. Pronto decidió ser escritora, aunque, instintivamente ajena al misticismo y al colectivismo característicos de la cultura rusa, siempre tuvo como modelos los escritores europeos occidentales. Durante sus estudios en el instituto fue testigo del paso por el poder de Kerensky, al que apoyó, y de la Revolución bolchevique de 1917, que denunció como un golpe de Estado desde el primer momento. La familia huyó de los desórdenes y de la guerra civil a Crimea, donde Alissa terminó la enseñanza secundaria. Tras el triunfo bolchevique, la farmacia de los Rosenbaum fue confiscada y la familia sufrió privaciones.En 1921 Alissa se matriculó en la Universidad de San Petersburgo para estudiar Filosofía e Historia. Allí tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la degradación de la Universidad y del saber impuesta por los comisarios políticos y descrita, como la expropiación del negocio familiar, en su primera novela, la autobiográfica We, the Living (Los que vivimos, Barcelona, Plaza y Janés, 1992). La protagonista, Kira Argounova, estudia ingeniería pero tiene que asistir a cursos sobre "Mujeres proletarias y analfabetismo", "Electrificación proletaria" y "El camarada Lenin y el camarada Marx". Kira Argounova, enfrentada a una vida sin perspectivas, intenta salir de la Unión Soviética pero es muerta a tiros por la policía fronteriza.
En Hollywood conoce a Frank O'Connor, un joven actor con el que se casa pronto. El matrimonio duró hasta la muerte de Frank 50 años más tarde, a pesar de la larga relación que Ayn Rand mantuvo con un colaborador y discípulo suyo casado con Barbara Felden, autora de la excelente biografía The Passion of Ayn Rand. Como Frank pasa largas temporadas sin trabajar, Ayn Rand acepta cualquier trabajo, incluido uno en el departamento de vestuario de RKO, aunque por fin logra vender un primer guión a Universal. Termina Los que vivimos, un estremecedor retrato de los primeros años de socialismo real en San Petersburgo, pero no se lo publican hasta tres años después, en 1933, con un recibimiento reticente por parte de una crítica infestada de progresismo. Ayn Rand dirá más tarde, cuando preste testimonio ante el Comité de Actividades Antinorteamericanas en 1947:
"Es casi imposible dar a entender a personas libres lo que es la vida bajo una dictadura totalitaria... (El pueblo ruso) intenta vivir una vida humana, pero es una vida completamente inhumana. Intenten ustedes imaginar lo que es vivir bajo un terror permanente desde la mañana hasta la noche, y por la noche seguir esperando a que suene el timbre en cualquier momento, un país en el que se tiene miedo de todo y de todos, donde la vida no cuenta nada, menos aún que nada...".
En 1935 empezó a escribir The Fountainhead (El manantial, Barcelona, Orbis, 1988), para lo que se documentó en el estudio del arquitecto de origen estonio Louis Isadore Kahn. Howard Roark, el arquitecto protagonista de El manantial, es el primer gran protagonista épico de la obra de Ayn Rand, un hombre como "puede y ha de ser un hombre", que consigue triunfar imponiendo su propia concepción de la arquitectura. Rechazada por doce editoriales, este canto al individualismo y a la independencia fue publicado por fin en 1943 y se convirtió, sin apenas publicidad, en uno de los grandes best-sellers del siglo XX. Cinco años después se estrenó la versión cinematográfica, también titulada El manantial, con Gary Cooper como protagonista. Trabajando a tiempo completo de guionista, Ayn Rand empezó a escribir Atlas Shrugged (La rebelión de Atlas, en Obras Completas, Barcelona, Luis de Caralt, 1961) que se publicó en 1957, y tiene por protagonistas a dos empresarios, Dagny Taggart y Hank Rearden, que intentan sacar adelante sus respectivos negocios en una Norteamérica arrasada por la intervención gubernamental masiva y el caos social subsiguiente. A medida que se intensifica la devastadora intrusión del Estado, algunos eminentes empresarios, intelectuales y profesionales liberales empiezan a desaparecer. Negándose a colaborar con el totalitarismo, fundan en el Estado de Colorado una utopía capitalista con un símbolo: el signo del dólar. Además de ficción menor (entre la que se cuenta el relato Anthem, protagonizado por Equality 7-2521, un ser que ha de aprender a decir yo en un mundo dominado por la colectividad), Ayn Rand escribió numerosas colaboraciones periodísticas, conferencias y ensayos de muy diversa índole, entre los que están For the New Intellectual (1961), Capitalism: The Unknown Ideal (1966), The Romantic Manifesto (1970) y The New Left: The Anti-Industrial Revolution (1971). En ellos, como en su obra de ficción, fue elaborando un pensamiento que llamó "Objetivismo", basado en la afirmación de la razón como principio de conocimiento. Su defensa radical del "egoísmo racional", opuesto a la irracionalidad de cualquier altruismo, y la del capitalismo libertario como único medio de lograr el solo objetivo posible de la vida humana, que es la felicidad individual, le llevaron a distanciarse de los grandes grupos políticos y de las corrientes contraculturales e irracionalistas, presuntamente libertarias, de los años 60 y 70.
Fumadora impenitente, como muchos de sus personajes, falleció de una enfermedad pulmonar en Nueva York, el 6 de marzo de 1982 a los 77 años de edad. Su legado, de gran influencia en el pensamiento liberal norteamericano, ha venido siendo difundido y reivindicado por varias organizaciones, entre ellas el Ayn Rand Institute. Su obra se sigue reeditando con éxito, hasta tal punto que figura todavía en las listas de libros más vendidos. En las librerías españolas se encuentra aún alguna edición de Los que vivimos y de El manantial. El resto de la obra de Ayn Rand está agotado, o no ha sido publicado en España. Entre las muchas páginas web que le están dedicadas, destaca http://www.aynrand.org.
"Civilización es el proceso por el que el hombre se libera de los hombres.""La pobreza no es una hipoteca sobre el trabajo de los demás; la desventura no es una hipoteca sobre la felicidad: el fracaso no es una hipoteca sobre el éxito; el sufrimiento no es un cheque en blanco, y su alivio no es el fin de la existencia; el hombre no es un animal que haya de ser sacrificado en el altar de los demás; la vida no es un inmenso hospital.""Cuando el 'bienestar común' de una sociedad se contempla como algo aparte y superior al bienestar individual de sus miembros, el bienestar de algunos hombres prevalece sobre el bienestar de otros, y esos otros son destinados al sacrificio."
Capitalism: The Unknown Ideal
"El principio básico del altruismo es que el hombre no tiene derecho a vivir por su propio bien, que el servicio a los demás es la única justificación de su existencia, y que el sacrificio es el más alto deber moral, la más alta virtud, el valor más alto. No debemos confundir altruismo con generosidad, buena voluntad o respeto por los derechos de los demás. Estos no son valores primeros, sino consecuencias que el altruismo, de hecho, hace imposibles. El valor irreductible, primero y básico del altruismo es el sacrificio propio, que quiere decir: inmolación de uno mismo, abnegación, negación de uno mismo, autodestruccción, es decir: el yo es el mal y los demás el bien."
Philosophy: Who Needs It
"Si algunos hombres disfrutan de algún derecho sobre el producto del trabajo de los demás, entonces estos están despojados de sus derechos y condenados al esclavismo.""La mayor virtud: la capacidad de hacer dinero.""La riqueza es producto de la capacidad del hombre para pensar.""Cualquier compromiso entre el alimento y el veneno conduce a la victoria de la muerte. Cualquier compromiso entre el bien y el mal lleva a la victoria del mal."
Capitalism: The Unknown Ideal
"La racionalidad es el reconocimiento de que la existencia es un hecho en sí, que nada puede alterar la verdad y que nada puede prevalecer sobre el hecho de comprenderla, que es en lo que consiste el pensamiento." La rebelión de Atlas "El único propósito del gobierno es proteger los derechos del hombre, es decir, protegerlo de la violencia física. Un auténtico gobierno no es más que un policía, que actúa en nombre del derecho a la autodefensa del ser humano y, como tal, sólo puede recurrir a la violencia contra aquellos que han hecho uso de ella." La rebelión de Atlas "Quien quiere a todos los hombres odia a la humanidad. No espera nada de ella.""No hay que decirle a nadie que sea orgulloso; te odiarán. No lo dirán, pero te odiarán. Dirán que los odias a ellos." El manantial "El socialismo es la doctrina según la cual el hombre no tiene derecho a vivir por su propio bien, que su vida y su trabajo no le pertenecen a él, sino a la sociedad, que la única justificación de su existencia es el servicio a la sociedad, y que la sociedad puede disponer de él según le plazca, con tal de conseguir su propio bienestar colectivo, tribal." The New Intellectual "No hay diferencia entre comunismo y socialismo, salvo en los medios para conseguir un mismo objetivo final: el comunismo se propone esclavizar a los hombres por la fuerza; el socialismo, por el voto. Es la misma diferencia que existe entre el asesinato y el suicidio." Foreign Policy Drains U.S. of Main Weapons "El país que ha alcanzado los mayores logros, la mayor prosperidad, la mayor libertad, se construyó sobre el derecho del hombre a perseguir su felicidad. Su propia felicidad, no la de los demás." El manantial.
sábado, mayo 12, 2007
HISTORIA rescatada por Arcadi
Percibo en la edición y en la recuperación de Knoblaugh el habitual tufillo revisonista, tan molesto, que confirma por otra parte la displicencia con que Preston y otros lo tratan aquí. Craso y graso error: La crónica de Edward Knoblaugh es excepcional. Jay Allen se retrató llamándole "analfabeto". Pobre Allen. Desconocido Knoblaugh. No sé encontrar de su paso por el mundo más que un pálido rastro internáutico. Escribo a la Associated Press. Quizá contesten. Tal vez Preston hable de él en el libro que acaba de publicar. Lo veré.
Tambien debo recordar referencia (en artículo de 31 de marzo) libro de Ian Buruma sobre la muerte de Theo Van Gogh y el estado de la libertad en Holanda, que ha traducido Debate. Claro, objetivo y meditado; pero ya te avanzo que tiene algo que me resulta desagradable. Pascal Bruckner, Christopher Hitchens y varios otros se han referido a él críticamente (y Timothy Garton Ash ha salido en su defensa), abriendo una polémica que ha recorrido (casi) toda Europa.
Acusan a Buruma de relativismo cultural y de desvirtuar el heroico compromiso de personas como Ayaan Hirsi y el propio Van Gogh. Puede que estas críticas, en algunas de sus versiones más feroces, tengan un punto de exageración. Y son difíciles de justificar in texto, porque Buruma es generalmente cuidadoso, a salvo de algún fragmento, como el que dedica al barrio rojo de Amsterdam donde, acosado de repente por una subida de tensión espiritualista, asocia con muy reaccionaria sutileza el sometimiento prostibulario de la mujer con el que padece en los países islámicos. Sin embargo, el problema del punto de vista del escritor no debe reducirse a sus decaimientos relativistas o sus apreciaciones sobre el carácter fundamentalista y provocador de Hirsi y Van Gogh. Como núcleo de sus propuestas persuasivas, el autor cree que Holanda debe darles un hogar (y sobre todo un calor de hogar) a los inmigrantes islámicos. Con un punto de dramático redondeo literato acaba así su libro: "Lo que aconteció en este pequeño rincón del noroeste de Europa podría suceder en cualquier otro lugar, mientras algunos jóvenes, hombres y mujeres, consideren que la muerte es la única vía para regresar al hogar." Metáforas al margen, se trata de un planteamiento idealista. Si es que hay Hogar, y si es que un país puede ser un Hogar, el emigrante partió de él. El camino que hizo hasta llegar a otro país es un rasgo de su psicología que le acompañará siempre. Este rasgo se manifestará a veces en forma melancólica respecto del pasado; otras con desprecio: pero el Hogar perdido sólo desaparecerá, precisamente, con la muerte. No hay una política pública capaz de subsanar esta brecha originaria. Un inmigrante es un Hogar perdido y a ninguna holanda pueden pedírsele otras cuentas que la aplicación, al caso que nos ocupa, del valor estructural de la sociedad democrática, es decir la igualdad ante la ley, que es, por cierto, de donde se desprende el cariño de mayor calidad y eficacia.
Buruma, y es pecado no venial en tierra de Spinoza, no incluye tampoco en este punto, ni aun como hipótesis, las cláusulas de la naturaleza humana. Hace algunas semanas, en Alicante, el profesor Roberto Gallego presentó ante mí, y otros muchos, las conclusiones de algunos estudios que demuestran cómo la amígdala cerebral se activa ante la irrupción del Otro igual que lo hace en presencia de una serpiente o una araña, animales especialmente aversivos para el hombre. El Otro puede ser un Negro o un Blanco. O una peculiar manera de hablar la misma lengua. O un Islamista. O un Holandés. Quiero decirte que la naturaleza humana también conspira contra el Hogar improvisado.
Buruma parece tener creencias que resultan algo pintorescas. Una, que lo es mucho, es su fe en el carácter holandés. "Una tragedia holandesa", titula con intención sinecdótica uno de sus capítulos; pero los ejemplos son diversos. El más extremo es el que relaciona a los asesinos de Pym Fortuyn y de Van Gogh. A pesar de que el primero era (sumariamente) un fanático vegetariano izquierdista y el segundo un fanático islámico, Buruma insiste en que eran holandeses. Víctimas, casi lo explicita así, de una cierta "vociferación holandesa". Uno lee eso y percibe que pesa más el adjetivo que el sustantivo. Más le habría valido a Buruma activar su sentido común y su gusto por lo empírico, resaltando que lo más importante que Volkert van der Graaf y Mohamed Bouyeri compartían era la vociferación, es decir el fanatismo. Tampoco habría estado de más añadir aquí, para despejar repulsivas sospechas, que el fanatismo criminal nada tiene que ver con la radicalidad que Fortuyn o Van Gogh imprimían a la defensa de sus convicciones. Lo importante y fatal, sin embargo, es que el ensayista desdeña en este punto la naturaleza humana y las recientes investigaciones sobre ella. Aunque se comprende la inercia. La literatura lleva siglos ocupándose de las ideas malignas. Pero apenas nadie escribe sobre las características biológicas de los sujetos donde prenden. El doble asesinato de Amsterdam era una ocasión excelente. Ideas malignas diferentes llevaron a una misma conclusión sobre dos víctimas hermanas. ¿Qué hay, entonces, de los sujetos? ¿No convendría relativizar el prestigio de los relatos malignos que algunos cerebros enfermos utilizan? Al fin y al cabo, siempre pueden encontrarse relatos: desde el odio a la mujer hasta la superioridad de una raza. Se me ocurre una analogía casi lacerante, pero tú sabrás disculparla. La gramática es innata, pero las lenguas son culturales. Se nace preparado para hablar, pero la lengua concreta que se acople a la gramática cerebral dependerá del grupo donde uno nazca. Bastantes neurocientíficos piensan la enfermedad de este modo. En Alicante le hice una pregunta concreta a Carlos Belmonte, el director del excelente Instituto de Neurociencias: "Psicópatas, terroristas, violadores, ¿pueden compartir una misma huella cerebral? ¿Podremos encontrarla?" Belmonte me contestó: "Aún tardaremos bastante tiempo. Pero mi hipótesis es que esa huella común existe".
No creo que la literatura de observación (¡qué magnífica expresión planiana, y qué estricto y concreto plan de vida estético sugiere!) deba renunciar a la deconstrucción de los relatos malignos para describir en exclusiva las excitaciones de la amígdala. Sin embargo, debe dejar de fantasear sobre el omnímodo poder de atracción de esos relatos, y especialmente sobre esa idée reçue, tan orteguiana e infecciosa, de que cualquier hombre puede convertirse en un bárbaro, según sea su circunstancia. Dicho con el cómico lugar común del periodismo: "Descuartizó en ocho trozos a su abuela, pero los vecinos aseguraron que era una persona normal".
En la disección del relato maligno, es decir, en el tradicional oficio del ensayista, donde Buruma se muestra más decepcionante. Dedica muchos esfuerzos a tratar de demostrar que el relato islámico es compatible con la paz, y que los musulmanes forman una comunidad éticamente diversa. Pero detrás del asesinato de Theo Van Gogh, como detrás del 11 de Septiembre o la matanza de Madrid, está la promesa de una vida eterna. Es decir, está Dios. Es probable que la idea de la trascendencia haya facilitado la evolución. Es incluso posible que el hombre no sepa vivir sin Religión. Pero es indiscutible que la Religión es responsable de una enorme cantidad de muerte humana. Esta evidencia describe mejor que nada la epopeya de Ayaan Hirsi, que no se libera sólo del Islam, sino de la Religión. Buruma demuestra una indiferencia gélida ante el tránsito rebelde de la somalí, y estoy tentado a pensar que no puede deberse a otra causa que no sea religiosa. A la religiosidad de Buruma, quiero decir. Como ateo práctico y antirelativista me guardaré mucho de decir que todas las religiones son iguales. Y de ignorar que en nuestro tiempo ya sólo se mata en nombre de una religión. Pero cuando Buruma escribe sobre las matanzas islámicas: "Todo lo que sabemos es que asesinaron en nombre de Alá y su Profeta. Lo que resulta más difícil es explicar por qué", resulta de una ingenuidad casi conmovedora. El porqué se autorregenera siempre y después de uno viene otro. Pero entre los que explican los asesinatos islámicos, y en el núcleo de la verdad irreductible, figura éste: "Porque Alá existe y es justo y misericordioso".
Europa y su aniversario amnésico. Samuel Gregg
viernes, mayo 11, 2007
Zodiac: esperando a Fincher
Pipe en Salamanca
Jajaja. IMPOSSIBLE IS NOTHING. Getafe.
jueves, mayo 10, 2007
Piji-progres, capitulo CXXVIII
Hacer algo con esto de Nogales... no eso de Achero
Juan Belmonte |
lunes, mayo 07, 2007
Mas tetas para Natasha Henstridge
Los niños con patines y el pobre Dino
Lorenzo pasa del Real Madrid-Sevilla
domingo, mayo 06, 2007
El Luisma es tonto... y Fidel es muy bueno
sábado, mayo 05, 2007
Santos favoritos: #1 RAM DASS
viernes, mayo 04, 2007
A que juegan los progre-pijos?
Expertos de la ONU afirman que frenar el cambio climático es posible y más barato que no hacer nada
Detener el calentamiento global costaría un 0,1% del PIB mundial y no hacer nada, el 0,3%, según el último informe oficial
AGENCIAS / ELPAIS.com - Bangkok / Madrid - 04/05/2007
El Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) ha llegado a estas conclusiones en Bangkok (Tailandia), después de cuatro días de negociaciones sobre el informe acerca de las estrategias y tecnologías destinadas a combatir el calentamiento global.
El informe, elaborado por científicos y representantes de unos 150 países, y el tercero de los realizados en el 2007, asegura que mantener el actual nivel de concentración de partículas de dióxido de carbono en la atmósfera costará casi el 0,3% del Producto Bruto mundial, es decir, bastante más de lo que costaría no hacer nada.
Las negociaciones, celebradas a puerta cerrada en la sede de la Comisión Económica y Social de Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (CESAP), han terminado está madrugada tras alcanzar un consenso, han dicho los delegados europeos.
Un último repaso
"Esta mañana daremos un último repaso al documento antes de aprobarlo", ha precisado Michael Willian, portavoz del Programa Medioambiental de las Naciones Unidas.Las delegaciones de China, el segundo país que más contamina tras Estados Unidos, y la de India, fueron las que más se resistieron a que el IPCC recomendara estabilizar en un nivel bajo la concentración de partículas de CO2.
El nivel actual de concentración es de unas 430 partículas de CO2 por millón, de acuerdo con los expertos. El IPCC dice también en su informe que la estabilización de los gases causantes del llamado efecto invernadero puede conseguirse mediante las tecnologías existentes y reducir la quema de combustibles fósiles.
jueves, mayo 03, 2007
Flipando con Juanito; que pronto se me tira a las enfermeras
Donad sangre, hijos de la gran puta
Otra clase de X
miércoles, mayo 02, 2007
Ui, otro fascista
– Desgraciadamente, no. Los coqueteos de David Cameron, el actual líder del partido, con el movimiento ecologista me parecen esquizofrénicos. Cameron representa a la facción más ultraderechista del Partido Conservador, profundamente anticapitalista y nostálgica. Precisamente es la gente que vive del campo, que mayoritariamente vota a los tories, la que más tiene que perder si la agenda de los ecologistas se convierte en política de Estado. Los campesinos matan animales y conducen grandes coches; sin embargo, respetan el medio ambiente, porque viven de él.
– ¿Quiénes son los ecologistas? – El ecologismo es un fenómeno esencialmente urbano y de clase media. Es un movimiento romántico y antirracional que sustituye la política por la estética, la razón por el sentimentalismo. Yo me considero un hombre racional, un liberal heredero de la Ilustración, un progresista que defiende el derecho de los países pobres a industrializarse y vender sus productos en Europa. Los ecologistas y la mayoría de los que trabajan en los medios de comunicación pertenecen a una tradición que yo denomino "izquierda blanda" y que en el fondo es profundamente elitista, racista y reaccionaria. Beben del pensamiento de Rousseau, Heidegger y otros por el estilo, que exaltaron el barbarismo sobre la civilización. Cuando acusan a los liberales de fascismo, yo siempre pienso: "Vosotros sois los fascistas".– ¿Qué le parece que algunas empresas petrolíferas apoyen a los científicos que niegan la teoría del calentamiento global? – Para empezar, déjeme decir que considero que la teoría del calentamiento global antropogénico es una gran gilipollez. En mi película se demuestra que no hay relación entre el CO2 y la temperatura, y que ha habido épocas mucho más cálidas que las actuales. Las radiaciones solares sí que son una variable independiente, y hay poco que podamos hacer para controlarlas. También lo de la capa de ozono y el miedo a los alimentos transgénicos tienen mucho de camelo. Algunos científicos han recibido dinero de las empresas petrolíferas, pero mucho menos (y muchos menos) que lo que perciben los que reciben dinero del Estado. Como los políticos tienen que vender que hacen algo, casi todo el dinero que gastan en investigación tiene que ver con la defensa de la teoría del calentamiento global. Si no te adhieres, te quedas sin fondos; o, como muestro en el documental, puedes ser objeto de unas presiones fortísimas. Por otra parte, las empresas también financian estudios que defienden la teoría del calentamiento. Es un círculo vicioso que comenzó con un grupo de periodistas progres y de científicos con ganas de conseguir dinero extra, y por desgracia se ha convertido en un discurso hegemónico. – ¿Considera que el actual movimiento ecologista es una amenaza para la democracia?– Algo de eso hay. Los Gobiernos gastan cada vez más en investigaciones guiadas por la ideología, no por el método científico, y sus resultados sirven para justificar las subidas de impuestos, las intervenciones en la economía, el proteccionismo, la Política Agraria Común... Cuando los campesinos se quejan por el poco margen que les queda comparado con el de algunas grandes superficies, yo pienso que el problema no es el intermediario, sino la PAC, que además es un gran obstáculo para el desarrollo del Tercer Mundo. Muchos países siguen sumidos en la pobreza, la ignorancia y la tiranía porque algunos izquierdistas nostálgicos no les permiten desarrollarse. – Por cierto, ¿qué le parece que el líder antiglobalización José Bové se haya presentado a las elecciones presidenciales francesas?– No lo sabía. Me parece muy mal. Por desgracia, hoy en día muchos campesinos sólo quieren dinero del Estado. Lo que Francia necesita es una Thatcher. Francia es un gran país en el que casi nadie se da cuenta de que el problema es el Estado, que lo empeora todo. – Después de todo lo que viene diciendo, supongo que no le molestará que le consideren un creador "comprometido"... – En absoluto. Tengo un compromiso moral con los más pobres, los de aquí y los de otras partes del mundo, que sufren debido a la intervención del Estado y al izquierdismo blando, que, como he dicho, es una invención de una parte de la clase media urbana, intoxicada de socialismo por el sistema educativo y los medios de comunicación. – ¿De dónde provienen sus ideas políticas?De pensadores liberales como Hayek. Actualmente estoy escribiendo un libro donde hablo no sólo del ecologismo, sino de otros asuntos políticos que me preocupan. Le puedo recomendar una obra que me influyó mucho: The Welfare State We’re In, de James Bartholomeu. – ¿Cuál será su próxima película? Se me ocurren dos grupos sobre los que alguien debería decir algo: las feministas radicales y la izquierda gay. – Ahora mismo no tengo ningún proyecto cinematográfico. Sobre las feministas y los activistas gays izquierdistas se podrían decir algunas cosas, pero como mi hermana, una gran mujer, es lesbiana, prefiero dejar esos asuntos en manos de otros y seguir con la ciencia, porque tal vez no sería objetivo. – Terminemos esta entrevista con un poco de humor. ¿Qué es lo más gracioso que le han dicho los progres?– La verdad es que me han dicho pocas cosas graciosas. Recuerdo un fax que recibí en casa una vez. Decía: "Que te jodan. Ojalá te violen en una alcantarilla y te mueras después de cáncer de colon". Como dije antes, son ellos los fascistas.martes, mayo 01, 2007
Michelle Marsh; canta menos que una silla pero puede matarte con tus propias manos
lunes, abril 30, 2007
Arcadi sobre dios, con minusculas; no hay error
Tengo una gran curiosidad por saber qué va a pasar en España con la discusión sobre Dios que está sacudiendo el mundo intelectual anglosajón. El silencio español es, hasta ahora, hermético, aunque lo mismo pasa en Francia y, casi lo mismo, en Italia. La discusión está basada en unos cuantos libros principales. El primero The God Delusion, de Richard Dawkins, y el único que se ha traducido al castellano (El Espejismo de Dios, Espasa). Pero hay otros. El de Daniel Dennet, Breaking the Spell (Rompiendo el hechizo), el de Sam Harris, Letter to a Christian Nation (Carta a un nación cristiana) y el de Christopher Hitchens, God Is Not Great: How Religion Poisons Everything (Dios no es grande: cómo la religión lo envenena todo) están entre los más importantes y populares. Pueden añadirse dos libros españoles: Fernando Savater, que ha escrito La vida eterna, y Francisco J. Rubia, autor de La conexión divina: la experiencia mística y la neurobiología.
Todos los libros ateos y anglosajones han generado un debate ácido e intenso en publicaciones convencionales, periódicos digitales y blogs. Tiene razón Dawkins cuando subraya que un libro está hoy acabado cuando se discute en los foros internáuticos. En la propia lista hay una prueba: la carta de Harris es el el resultado de la furibunda reacción epistolar que causó entre los creyentes un libro anterior del joven filósofo norteamericano.
Entre las razones de esta apoteosis atea está la política. Occidente se ve acosado por el integrismo islámico. No sólo hay religión en este acoso, pero la brutalidad del terrorismo islámico, frecuentemente suicida, sólo se explica por la promesa sobrenatural. Y aunque las situaciones son incomparables el integrismo cristiano se exhibe, asimismo, con vehemencia en los Estados Unidos. El presidente Bush manda a sus tropas a Irak en el nombre de Dios y en algunos lugares de América se combate el darwinismo o se persigue hasta la muerte a los médicos abortistas. Por vez primera en muchos años Dios vuelve a ser una amenaza concreta para el progreso y la libertad. Luego está la Ciencia. Como ya ha sucedido en otros periodos de la Historia la ofensiva de la superstición coincide con un formidable desarrollo científico. El darwinismo afianza su lugar como premisa insoslayable de la explicación humana del mundo y el desarrollo de la neurobiología ha pulverizado los restos de dualismo (cuerpo/mente) que pudieran quedar en la cultura de nuestro tiempo. Como explica con su brío habitual Christopher Hitchens, en el adelanto que Slate publica de su obra, se confirma que "Dios no creó al hombre a su imagen y semejanza. Evidentemente fue al revés". (Todas las citas de Hitchens han sido traducidas por Juan Carlos Castillón .
La idea de Dios, como otras tantas delicadas ideas del hombre, tiene una naturaleza física y hay científicos que tratan de demostrar, incluso, su alojamiento en lugares concretos del cerebro. Hay una relación, que me parece indiscutible, entre el desmenuzamiento neurobiológico de las emociones (afecten al amor, al paladar o al miedo) y el crecimiento del escepticismo religioso: al fin y al cabo los creyentes han sido siempre los primeros en subrayar el carácter emocional de la fe. La evidencia de que la ilusión de Dios está detrás de muchas actividades dañinas y la exploración (con malas noticias para la creencia) del voluminoso conjunto de inefables que se concentran en la palabra alma tal vez esté provocando el largo adiós al que alude Hitchens: "La persona que está segura, y que reclama para sí la garantía divina de su certeza, pertenece ya a la infancia de nuestra especie. Puede ser un largo adiós, pero ya ha comenzado y, como todos los adioses, no debe demorarse."
Por el momento de todos estos libros sólo he leído el de Dawkins. Es un gran escritor, aunque no estoy seguro que éste sea, literariamente, su mejor libro ni de que su traductora española le haya ayudado (aunque me gusta mucho la solución (Espejismo) que ha dado a (Delusion). Sin embargo sigue siendo el libro de un virtuoso, es decir, de un hombre cargado de virtudes. Entre ellas destaca la irreverencia. Dado mi carácter, he leído algunos buenos libros ateos. Desde Hume y Voltaire hasta Onfray. En todos ellos he encontrado respuestas flamígeras a las intolerables exigencias del Creador. Pero nunca el modo suavemente demoledor de Dawkins que consiste en tratar a Dios de tú a tú. Hemos comentado alguna vez nuestros encuentros con creyentes; incluso con creyentes tolerantes. A la mínima discrepancia invocan el respeto. Por una extraña, defensiva y eficacísima pirueta intelectual los creyentes han logrado imponer un estatus distinto a sus creencias particulares. El respeto. Sobre nuestras creencias es posible todo tipo de caricaturas, nunca mejor dicho; pero cualquier ironía o desprecio de las suyas convoca la exigencia del respeto. Pues bien, Dawkins pulveriza esa ceremonia desigual y ese lado pragmático está entre lo mejor que tiene su libro.
Ese ímpetu originario cristaliza de modo implacable y convincente en algunos capítulos. Su descripción de la miseria del agnosticismo es inolvidable. Dawkins, reviviendo sus viejas polémicas, ironiza, diría que bestialmente, sobre el acrónimo creado por Stephen Jay Gould --este Manos (Magisterios no solapados) que escenifica los caminos paralelos, no disputables, entre ciencia y religión. Es muy convincente en la denuncia del lavaje de manos agnóstico como lo será luego en la denuncia de la fe razonable y en ese excelente programa para una nueva moralidad que traza en una de las partes más sensibles y valiosas del ensayo. Menos lo es, a mi juicio, en su intento de llevar la hipótesis darwinista al Cosmos o en su farragosa consideración de la religión como meme, es decir como gen cultural que sigue pautas de replicación equivalentes a las del gen biológico. Al parecer Dennet hace lo propio en su ensayo sobre la divinidad. Es probable que en los reparos sobre este apartado influya mi escepticismo acerca de la teoría general del meme: en lo que comprendo una obviedad, aunque elegante. El ensayo de Dawkins ha recibido algunas críticas. He leído las más conocidas. Muchas de ellas comparten un insólito prejuicio acerca de la competencia del etólogo para razonar en términos filosóficos y medirse con las celestes alturas de San Anselmo y su prueba. Sin duda las veía venir, cuando en las primeras páginas del libro le dijo al obispo de Kansas City. "No debería quedar sin discutir la idea que la religión es una disciplina, en la que uno puede proclamarse experto.". Por si le faltara ayuda el físico Steven Weinberg acudió en el Times Literary Suplement: "Me inquieta que Thomas Nagel en el New Republic desprecie a Dawkins por ser un “filósofo aficionado”, y Terry Eagleton en el London Review of Books se burle de su falta de entrenamiento teológico. ¿Debemos concluir entonces que las opiniones en materia de filosofía o de religión pueden ser expresadas únicamente por expertos, y no por simples científicos o por gente común? Eso sería como decir que únicamente los políticos pueden justificar la expresión de su visión sobre la política. El juicio de Eagleton es particularmente inapropiado; es como decir que nadie está calificado para juzgar la validez de la astrología, a menos que pueda producir un horóscopo."
Corto en seco, o tendré que pagar doble franqueo. Sólo volver al silencio. E insistir en el estúpido suicidio intelectual y político de algunos europeos convencidos de que Dios es uno más entre los graves problemas americanos.
domingo, abril 29, 2007
Garmendia
Hoy estaba en el hospital y me subia por las paredes viendo a la Leire Pajin indignada y doliente con el drama de DAFUR. Yo me rebotaba porque esa inutil está contratada para arreglar eso y no restregarnos por el rostro otra cosa que no sean soluciones. Es lo del piji/progre; cuando están sin poder culpan al gobierno y al mundo asesino teledirigido por Americanos o fascistas; cuando gobiernan culpan al mundo e infringen la indignidad de lo humano. Ellos siempre en ese sentimiento acomodaticio (aquí no hablan de Alianza de Civilizaciones) del que está sometido por el mal pero con el propósito de lucha listo.
Garmendia habría sido fino con ella. Estos hijos de la meritocracia que solo babeaban lamentos pero nunca asumian responsabilidades eran ejecutados con su cuchillo de tinta. Murió este miercoles. Han llorado en Sevilla (mucho en el Betis). Era ateo por la gloria de DIOS, decía, y poseía antiguallas internas en forma de valores milenarios. Amaba la tribu y creó un personaje para entretenerla. Arte.
lunes, abril 23, 2007
Juanito mejora
domingo, abril 22, 2007
John Carlin y Paul Hayward sobre Cesc "the future" Frabregas
Hay muchos motivos para aprender el inglés. Para prosperar en el trabajo, para poder leer las obras de Dickens, para entender las ruedas de prensa de David Beckham. Muchos motivos. Pero uno de los mejores es la posibilidad de leer las columnas del mejor periodista deportivo de la prensa británica, Paul Hayward. Hay tres o cuatro más que son muy buenos, pero Hayward, del Daily Mail, es el número uno. Por conocimiento, por seriedad, por entusiasmo, por sentido del humor, por la agilidad muscular de su prosa.En su última columna de 2006 Hayward escribió que le acababa de llamar su redactor jefe para pedirle que eligiera el mejor futbolista del año. No se lo tuvo que pensar dos veces. La respuesta le llegó "en un Eureka", como "una revelación".
"Quizá sea por el ritmo soberbio de sus pases, en corto o en largo, por el calibrado control con el que se mueve por el campo, por la rica amplitud de su visión, por su condición de atleta, por su juvenil confianza en sí mismo...", escribió Hayward. Pero de una cosa no tenía la más mínima duda: "Cesc Fábregas es el mejor futbolista joven del mundo, mejor incluso que Cristiano Ronaldo, Wayne Rooney o Leo Messi".
Esto lo escribió Hayward antes de que Fábregas hubiera marcado su primer gol de la temporada (lo logró por fin el sábado pasado, tras ocho meses de sequía). Pero tal es la calidad que Hayward, y todos los expertos ingleses, perciben en el español que su nombre acaba de aparecer entre los finalistas del premio individual de más prestigio que otorga el fútbol inglés. Esta noche, en una ceremonia en Londres, la Asociación de Futbolistas Profesionales elige al que el gremio considera el mejor jugador del año. Como en los Óscar, hay seis nominados: Didier Drogba, del Chelsea; Steven Gerrard, del Liverpool; Cristiano Ronaldo, Paul Scholes y Ryan Giggs, del Manchester United; y Cesc Fábregas, del Arsenal.
Lamentablemente, y pese a los argumentos de Hayward, el español no ganará. El premio se lo llevará, casi seguro, el portugués Ronaldo. O, si no, el portento marfileño Drogba, que ha anotado 31 goles esta temporada. Pero el haber entrado en esa lista de seis tiene un mérito extraordinario. Por varias razones.
Primero, que Fábregas es el más joven de los seis, con 19 años (Cristiano Ronaldo tiene 22). Segundo, que su equipo, el Arsenal, ha tenido una temporada relativamente pobre. Tercero, que ha dejado fuera de la lista a jugadores de la talla de Frank Lampard y Michael Essien del Chelsea, Xabi Alonso del Liverpool, y Berbatov, el goleador búlgaro del Tottenham. Cuarto, que es el primer español de la historia en entrar en esta convocatoria.
Fábregas también figura en la lista de los seis nominados para el galardón de mejor jugador joven del año. Merece ganarlo, por la desproporción en su juego entre edad y madurez. Lo definió bien hace poco otro de los maestros del periodismo inglés, James Lawton, del Independent. "Cesc es un niño", escribió, "con la cabeza de un general". Es decir, al talento natural que posee se agrega una frialdad de autómata y una inteligencia superior. Fábregas da la impresión de que su cerebro opera a otra velocidad; de que, como un ajedrecista, está tres o cuatro jugadas por delante del resto de los jugadores.
Si esto suena un poco exagerado, no es nada comparado con los elogios que le lanza Paul Hayward, cuyo principal argumento a favor de su héroe es que, sí, habrá jugadores más rápidos y más vistosos, pero nadie maneja los tiempos de un partido con el aplomo del joven español. Hayward celebra la suerte que tuvo el Arsenal en "robar" a Fábregas al Barcelona. "El fútbol inglés", escribe, "ha capturado a un visionario capaz de lograr que el tráfico demente habitual en nuestro juego se mueva a su elegante compás".